Inicio Descontento Caso billetes de 100bs: Redistribución de la riqueza (pero al revés)

Caso billetes de 100bs: Redistribución de la riqueza (pero al revés)

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Caso billetes de 100bs: Redistribución de la riqueza (pero al revés)

     

     La retirada de los billetes de 100bs producirá una transferencia de la riqueza, desde los más pobres y no enchufados, hacia los más ricos y más enchufados con el socialismo. A continuación intentaré explicar por qué.

 

     Maduro contrae la masa monetaria, abrupta y momentáneamente, expropiando (o más bien expoliando) una buena cantidad de los billetes circulantes se 100bs. Quienes no puedan canjearlos, verán cómo se les esfuma por decreto su capital. Es decir, de un día para otro hay menos bolívares en el mercado y mucha gente, especialmente los más pobres, perderá parte de su capital en el proceso.

 

     El objetivo declarado era supuestamente perjudicar a las «mafias» en la frontera que mueven grandes cantidades de efectivo en esta denominación. Entiéndase por supuesto «mafias» no conectadas con el chavismo, las verdaderas mafias rojitas no se verán muy afectadas, no se preocupe. Naturalmente no son perjudicadas sólo aquellas «mafias», sino a la vez también una buena parte de la población, especialmente la no bancarizada y la más humilde. La que maneja altas cantidades de efectivo debido a la hiperinflación (causada previamente por el gobierno).

 

     La retirada súbita de tanto efectivo tiene dos efectos, uno de ellos ya se ha podido apreciar. A corto plazo, ya se ha visto una caída del precio del dólar denominado en bolívares. Esto se debe a que buena parte del mercado cambiario paralelo, se realizaba en efectivo y en la frontera. Por lo que al desaparecer una buena parte de los bolívares, los vendedores de dólares o pesos colombianos deben bajar sus precios de querer seguir vendiéndolos.

 

     A largo plazo –asumiendo que la circulación del nuevo cono monetario siga postergándose y que no se descuenten las expectativas de los agentes que deberían anticipar esto- la contracción monetaria en el ínterin también podría afectar los precios de las mercancías a nivel generalizado (especial y primeramente en aquellos mercados y productos en donde se use mayoritariamente el efectivo). Es decir, de durar algún tiempo más esta caótica situación, podría incluso ocasionar un descenso de los precios de forma generalizada, lo contrario a lo que se conoce como inflación.

 

     ¿Parece hasta bien no? Incluso a costa de quienes en el proceso se hicieron más pobres, podrá decir algún desalmado. Pues todo lo contrario.

     

     Aquí viene lo lamentable, tanto la caída en el precio del dólar como una eventual caída generalizada de precios de otras mercancías, durarán muy poco. Sólo hasta que empiece a circular apropiadamente el nuevo cono monetario. Es decir, estos aparentemente buenos efectos, producto de haber expropiado una parte de la riqueza de gente humilde no bancarizada y/o poseedora de gran cantidad de un efectivo que ya no podrá canjear, será sólo una ilusión momentánea. Una ilusión que tenderá a afectar a los más pobres y a los no «enchufados» con el gobierno.

 

     ¿Y qué pasará cuando circulen los nuevos billetes y vuelvan a imprimir salvajemente, inflando como es costumbre la masa monetaria?

 

     Aquí tengo que apostar a que la intención del gobierno jamás fue contraer la masa monetaria de forma definitiva, ni nada parecido. Incluso aunque pueda verse excitado por la caída del dólar o tal vez del resto de los precios. Ya que el socialismo conoce muy bien cuáles son sus beneficios, al imprimir cada vez más dinero de forma irresponsable para poder pagar sus cuentas en bolívares o para intentar dar un empujón ficticio a la economía. La contracción de la masa monetaria le perjudicaría directamente a la larga. Por esto, mi apuesta no sólo es que se restituirá con creces el tamaño de la masa monetaria anterior –contraída momentáneamente con esta torpe medida supuestamente anti-«mafias»- sino que además, el gobierno continuará inflando la cantidad de dinero en el mediano y largo plazo al mismo ritmo en que venía haciéndolo.

 

     Cuando un gobierno crea nuevo dinero, este entra en la economía por caminos muy específicos. Lo que coloquialmente se conoce como inflación (subida generalizada de precios), que es causada por la introducción de nuevo dinero inorgánico, no es instantánea. Algunos precios comenzarán a subir, en la medida en que se comience a percibir un incremento de la demanda de aquellas personas que reciben de primero el nuevo dinero y pueden comprar ahora más que antes. Es decir, quienes reciben antes el nuevo dinero, aprovechan de comprar más cosas y lo hacen antes de que suban los precios. Mientras que, a quien después de un tiempo le llegue de último el nuevo dinero (o no le llegue nunca), sólo sufrirá el aumento de la inflación por la expansión monetaria. Y la mayor cantidad de dinero que ahora podría tener, le servirá de muy poco en un mercado con muy altos precios. Así, los más beneficiados de la expansión monetaria (de la introducción del nuevo dinero), serán aquellos que reciban el nuevo dinero de primeros. Y los más perjudicados, seremos los demás, especialmente los más pobres, quienes sólo sufriremos el eventual aumento generalizado de precios.

     

     ¿Adivine usted por cuáles caminos entra y entrará el nuevo dinero en la economía venezolana?

 

     Ha adivinado: a través de los ricos enchufados del socialismo bolivariano. Los banqueros del régimen, los corruptos millonarios contratistas del gobierno (los mismos que cobran las obras pero no las construyen) y toda su amplia red clientelar. Especialmente se aprovecharán del nuevo dinero las mafias rojas rojitas que tienen acceso al dólar preferencial y a la importación bendecida por los permisos de sus amigotes en el gobierno.

 

     A través de estos entrará el nuevo dinero a la economía. Estos enchufados podrán salir corriendo a aprovecharse de la caída momentánea de precios para comprar mercancías y dólares baratos antes de que empujen sus precios nuevamente al alza, retomándose así el momentáneamente interrumpido proceso hiperinflacionario y de devaluación del bolívar. Los precios de todo volverán a subir, el valor del bolívar volverá a caer subiendo el del dólar y se continuará por ese camino tan propio del socialismo. La inflación volverá a galopar «a paso de vencedores» y los más pobres seguirán sufriendo implacablemente sus efectos.

 

     Así es como esta medida de ilegalización súbita de los billetes de 100bs, es decir, este decreto de expoliación de parte de la riqueza de los más humildes, terminará a la larga transfiriendo la riqueza expoliada a aquellos, hacia los más ricos y enchufados con el gobierno. Estos, que muy pronto recibirán de primeros el chorro de billetes nuevos, aprovecharán de ser los primeros que puedan aprovechar las “rebajas”, comprar dólares preferenciales, comprar dólares en el mercado paralelo mientras esté a bajo precio y tal vez incluso comprar cosas más baratas en el mercado. Empujando así los precios nuevamente al alza, cosa que sí sufriremos todos los demás y en especial los más humildes.

 

     Así es como el socialismo del siglo XXI parece plantearse la redistribución de la riqueza: desde los más pobres, hacia los más ricos y enchufados con el régimen.

 

Luis Luque

 

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