TODO lo de La IV República es “MALO” Vs TODO lo de La V República es “BUENO”
Bachiller Mario Silva
Si bien hay que saber reconocer que no siempre los extremos son malos y que incluso en ocaciones son útiles e imprescindibles, la tendencia a utilizar un pensamiento del “todo o nada” genera muchos problemas. Ver al Pais Venezuela en blanco y negro nos aleja de la moderación y de la paz porque la vida, por donde la mire, está compuesta de matices. Querer imponer al universo nuestra primitiva mentalidad binaria no deja de ser un acto de ARROGANCIA y de ESTUPIDEZ. Hay infinidad de gente que vive amargada porque los hechos (vida, realidad, naturaleza) no concuerdan con su punto de vista.
El pensamiento absolutista y categórico te obliga a transitar por un camino estrecho e incómodo plagado de “deberias”. El pensamiento dicotómico promueve un estilo cognitivo orientado a la CRITICA destructiva y al perfeccionismo salvaje.
Si sólo existe lo “BUENO” o lo “MALO”, entonces no tengo otra opción: soy bueno o soy malo. La consecuencia de tal planteamiento es que la compasión o el perdón dejarian de existir, ya que no habria justificación, atenuantes, disculpas o segundas oportunidades. La crueldad casi siempre va de la mano de la inflexibilidad. Si eliminas los grises en la manera de procesar la información, serás santo o pecador, puntual o impuntual, amigo o enemigo, bello o feo.
No estoy negando la posibilidad de que algunos valores tengan que ser considerados con la ley del todo o nada, lo que sostengo es que el uso indiscriminado del pensamiento dicotómico enferma y consume. Las palabras “nunca”, “siempre”, “todo” o “nada” son peligrosas porque no dejan opciones. Si la mente se acostumbra a fluctuar de un extremo al otro, la ansiedad y la depresión serán inevitables.
Por ejempo, si su vida Bachiller Mario, se manejará con las siguientes premisas: “Las personas inteligentes y virtuosas no cometen ningún error” y “Si no triunfo de manera absoluta, seré un fracaso”, mi autoestima se mantendria en la cuerda floja, ya que no podria cometer JAMÁS y bajo ninguna circunstancia so pena de convertirme en torpe o fracasado. Una forma de combatir semejante actitud seria cambiar mi valoración extremista por una más flexible y racional, es decir, utilizar pensamientos menos DICTATORIALES como: “Soy más que mis errores”, “Los errores no ponen en juego mi valia personal” o “ERRAR ES HUMANO”.
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Un Peatón sin Barreras
Arq.Iván Enrique León Hernandez
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Venezuela-Caracas, 15 de Septiembre de 2010.