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María Corina y la pregunta evidente

Recuerdo que la primera vez que vi a María Corina Machado tenía tras de sí una pancarta de Súmate. Me fijé en su cara bonita, su boca grande y ese acento que tanto afincan las caraqueñas de clase alta. Corría el año 2003, eran tiempos de recolección de firmas para el Referendo Revocatorio que pretendía sacar a Hugo Chávez de la presidencia. Al final, los esfuerzos de María Corina y Súmate fueron inútiles: el 15 de agosto de 2004, Chávez ganó por una inmensa diferencia de votos.

A pesar de eso, o quizás precisamente por eso, la oposición cantó fraude. María Corina también cantó fraude y yo con ella, seguro que la partida estaba más peleada de lo que efectivamente estaba. Una vez más, habíamos subestimado a Chávez y su poder de pueblo, amén de el inmenso cariño que le tiene al cargo que detenta.

Ni María Corina ni Súmate ni nadie en la oposición pudo nunca demostrar el fraude. En un episodio de disociación, prefirió -prefirieron, preferimos- gritar y maldecir a Chávez, acusarlo de tirano mientras obviaba -obviaban, obviábamos- la pregunta evidente: ¿por qué tanta gente vota por Chávez ?

De aquél tiempo a esta parte, Machado ha plantado una dura oposición al gobierno desde todos los espacios donde ha podido hacerlo, lo que le ha valido más de un insulto, disgustos y hasta sustos. Aún así, se lanzó a la calle hasta ganarse a pulso un curul en la Asamblea Nacional con más votos que ningún otro diputado para el período 2010-2016.

María Corina sólo ha ejercido su papel de diputada por trece meses. Sólo ha trabajado por representar al Estado que la eligió trece meses. Sólo ha luchado por promover legislación justa por trece meses. Ese es el tiempo que ha aprovechado la extraordinaria tribuna que proporciona la Asamblea Nacional. ¿Quieres desnudar la corrupción de algunos chavistas?¿Promueves un país diferente, uno que discute frente al país las distintas visiones que tiene sobre el modelo económico, político, educativo y social, sobre los derechos sexuales y reproductivos y de las personas con discapacidad, sobre el modelo policial y cómo abordar nuestra particular guerra?

María Corina sólo ha estado en la Asamblea Nacional trece meses y ya quiere la Presidencia de la República.

Su oferta de campaña invita a abrazar el “Capitalismo Popular” como modelo económico, más en antagonismo al “Socialismo” que publicita Chávez que a la versión más corrupta y militarista del Capitalismo de Estado que aún impera en Venezuela. Ella lo sabe, pero si lo explica así no le vota nadie. O eso cree.

Hace unos meses volví a ver a María Corina en uno de sus mítines. Ocurrió en Propatria, y coincidió con una de las primeras veces que habló del “Capitalismo Popular”. María Corina vestía casual, agarraba el micrófono con fuerza, proyectaba su voz hacia el público que la acompañaba dentro del local. El camarógrafo de Globovisión hacía un plano general del recinto, destacando la pancarta “Viene María, viene el Capitalismo Popular”. Enseguida comenzó a escucharse un taca-taca creciente, y el camarógrafo cerró a un plano medio de la pre-candidata mientras ella aumentaba el volumen de su voz. Quería contrarrestar el ruido proveniente de fuera: eran simpatizantes de Chávez que golpeaban la santamaría mientras gritaban consignas a favor de su líder.

María Corina continuó hablando de empleos, desarrollo y libertad, pero en el fondo sólo se escuchaba el taca-taca. Al ver la escena de Maria Corina apuntada por Globovisión, ignorando la realidad que retumbaba en sus oídos -y los de ellos, y los míos- retrocedí nuevamente hasta 2004 para entender por qué cantó fraude y porque en 2012 no será elegida candidata presidencial.

Parece que aún le falta pasar tiempo en la Asamblea Nacional, entender el taca-taca y formularse la pregunta evidente.

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