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Un palo de agua: Calle 13 le pone regetón al Trece de abril

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Estoy con nane y Especial K. en el último concierto de Juamba. Vinimos a escuchar a Calle Trece en vivo, y además para contrapuntearlo en el marco histórico y político de la celebración del 13 de abril. Nuestra idea era conseguirnos con CH, Klaus y Marc pero nunca los encontramos. Con ellos, el concierto hubiese sido más divertido. Pero igual vacilamos, sobre todo gracias al humor antichavista de Especial K., cuya  condición de bolivariano renegado lo hace aun más gracioso.Me explico. 

Especial K. trabaja en uno de los canales del estado, no puedo decir cual, y se sabe todos los chismes internos de la red mediático berlusconiana del presidente. A propósito, la conducción del evento corrió por cuenta del canal de Juamba, Avila Tv. Por lo cual, la compañía de Especial K. venía como anillo al dedo.

Al respecto, Especial K. empezó a soltar la lengua al ver a Apolonia en tarima: mira esa pana, vale, cayendo bien bajo, como siempre, con esa actitud ridícula de malandra Elizabeth de cartón. No me la creó para nada, es una caricatura de chavista fashion, como la cuerda de parásitos boliburgueses de Tiuna el Fuerte. Todos tienen su programita de televisión en Ávila, todos dicen incoherencias en Ávila, todos son igualitos a los mamarrachos de  Puma TV o Canal I, pero chavistoides light, porque ni siquiera le meten de frente al proceso. Te lo juro, es pura imagen, pana, pura pantalla sin mayor contenido, puro mandibuleo de carajito patinetero de la Plaza de la Castellana. Mucha pinta de busca peo, de guerrillero, de tirapiedra, de Mario Silva, de anarquismo liberador carente de sustancia. Para eso, mano, hubiesen dejado al canal dos en el aire. Hasta los chamos de Ají Picante son más ratas. O no?

Cobra: para mí todo esto es una impostura de ñoña, una fiestica de disfraces pagada con reales del Seniat, con nuestros reales, pues, en palabras de Daniel Pratt. O como le dije hoy a una amiga panfletaria: se trata de un vulgar un show retroprogresita contra Bush, subvencionado por Pdvsa. Es decir, subvencionado indirectamente por el petróleo vendido a Bush.

         

Nane: ya esta vaina se me está convirtiendo en un deja vu, pana. Ya yo he estado aquí, Especial, ya esta vaina la vengo viendo desde que me conseguí con este bichito en Cuba. Esta vaina es igualita a los conciertos anarcopunks del vedado o las rumbitas clandestinas en el corazón glam de la Habana. Pura promesa de rompimiento, puro simulacro de subversión contra el status, y al final no pasa nada.         

Cobra: por cierto, ¿esa que está ahí es La Redonda?       

 Especial: claro, brodercito, y se están redodeando una bola con el proceso, tocando una salsita pegajosa e inofensiva mezclada con rap.        

 Cobra: algo como lo que hacen los Tres Dueños…       

Especial: algo como lo que hacen todos. Agarran música que no es de ellos, la versionan, le pegan un corito vendedor y listo. Fíjate que la redonda se ha hecho famosa por “Será lo que tu quieras que sea”.Sin duda, estos panas están acabando con la música, la están asesinado.         

En efecto, después de terminar su perfomance, el vocalista de la Redonda se lanzó un discurso de propaganda a favor del gobierno,hablando del retorno de la democracia y otras estupideces por el estilo, a la luz del trece de abril.        

 Paralelamente, las irregularidades organizativas del concierto comenzaban a contarse por docenas.Primero, había seguridad en la entrada. Después quitaron la seguridad de la entrada. Si la iban a quitar antes de Calle Trece,¿ para qué carrizo la pusieron entonces? Para meter la coba.¿Será lo que tu quieras que sea?No entiendo.       

  Luego, la moderación daba pena ajena. Las chamas no sabían hablar, proyectaban inseguridad y tampoco cumplían con su trabajo de insuflar ánimo al público. Por su falta de credibilidad, la audiencia las llegó a odiar. Las pitaban, las insultaban y las expulsaban de la tarima. Lo más cómico, como diría Ch más adelante, era el contradictorio look de Apolonia, ostentando un modelito de Barbie Afro, un vestidito de cóctel para celebrar el día de la secretaria. Mientras tanto, ella seguí reafirmando su supuesta condición de hip hopera, diciendo incoherencias por el micro. Yeah, yeah, aquí en la casa, esperando a Residente y Calle Trece, Calle Trece y Residente in da house, celebrando el trece, porque todo once, tiene su trece.        

