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Algo Oscuro se avecina parte 2: las últimas secuelas de la vieja semana de la narrativa urbana

Yo no me pienso arrepentir, ni retractar por lo que dije. No voy a caer en ese jueguito manipulador de mea culpa Hollywodense. Mi demanda era justa y la sigo sosteniendo: discutir las bases del mal llamado evento de la nueva semana de la narrativa urbana.Punto.

Una ola de histeria, de corrección política, de necedad, de moralismo ramplón y de cacería de brujas se desató contra panfletonegro a raíz de la publicación de un supuesto artículo pendenciero, en donde apenas se tocaba superficialmente un problema de fondo. Pero lo mejor vino después: la abrumadora reacción del público indignado ante el discriminador proceso de selección natural planteado por los dos Torres, quienes nunca salieron a defenderse, y optaron por zanjar el asunto como si de una campaña oficialista se tratase. Es decir, acusándonos de fascistas y de intolerantes, a la peor manera dicotómica de La Hojilla, cuando en realidad son ellos los intolerantes y los arrogantes al negarse a dialogar con nosotros, alrededor de la convocatoria de su proyecto literario.

Lo más triste de todo fue constatar el grado de complicidad de ciertos jóvenes escritores con la organización de la Semana, y al mismo tiempo, el curioso silencio de muchos implicados en la materia de discusión. Incluso, algunos aspirantes a novelistas de folletín cumplieron el patético papel de justificar el burocrático, anticuado,represor, elitista y desvencijado estilo de escoger a los invitados a la muestra, en donde sólo te aceptan después de evaluar tu currículum, de ficharte y de revisar tu linaje. Una curiosa forma de disfrazar un obvio criterio de censura parapolicial inadmisible para los tiempos de hoy. Se trata de cultura, amigos, no de la inscripción a un partido político, no del sistema del Acta Patriótica, no de un casting de talentos, no de la alcabala de la embajada americana para sacar la visa.

Semejante aduana estaría bien para filtrar a seres indeseables y a terroristas en un aeropuerto paranoico del mundo post once de septiembre. Tal chantaje sería aceptable a la hora de aspirar a un cargo público o privado, dependiendo del caso. Sin embargo, no tiene nada que ver, absolutamente nada, con el estímulo institucional al campo de la creación o con el arbitrario espacio del ingenio distinguido por el universo editorial. Me explico.

Rodrigo Blanco no ganó el concurso de cuentos de El Nacional, por ser Rodrigo Blanco y por haber publicado en Mondadori. Eso vino después. Lo ganó porque escribió su cuento bajo seudónimo y un jurado conformado por varios profesionales del medio lo consagró con el honor del primer premio, sin conocer ni su origen, ni su procedencia, ni su carrera. Si esto te parece fascismo, Héctor Torres, entonces hasta aquí llegó nuestra conversación. Si esto te parece malo y negativo, Pedro Rodríguez, entonces apagamos la luz y clausuramos la república, mi viejo. Lo otro es darle la razón al viejo mecenazgo monárquico y cogollérico auspiciado por el estado, para cerrarle el paso a las voces disidentes.

Se supone que hay que dar el ejemplo, que hay que hacerlo mejor que el gobierno. Y ya chabemos que el gobierno lo hace mal, muy mal, porque sus convocatorias culturales huelen a arreglo, a trampa y a dedocracia. Por ejemplo, la Villa del cine tampoco abre concursos limpios, sino entubados desde el inicio para favorecer a su clientela ideológica.

Por ello, los criterios de la semana deben ser modificados y corregidos, si quieren deslastrarse de las comparaciones incómodas con la revolución bonita y con las macollas adecas del pasado y del presente de Conatel. De lo contrario, seguirán moviendo a la sospecha por la falta de transparencia , de equilibrio y de ponderación al momento de concebir su semana de la nueva narrativa urbana. ¿Cuál es el miedo? ¿ A qué le temen? ¿ Por qué no lo hacen como El Nacional y san se acabo? ¿Es que acaso quieren remedar el esquema del premio Rómulo Gallegos?

Si es urbana tiene que ser abierta, y si es nueva tiene que rechazar cualquier modelo desfasado, incongruente y reñido con la historia de las letras. No en balde, si el proceso de selección de ustedes tuviese algún sentido y validez, miles de escritores famosos permanecerían inéditos y en el anonimato. He aquí una lista de los casos más célebres y sonados( en el foro ustedes pueden agregar otros, si quieren):

-Rimbaud. No tenía currículum para el momento de su estallido como poeta. Ya saben a donde llegó.

-Jhon Kennedy O Tole. Murió sin publicar porque precisamente no tenía currículum. Tiempo después se convirtió en una figura capital de la literatura, tras la edición post mortem de su joya “La Conjura de los Necios”.

-Hunther S. Thompson. Un desastre humano, mentiroso de profesión. Tampoco tenía C.V. Hoy en día es reconocido como el padre del periodismo gonzo.

-Nelson Rivera. No es santo de mi devoción. Es uno de ustedes, del Pen Club. Cero currículum. Pero aun así ha llegado lejos y el tipo escribe unos ensayos políticos que te asustas.

– Carlos Flores. Llegó a la redacción de Exceso sin CV. Con todo, Armando Coll le dio el chance, porque vio en él a un auténtico nuevo narrador urbano. Hoy tiene dos libros publicados, es colaborador de Papel Literario y se desempeña como editor de la revista Zero, donde sigue dando guerra.

– Jhon Manuel Silva. Es joven, es inquieto, es de los Teques. No tiene CV. Lo rechazaron en la semana de la nueva narrativa urbana. Igual ,se los garantizo, va a llegar lejos. Prepárense porque el chamo viene con todo.

Finalmente, la pelota vuelve a quedar de su lado. Ya yo expuse mis ideas con claridad y sin acudir al consabido ad hominen. Después no se quejen. Sólo espero que ustedes, algún día, pueden igualar el récord, en internet, de mi anterior artículo sobre la semana.

Tu Pedro, espero que puedas superar la barrera de cien comentarios en uno de tus post, que 29 personas voten a tu favor (cuando a lo sumo lo hacen menos de seis en panfletonegro) y que más de 4000 lectores se enganchen con el próximo de tus ensayos. Hasta el momento, Pedro, tu respuesta hacia mí tan sólo acumula diez comentarios, de los cuales tres fueron escritos por ti. Como siempre, los números no mienten.

Señoras y señores de la semana de la nueva narrativa urbana, ustedes tienen la palabra a partir de ahora. Ojala que esta vez, no escondan la cabeza como el avestruz, porque la aplanadora de la historia les va a pasar por encima. Es todo. Buenas noches.

Por cierto, he recibido varias amenazas por haber escrito el primer artículo. Con todo, no me van a intimidar, ni acallar.Si me llega a pasar algo, ya saben a quien acusar de fascista.

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