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Hablando con el enemigo (o el día que me pusieron a elegir)

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Caso: Es Dicembre. Es Juangriego-Margarita. Es mi abuelo.

El señor Mengano de los Palotes.

Caso: Son dos horas de cola bajo un sol inclemente, en el Mercal que está a media cuadra de la que, por escasos veinte dias, es mi casa. Donde mi abuelo, Mengano de Tal, compra. Son dos horas por tres pollos, dos harinas, una lata de sardinas y un aceite.

Es mi abuelo, terco y porfiado, que se niega a que le haga un mercado fastuoso de centro comercial con el dinero que me dio mi mamá antes de irme de viaje.

Caso: Soy yo, llorando, con una crisis nerviosa. Soy yo, con la rabia por dentro.

Soy una persona histérica a la que le han hablado mal. Punto.

estamos cerca de la playa y llega el olor a salitre.

Habíamos estado haciendo cola por dos horas. Nos atienden y compramos. Aún en ese puesto había racionamiento. El punto no es ese.  Recuerdo, que yo muy imprudentemente, había dicho que cuando mi mamá y yo íbamos a un CADA o a un Unicasa, al menos veíamos mas cosas y había aire acondicionado.

Mi abuelo, sólo me miró. Fue por breves minutos, no mas de dos. Pero fueron dos minutos en los que me sentí examinada y observada.

Me pregunta: ¿No te agradan las ayudas del gobierno?

Le contesto: 1) Lo considero un gobierno castrante 2) Lo considero arbitrario 3) que no maneja bien las crisis 4) que  no se plantea buenas políticas para empleo. Que pone un bozal de arepa, pues.Esta vez, mi abuelo ni siquiera me miró. Dándome la espalda, se limitó a contestarme dos cosas: 1) Que me formara un criterio propio, mas allá de las «necedades» que mi mamá (su hija) decía.2) Que él esperaba mas de mí, que era una clasista. Que el socialismo, era lo mejor que le había ocurrido a Venezuela, que con ese comentario, sólo respondía a un profundo orgullo, casi tan evidente como el de «querer creerte mas a traves de los estudios» . Que hay gente que, por no reconocer los beneficios del gobierno, ni siquiera merece que se les ayude.

Finalmente, por debajo y en voz baja, pero lo suficientemente alta como para que yo lo oyese, dijo: «que decepcion»

Si hubiese sido algo así, oido de un extraño, no le habría parado bolas.

Me habría limitado a decir «Bah» y posteriormente, olvidarlo.

Acá era diferente. Y sigue siendo diferente.

Era mi abuelo, y me estaba poniendo a escoger.

Era mi opinión a cambio de su aprobación.

Los dos días siguientes, fueron una fría ley de hielo y un cortés tratamiento al llegar a la casa.

Los dos sabíamos que algo, una cosa allí, se había muerto.

Que había un punto de quiebre irreconciliable. Una disposicion fiera a respaldar un ideal, sin importar qué o cómo. Ni quien. Sólo estaba una conviccion.

En ese momento, lo vi. Era una persona sola, amargada. Un hombre que impone su opinion. Fuerte, pero tambien con todo el peso de una vida a cuestas, que se aferraba a una ideología politica como última razón de ser en el mundo. Como la última cosa verdadera en el mundo.

Por primera vez, el hombre que mas amo, me veía (porque lo leí, lo sentí en su forma de mirarme) como una enemiga. Como alguien a quien se debe convencer, adoctrinar. Veía en mí, la imagen (errada) del rico-prepotente-sifrino que vive en mayami-flórida. En resumen, una amenaza a su ideología política.

Es por eso, que tuve que hacer el ejercicio de recordar el pasado. De imaginarlo otra vez, hace veintitantos años llevandome al colegio, amarrándome los zapatos. Leyéndome pedacitos de La Odisea para dormirme. Inventándome cuentos, haciéndome comida. Abrazándome cada vez que me sentía mal o triste.

Porque para mi, ese si es Mengano de Tal. Mi abuelo. El hombre que mas amo en el mundo.

Es por eso, que elegí hacer lo que no mucha gente hace: Hacer «agua pasada» y olvidar esa crítica destructiva, la desvalorización de opiniones.

Solo olvidar. Y ya. Es mi abuelo. Ninguna ideología o gobierno va a quitármelo.

Hoy en día, sigue diciéndome que debo «corregir» el defecto de «querer llegar tan lejos y ser superior»

-Hay que ser iguales, y nunca lo lograras, si solo estas pendiente de apuntar pa arriba.

Eso me lo dijo antes de irme. Aun ignoro  que significan esas palabras

 

Pd: Gracias por permitirme compartir esto

pd 2: lamento si hay errores ortograficos. Disculpas de antemano.

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