 De igual modo, la puesta en escena y la producción general apuntaban a reforzar la propaganda de gobierno, bajo el mismo lema de “Todo Once, Tiene su Trece”, proyectado de manera continúa en la pantalla electrónica  de fondo a manera de video loop, con los típicos montajes de diseño con la cara de Bush de por medio. Al menos así se le hacía justicia al verdadero promotor y financista del evento.      

   En cualquier caso, el concierto era la excusa de la semana para justificar la inversión proselitista de la revolución bonita, de cara al electorado adolescente para las votaciones regionales de noviembre. Esto es, parte de la campaña de la Alcaldía Mayor, para el segundo mandato de Juan, a quien, por cierto, Chavez lo tiene en la mira, por su relación mercadotécnica con El Nacional, al llenarlo de avisos con dineros del municipio, en la clásica desviación de fondos para obtener inmunidad mediática. Por eso Juan es un intocable de El Nacional. Además, la ex secretaria de Juan es la novia de Miguel Henrique. De ahí, el recorte del presupuesto de la Alcaldía Mayor. De ahí, su necesidad de recurrir al apoyo del periódico de marras. De ahí, su reciente inclusión en calidad de articulista de El Nacional. Por cierto, su columna allí recibe el nombre de “La Quinta Columna”. Una pequeña declaración de principios, porque él es considerado una Quinta Columna dentro del chavismo.        

 Así las cosas, la contratación de Calle Trece buscaba no sólo afianzar el ideario proselitista del gobierno, sino decantarlo a través del filtro de la farándula para posesionarlo mejor en la mente de los chamos. Una sofisticada, divertida pero brutal operación ideológica de lavado cerebral, orquestada y planificada por Juan Barreto en compañía de sus aliados de Avila Tv.      

         Finalmente, y después de todo, Calle Trece se prestó para la mascarada, sonando y bailando con energía. En honor a la verdad, brindó un bonito espectáculo a cielo abierto, tocando desde “Culin Culin cun Fly” hasta la remanida “Atrévete”, a pesar de haber sido utilizada con anterioridad por el candidato de la oposición, Manuel Rosales. Ello demuestra la vena transformista,camaleónica y mercenaria de la propuesta de Calle Trece, dispuesto a vender su producción discográfica al mejor postor.

En realidad, Calle Trece es un tránsfuga lleno de contradicciones. Ahora canta contra Bush porque es un árbol caído, de hecho cantó contra Bush en el concierto, pero igual se le regala al mercado hispano de Miami. Depende del mercado hispano de Miami, y de paso, vive la vida loca de Miami. Aparte, su sensibilidad social y su compromiso político terminan a la hora de escoger pareja. El hombre tiene debilidad por las modelos, al estilo de Leo Di Caprio. Aparte, es arrogante con su cuerpo y le saca partido en función de sus intereses económicos. Si fuera un Juanito Alimaña de verdad, no estaría derrochando físico en tarima, ufanándose de sus pectorales y de sus abdominales. En suma, es un Daddy Yanquee menos descerebrado y materialista, en apariencia. Si me dan a escoger, me quedó con Tego Calderón, porque no anda con cuentos. Viéndolo bien, Calle Trece es el equivalente clase media de Eminem para el mundo del perreo. A mi no se olvida que él cantó un pedazo de tema con Nelly Furtado.

Por su lado, la ocasión de disfrutar de Residente en vivo, se vio un tanto apañada por la irrupción de una curiosa lluvia de tintes metafísicos, alegóricos, poéticos y sintomáticos, cuya explosión acabó con el toque. Como en las malas películas Argentinas, donde siempre llueve, aquí el agua desató su furia inclemente contra nosotros, contra Calle Trece, contra Residente, cual castigo divino, cual deux machina de teatro griego, cual lluvia de sapos en Magnolia, tras un domingo de resurrección. 

De regreso, la hermosa Nane, el deslenguado Especial K y un humilde servidor, íbamos en mi carro en plan de zombies,sin mencionar palabra, emparamados de pies a cabeza. A Nane le corría de la frente una conmovedora línea de agua entre los ojos, bajo su habitual cara de ternura melancólica.Nunca supe y nunca le pregunté si estaba llorando o no. En todo caso, la situación invitaba a abrigar sentimientos de derrota, pérdida y aflicción. Nuestro dolor compartido al borde de la depresión de la última hora de la semana. Algo para acompañar con Disintegration de The Cure como banda sonora.

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