Vean “El Cerdo”, un corto producido por Cine-Ñángara y Cine Arte PSUV.
A mí me alegra este tipo de videos, porque estos sí reflejan la verdadera cara de este gobierno: el odio, la estigmatización del contrario, y hasta la categorización racial de los adversarios políticos. Este video me recordó dos películas: «El Judío Suss», de Veit Harlan y, sobre todo, «El judío Eterno», también de Veit Harlan, donde se comparaba a los judíos con una jauría de ratas (esta película sirvió para el diálogo del Coronel Hans Landa, en la obra maestra de Tarantino “Bastardos Sin Gloria”). En este clip se reduce a los opositores a la mera condición de cerdos.
Es parte de una larga tradición de gobiernos totalitarios, donde a los adversarios políticos no se les descalifica por sus ideas, sino que se les deshumaniza, para justificar su destrucción. Es simple: si los judíos son ratas, pues fumiguémoslos; si los exiliados cubanos son gusanos, pues pisémoslos; si los opositores somos cerdos, pues degollémoslos. Es un discurso de odio y discriminación, muy peligroso ya que cuando el poder intenta deshumanizar al contrario busca que se le odie y se le destruya.
Lo importante de este clip es que sirve de documento histórico, de reflejo del tiempo que nos ha tocado vivir, y, especialmente, sirve para que nadie tenga excusas, nada de “me engañaron”, “yo no voté por esto”. Creo que con este tipo de piezas todo resulta más honesto, el gobierno está perfectamente reflejado en estos dos minutos: odio, discriminación, racismo, fascismo puro. Al menos, son mucho más honestos que aquellos donde salen hablando de «amor» y del «pueblo».