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Estreno de Zamora en el Teresa Carreño:una Telenovela Personal

Último Capítulo:La Nueva Edad de Piedra


Esta ‘edad de plata’ del cine venezolano se inició en 2007, cuando se estrenó Postales de Leningrado, de Mariana Rondón, una cinta financiada por ministerio de la Cultura, la estatal PDVSA y el canal Telesur, que logró el máximo reconocimiento en el Festival de Biarritz.
«El único problema es que la mayoría de películas de la Villa del Cine están un poco sesgadas por la ideología del régimen”, puntualiza Rodolfo Izaguirre.
Ezequiel Zamora, una producción de Ramón Chalbaud, puede ser uno de los mejores ejemplos. Esta cinta aborda la vida de un campesino revolucionario de Los Llanos que se alza contra los inescrupulosos terratenientes, desencadenando la Guerra Federal (1859-863) de Venezuela. En alguna de las escenas incluso aparece el ‘Manifiesto Comunista’ de Karl Marx, un texto que los soldados de Zamora leen con sumo interés en mitad de la película.
Cualquier similitud con la Venezuela de Chávez es pura coincidencia.

Jaime López para El Mundo de España.


La pesadilla acaba de terminar en el Teresa Carreño. El número uno se levanta a celebrar el final y todos aplauden con él durante varios minutos.En unos meses, el público los abucheará cuando “Zamora” recaude la peor cifra de la década para el cine nacional. No se les olvide.

Chalbaud sonríe y Luis Britto también,aunque lo hagan en un escenario denostado por ambos en el pasado;construido con los dineros públicos de la Cuarta República;demolido por el guionista de “Zamora” en un ensayo virulento y brutal, donde lo catalogó de espacio confuso, laberíntico, ridículo y mal diseñado. Pero ahora sí le gusta y lo legítima no sólo con su presencia sino con sus muecas de satisfacción.
La lengua es el castigo del cuerpo. Escribir es un oficio condenado a juzgarnos en el futuro.Por eso, en pocos años, usarán “Zamora,La Novela” en mi contra y mis generaciones de relevo la lapidarán por reaccionaria, falsa,ingenua,oportunista,arrogante y pomposa.
Además, la criticarán por reiterativa, redundante y pésimamente redactada, sin estilo alguno. Y yo la defenderé como pueda. Y nunca faltará un bicho dispuesto a reivindicarla como “la última Piedra de Mar” de la historia o alguna necedad de igual tenor.
A lo mejor,quien quita, los nietos del grupo “Relectura” me harán homenajes por ella, cuando cumpla setenta años y yo sea un despojo humano, para hacerse publicidad a costa de mis huesos de momia inservible.
Me invitarán a los teatros del este a dictar conferencias y charlas aburridas, donde hablaré en un castellano ininteligible, producto de la alta ingesta de alcohol, Viagra, Prozac y Vicodín. Seré un desecho cultural en venta y las fundaciones y editoriales cosecharán mis infames proyectos literarios.
Haré las paces con Pen Club, Nelson Rivera,Rodrigo Blanco y Sergio Dahbar. Recomendaré las últimas atrocidades publicadas por Mondadori. Aprobaré las columnas de Cabrices en “Todo en Domingo” y “El Librero”.
Iré a los bautizos de mis colegas y a los de Paulo Coelho moderados por las estrellas de Venevisión. Firmaré libros, brindaré con vino chimbo y me retrataré con los fanáticos de Twitter. Concederé entrevistas y discurriré alrededor de mi cantidad de “followers” acumulados en un mes. Se me subirá el ego en 140 caracteres.
Viviré de dar vueltas y giros sobre mi propio eje como los promotores de El Salmón y Platanoverde,de Bienal en Bienal.Ligaré, beberé alcohol y viajaré de gratis, sacando provecho de mi condición de Rock Star de las Letras.
