La MPAA acaba de recibir su primera retribución después de amenazar a Obama con retirarle apoyo para su campaña.Ello demuestra la crisis del sector de distribución. Por tal motivo, los Globos de Oro censuraron el tema. El Óscar hará lo mismo.
La concesión política de Obama a la MPAA es un hecho revelador de su desprestigio político y de su doble estándar.Un día dice algo. 24 horas después se contradice. Ahora promueve el cierre de páginas para calmar a la mafia de contenidos. Ellos le hicieron buena propaganda en los Globos de Oro.
Quizás no aprobará la SOPA. Pero permitiría la cacería de brujas contra las páginas de distribución gratuita.
Vuelven los tiempos del lejano oeste a la casa blanca, de la mano de los vaqueros del FBI y de los forajidos de la MPAA.
De un tiempo para acá, Hollywood vende una mala imagen de internet. Es un síntoma de los tiempos.
Dibujaron un retrato satanizador del creador de Facebook en «Red Social». Era la versión de Hollywood y la MPAA en contra de Mark Zuckerberg.
Luego Hollywood reivindica al peor policía de la historia de la FBI, Edgar Hoover, bajo la sombra de Leonardo Di Caprio y Clint Eastwood.
En «Contagio», vemos una caricatura del fundador de Wikileaks. La epidemia a combatir es el periodismo alternativo. Y sigue.
¿Moraleja de «Larry Crowne»? No te cases con un blogger. Son todos perdedores y pornógrafos. Búscate de reemplazo a una estrella de Hollywood como Tom Hanks.
En pocas palabras, las películas abonaron el terreno para la aprobación de la ley SOPA y la condena de las redes. Primera víctima: Megaupload.
En suma, si querían una guerra virtual, de última generación, pues ya la tienen. Empezó el Vietnam de la MPAA. Su Waterloo. Perderán.