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443 Aniversario de Caracas según Papel Literario


Ayer,como siempre, me abandoné a la lectura de Papel Literario, para saber cuán lejos y desconectada sigue de mí realidad, de mí contexto, de mí red social, de mí presente. Y como era de esperarse, le dedicaron un homenaje «choronga» al 443 aniversario de la fundación de Caracas, entre solemne, reaccionario, clasista, maniqueo y pasado de moda.

Nada se habló del barrio, de la mal llamada «ciudad informal» y sólo la mencionaron, por defecto, desde el plano del «mea culpa» o el problema a resolver. Para ellos, Petare y la Charneca no existen sino como «testimonio del fracaso de la modernidad» en la metrópoli, cuya responsabilidad parece obedecer a la gracia divina. Según el encartado, la distopía llegó para quedarse, aunque jamás explican cómo, cuándo y por qué. La pobreza es un resultado abstracto y ambiguo carente de origen.

En el esquema binario de la separata, todo pasado fue mejor, y en algún momento de la historia cayó en desgracia por la pésima gestión de nuestra clase gobernante, típico chivo expiatorio de la sociedad civil, para lavarse las manos,en la construcción de sus relatos «autoindulgentes» y ombliguistas.

En el mismo sentido, publicaron una galería de fotos y postalistas anodinas, donde nos podíamos deleitar con una imagen higiénica y políticamente correcta de la capital, exenta de peligro, caos y miseria. Los excluidos de costumbre tampoco gozaron del privilegio de la identidad y el reconocimiento urbano, por parte del Consejo Editorial, al brillar por su ausencia.

También faltó equilibrio en la balanza de las firmas y diversidad en el contenido de los artículos.Por momentos, redundaban en tópicos, razones, argumentos, clasificaciones y estilos. Los únicos en salvarse del largo río de la uniformidad, terminaron siendo Tomás Straka, Henry Vicente,Lorena González y María Isabel Peña, de quien me permito extrapolar un par de citas:

«Hoy, más que nunca, Caracas pide un plan que integre la diversidad de sus actores, que multiplique los beneficios del potencial paisajístico del lugar y que rompa las barreras de la exclusión urbana y humana que se ponen de relieve al observarla detenidamente.»

«Cada día se hace manifiesta la necesidad de orquestar las partes y derrumbar las fronteras políticas».

Estoy de acuerdo. De resto se impuso el clima de la superficialidad, la censura, el anacronismo, la cursilería nostálgica y el sermón politiquero de tendencia parcializada de la mano de gente identificada con la mesa de la unidad. Por tanto, volvía a reinar la tiranía comunicacional del conflicto de interés, pero impulsado por la oposición. Espejo del derechismo divisionista y clientelista del PSUV. Una segregación intelectual absurda y desfasada, hecha a la medida de los incondicionales del director,Nelson Rivera.

En consecuencia, nos aburrió la predica de Federico Vegas, con su título seudopoético de «ciudades presentidas»; el tono egocéntrico de Arturo Almandoz; y los descubrimientos del agua tibia de Enrque Larrañaga y Frank Marcano. No se los pierdan:

«Caracas es una ciudad marcada por su montaña».

«La Ciudad es una estructura lenta y compleja».

En lo personal, considero de lo peor las contribuciones de Marco Negrón y Nelson Rivera. El primero se lanzó una nota de ciencia ficción y estudio comparativo, para vislumbrar un futuro para Caracas, viéndose en el espejo de supuestos modelos de éxito: Medellín, Bogotá,Quito, Lima y Curitiba. Meros castillos de naipes sostenidos con palitos de helado.Proyectos devenidos en testimonios de la desigualdad y el derrumbe de la mitología neoliberal, hoy de capa caída como el socialismo del siglo XXI. Espacios de la contradicción en América Latina.

El segundo se incluyó en la lista del top ten, para estirar una idea sencilla, la necropolítica, hasta diluirla en un mar de analogías, metáforas y teorías jaladas por los cabellos. Sin duda, una arbitrariedad apenas comprensible por el personalismo tiránico del autor. Y después se llena la boca al condenar al «cíclope totalitario». Por favor. Mírese en el reflejo del narciso de Miraflores y luego conversamos.

En resumen, extrañamos mayor pluralidad, apertura y conciencia del tiempo vigente. No por casualidad, la escritura de los textos, su estructura y la manera de presentarlos, alude a un formato anticuado, preservado por el miedo de los ortodoxos a perder su status de notables incontestables e irrefutables. Mientras tanto, por aquí los esperamos en la Caracas 2.0, para ejercer la ciudadana como se debe: en igualdad de condiciones, de tú a tú y apostando por el diálogo constructivo, por medio de las ágoras concretas y virtuales.

Feliz aniversario le desea panfletonegro a CCS, aunque mal pague. No obstante, la preferimos mil veces por encima de sus supuestos dolientes de la academia. Puros arquitectos mesiánicos, con complejo de grandeza, refugiados en sus torres de marfil. Algún día saldrán de su apartheid cultural, de fantasía burguesa-bohemia de prosperidad, comodidad y calidad de vida. Triste su destino: fungir de cabecillas de la agresiva «gentrificación» de las ciudades, para limpiarlas de su abyección, de su hiperviolencia, de su natural locura y de su irremediable enfermedad darwinista.

Bienvenidos a nuestro Apocalipsis Now, ilustrado por Nelson Garrido en «Caracas Sangrante». Por cierto,arriba encabeza el post.
Dios nos agarre confesados.
Dulces sueños, amigos de FAU y viudas del Plan Rotival.

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