Salvador Fleján me dedicará una carta de amor.
Rumbearé como los chicos de Justice, como los niños malos y terribles de la generación del “Crack”, de “McCondo”.
Andaré de tejanos, zapatillas Converse, franelas y chaquetas de pana.Fumaré porros, cigarrillos con filtro y me las tiraré de intenso, de malandro,de sifrino bad boy, de periquero del Country Club, de Bukowski de San Bernardino,de Hunter Thompson del Paramo,de heredero del Techo de la Ballena, por la reconstitución del magma.
Reencarnaré a Diego Rísquez, al Príncipe Negro y a los indultados del caso Vegas, en detrimento de los chivos expiatorios de los “4 Crímenes,4 Poderes”.
Ojalá no sea así.
Prefiero una muerte lenta distinta a la de Adriano y a la de Pancho en la Playa, asediado por sus zamuros de Internet y Facebook.
Me gustaría morir como el Doctor, en su ley, en su regla, odiado y respetado por todos.Millonario como el Gabo, decepcionado del mundo, regenerado por la cirugía plástica y de regreso de mil batallas.
Por ello, el Doctor es una presencia fantasmal en cada bastión cultural y social del país. Lo conocen arriba y abajo, a la izquierda y la derecha. Es mi mecenas y tú mecenas. Abre puertas, establece contactos, maneja los hilos del poder y siempre se sale con la suya. Es una síntesis de la corrupción de estado y camina conmigo, como el fuego de David Lynch.
Surgió al calor de la montaña, participó en la guerrilla urbana y después lo integraron al sistema. En adelante, militó en las filas de AD, MAS, COPEI, El Chiripero y ahora es un boliburgués a todo trapo, con carnet del PSUV y amistades en la mesa de la unidad.
Hace negocios con los dos sectores y maneja la diplomacia de élite, enfundado en sus zapatos de marca y en sus camionetas blindadas.
En lo personal, me brinda respaldo y apoyo, por múltiples lazos de afecto. Y a cambio de ello, yo no lo juzgo. Sólo cumplo con desnudarlo para describirme mejor delante de ustedes.
Tampoco se hagan ilusiones conmigo. Yo no soy un santo, soy un resultado aberrante de mi época, atorado en el fango de la contradicción y la esquizofrenia.Soy el reflejo de Chávez en menor escala.
Allá lo vemos despedirse en la multitud, ahogado por una marea de camisas rojas rojitas y puños alzados de puro clamor patriotero,fascista, falangista.
El tipo es un descendiente de Franco por la gracia divina y acá nos caeremos a cuchilladas por su culpa, el día de mañana. Es la maldición implícita de “Zamora”, ratificada en el 2010 por “Taita Boves”.Su desolador epílogo nos increpa y nos señala: en la búsqueda eterna del caudillo redentor, nos revolcaremos en el chiquero de la guerra civil, de la violencia, de la sangre por la sangre. Chávez nos sepultará como civilización.
No en balde, el presagio de Chalbaud,Luis Britto y Lamata nos ha alcanzado por la vía de las armas, los asesinatos en masa, las degollinas,los toques de queda y las barbaries en pleno siglo XXI. Pronto las ciudades amanecerán de golpe en estado de sitio permanente.Es la balcanización,la vietnamización y la colombianización de nuestro territorio,de nuestro conflicto.
Mientras tanto, la miseria,la peste y la podredumbre retornan por sus fueros, en un castigo bíblico por nuestra indolencia, nuestra apatía,nuestra negligencia,nuestra debilidad y nuestra mediocridad.Así es la pesadilla de Darwin en Venezuela.
Afuera del Teresa reinaba el desorden y la anarquía. La gente pobre subía a los autobuses y los ricos bobos ascendían a sus limusinas con escoltas.El tráfico inundaba las aceras y las avenidas contiguas.
El despelote se tragaba las esperanzas y los deseos del soberano. La decepción era general.

