panfletonegro

Abril 02: Animación de Propaganda Roja


Acabamos de padecer el estreno de «Abril 02», documental transmitido por Vive Tv sobre los sucesos del 2002. Pensabamos encontrarnos con una versión animada de los hechos. En realidad, es el mismo material de archivo de siempre con unos tristes dibujitos del presidente con poco o nulo movimiento, casi como caricaturas fijas de un enorme humor involuntario. Algunas daban risa sin proponerselo, sobre todo cuando escuchamos sus voces interpretadas por malos locutores, semejantes a unos imitadores de tercera categoría. El tono de Chávez era como el de Rolando Salazar. Otro chiste inconsciente.
El argumento fue un remedo o un refrito de «La Revolución no Será Televisada», aunque con menor profundidad. El trazo grueso del diseño gráfico ilustraba un guión carente de ideas, concebido en un laboratorio improvisado de propaganda, solo con el propósito de agradar a los funcionarios de la nomenclatura. Lo peor: el uso de la música rock y del género metal tanto para satanizar a la oposición como para glorificar la supuesta gesta redentora del pueblo en rescate del comediante en jefe.
En Twitter leí un comentario divertido: «el Chávez de comiquita se ve chino». En efecto, cada plantilla o ícono dedicado al personaje, jamás coincidía con el siguiente mientras su forma se resolvía de manera torpe. Hubo varios instantes para vehicular una serie de medias verdaderas y mentiras. Por ejemplo, figura un muñeco de Carmona dando la orden de aplicarle la ley de fuga al cautivo. ¿Cuál es la prueba para sostenerlo? ¿La palabra del teniente? Después el asunto se pone intenso y metáforico. Una mujer ataca al susodicho en una pesadilla y ella luego se le convierte en una dama complaciente, acompañada de un niño. Es decir, la condición femenina reducida al plano del estereotipo. A nivel de escritura, no hay estructura, solo la reconstrucción desordenada y arbitraria de una memoria parcializada. Por tanto, el drama cierra abruptamente con la liberación del caballero. ¿Tuvo sentido hacer el esfuerzo para realizar dicho cuento conocido? La respuesta es negativa. En síntesis, medios supuestamente alternativos pretenden servir a los fines proselitistas de la bancada bolivariana. El ejercicio es futil porque contribuye a la exarcebación de antivalores como la intolerancia y el sectarismo político. Además falsea la realidad. No le encontré un rasgo para reivindicar. Quizás lo único a redimir sea su capacidad de autodegradarse en cuestión de segundos. Así ocurre con los enfoque epidérmicos de libro de texto. Puras plantillas de una solemnidad impostada, kistch y ridícula. Pase de largo.
Lo mejor: la secuencia de la renuncia frente a Rosendo. Para morir de la carcajada.
Por supuesto, no recrearon la célebre frase de «la cual aceptó». Lástima por la autocensura.
El título se quiere una referencia a la cultura 2.0 en clave inversa. Por desgracia, es su negación.

Salir de la versión móvil