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“So you think I’m a loser…”

Al Bundy

 

En el sitial de honor de mis shows televisivos favoritos “Seinfeld”, siempre ocupará el primer lugar. No importa las genialidades de Barney Stinson, ni lo absurdo de Tobias Fünke; Jerry Seinfeld y su grupo de desadaptados siempre se llevará la medalla de oro. Y es sencillo, saber que un tipo como Larry David se tomó la molestia de crear tan disímiles personajes y hacerlos coincidir hace a la competencia inexistente.

Pero este artículo no trata de “los 4 de New York”. Trata de otra serie que siempre le siguió en preferencias: Married with Children.

 

A mí no me importa que muchos la consideren vulgar, o que haya tenido sus altibajos durante sus 11 años de transmisión, lo verdaderamente importante es haber puesto en pantalla a un tipo como Al Bundy. Mientras otros guionistas encauzan sus esfuerzos en crear arquetipos del ideal social, Al Bundy encarna precisamente lo contrario: un carajo cuyos sueños y aspiraciones se vieron destruidos a tan temprana edad, que ya el tiempo ha borrado cualquier aspiración a mejorar su existencia. Nadie quiere ser Al, nadie debería vivir una vida como la de Al, y sin embargo, hay cierta dignidad en el derrotado.

Yo creo que a fin de cuentas estas breves palabras no se tratan del “Ladies shoes salesman”: se trata de nosotros mismos.

Habla de la valentía y dignidad intrínseca del saberse sin esperanzas, y sin embargo, no claudicar. Habla también de que aunque las cosas estén mal, pueden estar peor; porque recuerden, el primer paso para estar mejor es estar mal, y cuando se toca fondo no hay otra opción que mejorar. Pero sobretodo habla de levantarse todos los días a enfrentar nuestras desgracias con la única arma que le queda al acumulador de derrotas: creerse ganador pese a las circunstancias.

Al Bundy es un ganador porque al enfrentar su desdicha, no huir y asumirla como propia, funge como el mejor ejemplo a seguir en el arte de mantenerse de pie a pesar de que todo confabule para hacernos renunciar. Y esa sensación sólo te la puede brindar la derrota.

Esto no es un mensaje motivacional, es un coñazo de realidad. La vida es una mierda: se puede escoger entre darle bomba y echarle pinolín hasta la próxima cagada, o dejar que se acumulen las heces fecales hasta que se desborde la poceta.

Ahora, este si es un mensaje motivacional:

“So you think I’m a loser? Because I have a stinking job that I hate, a family that doesn’t respect me, and a whole city that curses the day I was born? Well, that may mean loser to you, but let me tell you something. Every morning when I wake up in the morning, I know it’s not going to get any better until I go back to sleep. So I get up. I have my watered-down Tang and my still-frozen Pop Tart. I get in my car with no upholstery, no gas and six more payments. I fight honking traffic just for the privilege of putting cheap shoes onto the cloven hooves of people like you. I’ll never play football like thought I would. I’ll never know the touch of a beautiful woman. And I’ll never know the joy of driving without a bag over my head. But I’m not a loser. Because, despite it all, me and every other guy who’ll never be what they wanted to be, is still there, being what we don’t want to be, forty hours a week, for life. And the fact that I haven’t put a gun in my mouth, you pudding of a woman, makes me a winner!”

PD: A mi Peggy Bundy siempre me pareció de lo más MILF

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