Al salir de la sala, el Doctor me llevó para el costado “chic” de la “metrópoli”, para enseñarme el absurdo y la inconsistencia política de la Quinta República, supuestamente socialista.
A la altura del Centro San Ignacio, respiramos los aires de una seudomodernidad implantada e impostada, fotocopiada de una maqueta de Miami Beach, fabricada por estudiantes de arquitectura de la Central, asesorados por el tío Federico Vegas y por el señor del Plagio, Javier Vidal, fascinado por la belleza del urbanismo “high tech” vendido por Oriol Bohigas para redimir la fachada lúgubre de las capitales del neoliberalismo kistch como Barcelona, especie de parque temático para chicos pijos,esnobistas y bohemios.
No por casualidad, la fundación para la Cultura Urbana ofreció una conferencia impartida por el gurú de la “gentrificación” y de la legitimación de capitales en obras públicas, Oriol Bohigas, profeta de la construcción y de la inversión extranjera, con fines “culturalistas”.
Salvando las distancias, Bohigas sería el hermano cool de Farruco Sesto. Ambos erigen monumentos en nombre de las mismas consignas: patria, regeneración, tolerancia y progresismo. Ambos son arquitectos de los sueños socialistas y capitalistas. Lastimosamente, ambos serán deglutidos y carcomidos por sus fantasías en el futuro. Allí Barcelona y Caracas competirán por ser la sede de los juegos olímpicos del sálvense quien pueda en el 2050, cuando la distopía sea una realidad difícil de contener para la aldea global, y entonces el caos del Sur desborde al Norte.
La desastrosa administración de la riqueza del planeta y de sus recursos, también se devolverán contra nosotros como un boomerang.
Por ello, no pierdo mi tiempo, abandonando el país en medio del Tsunami,como ratas en desbandada.
Yo estoy viviendo la realidad del futuro. Ustedes al arrancar de aquí, sólo quieren postergar y posponer nuestro desenlace común, a la espera de una rectificación, de un cambio de timón.
Pero les tengo más noticias:en cuestión de años, nos veremos las caras en el infierno.
Prepárate, porque se te viene un “Apocalipsis Now” encima. Lo del Big Brother,1984 y el terrorismo son apenas los anticipos, los avances, los trailers de la película(zamorana)por arribar a la cartelera internacional.
Sea como sea, no me banco la hipocresía de marcharme y de fingir demencia desde el exilio. Allá ustedes sí lo hacen, es su problema. Yo prefiero morir aquí con las botas puestas en el salón de máquinas del “Titanic”, atiborrado de agua y desesperación.
Gocen de sus privilegios de primera clase, con musiquita de fondo incluida, mientras duren.Sin embargo, el hundimiento nos igualará a todos en el abismo.
El Doctor para en el restaurante “Lola” y me convida a comer y a observar la decadencia moral de nuestra alta sociedad,pagando platos y tragos a dólar negro. Me recuerdan a los burócratas y turistas de los hoteles de lujo de la Habana.
Bailan tecno, consumen cocaína por dosis gigantescas, chupan teteros de vodka y derrochan un sentimiento de superioridad entre imbécil y descerebrado,enajenado y farandulero. Su hedonismo huele feo, a fiesta de Nazis en el bunker de Hitler, en la víspera de su caída.La denuncia de “Rotten Town” no es chiste.
La cuenta nos sale en 200 dólares, con botella de vino, y al cambio nos resulta una grosería. El Doctor mira la factura, extiende una tartera de crédito dorada y la paga como si nada. Luego me deja en la puerta de mi casa y se despide con una pregunta: ¿valió la pena?
Y yo le respondo: “no sé. Quizás me alcance para un artículo, para un reportaje, para una crónica.” Y él me dice: “¿para otra crónica? Aquí tienes suficiente material como para una novela.”
Yo muero callado y el pisa el acelerador sin mediar palabra. Desaparece como siempre, como una sombra, como un asesino en serie, como un mercenario en la selva,como un espejismo en el desierto.
Desde entonces, hace un año, la idea vuela y ronda por sobre mi cabeza,a pesar de ser un enemigo declarado de la novela como género. Para mí, carece de futuro. No tiene sentido en la actualidad con internet. Es una pérdida de esfuerzo, de plata, de papel y de dinero.Es otro filón condenado a la muerte, maldito como “Zamora”. Es un asunto demodé, desfasado y reaccionario. Tuvo sentido durante el nacimiento de la burguesía decimonónica, carente de oficio y urgida de distracción.
Hoy es un entretenimiento para un grupito de 30 mil personas, el equivalente a una pobre clase media y alta con ínfulas de aristocracia civil ilustrada,laica y bien pensante,de exposiciones, galerías y cafés de Los Palos Grandes. Una oligarquía de provincia desligada de su contexto y venida a menos.
Todos quieren escribir su novela para darse importancia, todos quieren vivir como reyes de la literatura, todos quieren probarse así mismos a través de ella. En efecto, hasta yo acabo de terminar la mía.Es demasiado fácil, demasiado sencillo.Es demasiado banal. Ahórrense el trámite.
Con todo, yo intenté hacerlo de manera distinta.Le puse musiquita, videitos y empeño para darle un nuevo aire(de revolutionary blogger).Pero aun así, perdí mi tiempo. Mi novela no salvará ni redimirá al género de su descalabro. Apenas contribuirá a profundizarlo. Ahí radicará su único y principal mérito.
Lo demás es puro cuento,pura ficción.
A confesión de partes, relevo de pruebas.
Mi novela la escribí por despecho y para lidiar con mi soledad, con mi alienación, con mi frustración, con mi nostalgia ,con mi dolor por haber sido víctima de un Secuestro Express, por mi complejo de grandeza, por mi ambición de poder 2.0, por superar mis barreras, por demostrárselo a mis adversarios, por cumplir con un procedimiento de rutina.
Fue una terapia para compensar la crisis de los treinta y tres.
Aunque a los 34 sigo igual de confundido y extraviado.
Gracias por asumirlo, aceptarlo y comprobarlo conmigo.
¿Hace falta otra moraleja?
Zamora soy yo.
Bienvenidos a mi funeral.
¡Y no se pierdan mi resurrección en tres días con el estreno del Taita Boves!
¿Patria,socialismo y muerte?
¿Pin,pam,pum?
Mejor dicho,pan y circo.
Es todo.
Viva el Heavy Metal.
Larga vida a Megadeth y ACDC.
Cause i’m T.N.T.

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