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Cinco Taras del Cine Nacional


Las comprimimos en 5 para no pasarnos de rosca. Debemos buscar la manera de exorcizarlas y contenerlas. De ello depende la buena salud de la industria. Tu las conoces. A continuación las exponemos como una enfermedad. La idea es encontrarle una cura al cáncer.

Nepotismo

Dícese del afán de los directores por comportarse como padrotes de hacienda y poner a los peones de su familia en el negocio, a costa de la calidad, de los concursos de oposición y de los méritos reales de cada persona. La oscura tradición la heredamos de los tiempos de dictadura de Gómez, quien nombró a su sobrino al frente de Maracay Films, con el propósito de construirle pedestales ecuestres y estatuas de bronce bajo el filtro de las cámaras importadas. A partir de entonces, varias familias se entronizaron en la industria, comportándose como dinastías inconmovibles de origen Chino. El ejercicio continuista de Hugo Rafael Chávez Frías, procede de la misma piedra filosofal. No en balde, él también puso a su linaje a valer, a batirse el cobre. Hoy son una casta próspera y rica. Intenta no replicarlo en la casa de La Villa y El CNAC.

Amiguismo

Es una derivación natural del caso anterior. Consiste en repartir los cambures, de los presupuestos oficiales concedidos por los entes gubernamentales, con los panas de la rosca dulce. Supuestamente, es una relación ganar ganar, para los favorecidos por la movida. Tu me das trabajo. Yo te recompenso a corto o largo plazo. Por lo general, provoca e incita la falta de rigor y transparencia. Siempre desemboca en fiasco y decepción. Aprende una lección. Los colegas son para tomarse las birras y hacer parrillas. Por supuesto, hay excepciones a la regla. Sea como sea, procura no convertir tu set de filmación en una extensión de tu fiesta de cumpleaños o graduación. Zapatero a su zapato.
Burocracia
Kafka escribiría una secuela de “El Proceso” inspirado en la plataforma criolla, donde el papeleo marca la agenda de la gerencia y facilita el trámite de la censura. Tomás Gutiérrez Alea desarrollaría un remake de su obra maestra cubana al constatar el grado de burocratización de muchos de nuestros autores, especializados en el arte de fabricar proyectos de la nada y presentarlos con vistosas carpetas de colores, al estilo de CADIVI. Su inteligencia muere allí. Luego reciben la plata y no saben como salir de la ecuación de los sellos, las inscripciones y membretes. Es famosa la historia de aquella muchacha simpática, cultivada en el ring de la diplomacia con guante de seda. Con su sonrisa e imagen, consiguió destrabar la cerradura blindada y actualmente labora al ritmo de una fábrica. Es popular la leyenda del hombre ignorante y patán curtido en la batalla de disfrazarse de angelito delante de sus superiores, para obtener prebendas y millones, a efecto de concebir sus mamotretos. Los dos arriban a las salas con frecuencia. Pontifican y dictan ponencias en Festivales. El gremio los ennobleció. Aunque estrenan unos largometrajes infumables, patéticos y desastrosos. Ustedes lo recuerdan. No los imites.

Progresismo

Es una consecuencia de la causa de arriba. La revolución impuso un cuello de botella a la luz de su Misión Cultura. En adelante, el realismo social, con conciencia paternalista y demagógica, guiará el norte ideológico de nuestra construcción audiovisual. Una lista de temas contarán con el respaldo y la venia de los jurados: ancianos querendones, pobres dignificados, soldados épicos, próceres del tabernáculo gubernamental, personajes izquierdosos, paisajes del pretérito, color local, postales del trópico, minorías reivindicadas e integradas, jóvenes en busca de sueños y redenciones dentro de la patria grande. Irónicamente, el país se desangra por culpa del sectarismo, la intolerancia y la exclusión de la disidencia, de la oposición, de la resistencia. Por tanto, la corrección política funge de ley tácita para decantar y depurar los contenidos molestos, incómodos a los ojos de los funcionaros rojos rojitos. Los verdaderos genios desactivan el sistema y logran derrotarlo con sus propias armas. Los mediocres figuran en las tapas de la revistas y se transforman en las esperanzas blancas del cuadro de honor. Tu decides cuál es tu lugar en el mundo.

Superficialidad

Es la característica central de la industria. Los asuntos se abordan con la óptica de un manual de autoayuda. Es el grado cero de la expresión, según los códigos del género “choronga”. Nos exigimos contar historias lineales y plúmbeas, exentas de garra experimental. Evadimos la ocasión de romper con el molde de la escritura convencional, saturada de referencias literarias, teatrales y televisivas fuera de orden, anacrónicas. Así hemos retrocedido a la época de los treinta y cuarenta en Venezuela, cuando descubrimos el agua tibia de recrear un guión de hierro en imágenes. Por ende, somos derrotamos por el mazo del culebrón, del show frívolo, de la radio con locutores y estrellas de provincia. Imposible evolucionar en semejantes condiciones. Es hora de mirar hacia el futuro con sentido crítico. De lo contrario, permaneceremos en la fase de las cinco taras del cine nacional, hasta el 2021. Al Comandante le conviene. Piénsatelo.
Ante la ausencia de contraloría, florece la corrupción.

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