El dulce placer del no-esfuerzo

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treeandpot3

Sentarse en el lugar adecuado, siendo como el agua.

Como es arriba, es abajo, todo tiene su correspondencia, su sincronicidad. Tu casa es el reflejo del mundo, el macrocosmos es el reflejo del microcosmos, y viceversa, funcionando en armonía, con sus propios principios. Al enfrentarse al universo, se altera su natural armonía. No es renunciar a la voluntad, sino actuar en relación a los procesos ya existentes.

El agua es aparentemente débil, blanda, no tiene voluntad, se adapta, toma cualquier forma, se escurre por las hendijas más pequeñas, se esparce en miles de partículas, forma los grandes océanos, aún así erosiona las piedras más sólidas.

El pájaro o la flecha no deja marcas en el aire, su paso es invisible, en armonía, no se delata a sí mismo. Fluye sin influir, vive sin obstaculizar, favorece sin interrumpir.

Dejar estar o dejar fluir, aceptar las reglas naturales del mundo, si se intenta ser cambiadas se desequilibra el fluir de la naturaleza obteniendo lo contrario: incomprensión e insatisfacción.

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Mido un metro setenta y cinco. Tengo una docena de libros. En mi cuarto hay un altarcito con un Buda. Me gusta el color azul. A veces me despierto alunado. Prefiero los gatos a los perros, porque no existen gatos policías. Soy de acuario, pelo negro. No colecciono nada, guardo la ropa ordenada. Me aburro en las fiestas y soy de pocos amigos. Tengo los ojos color café tostao. Dicen que soy bueno, aunque no sea bautizado, y aún no me llevan las brujas. Nací a las siete y media de la mañana. No creo en ovnis ni en zombies (pero de que vuelan, vuelan). Uso prendas talla "m". Prefiero quedarme en silencio. Duermo del lado derecho y con franela si hace frío. De la vida yo me río, porque no saldré vivo de ella. No uso saco ni corbata, ni me gusta el protocolo. Estoy en buena compañía, pero sé cuidarme solo. No me complico mucho, no me estanco, el que quiera celeste, que mezcle azul y blanco. No tengo adicciones, mas que de leer y estar solo. Antes creía que no tenía miedos, hasta que vi la muerte a milímetros. No me creo ningún macho y soy abstemio, aunque si hay una buena compañía y un vinito se me olvida esto último. Prefiero más a los animales que a la gente. No tengo abolengo y dudo mucho que tendré herencia. Tengo una rodilla que a veces me fastidia. Tengo cosquillas, no las diré hasta que las descubras. No traiciono a mis principios, que son cinco. Me gusta ser muy sincero, por eso no hablo mucho. (Inspirado en una canción del Cuarteto de Nos)

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