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¿Qué pasará sí…? Sobre las Parlamentarias 2015

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Luego de ejercer mi derecho constitucional al voto, se me ha hecho casi imposible no compartir mis impresiones sobre todo este proceso.

1. Las elecciones parlamentarias han sido siempre de muy poca participación, el venezolano no suele confiar en la AN, muchas son las razones, la primera, es que somos profundamente presidencialistas, la segunda, el poco contacto que tienen los diputados con la base que los elige. En esta oportunidad el enfoque que le dio, tanto el gobierno como la oposición a la AN jugó en favor de la participación masiva, por un lado unos condicionaron el futuro de la revolución al triunfo en la AN, y, por el otro, convirtieron esta elección en una muestra de rechazo al gobierno de Maduro, ambas posturas auguran una participación inédita en las elecciones parlamentarias.

2. El grado de polarización de la campaña se debatió entre dos posturas, la primera, el mantenimiento del status quo de la revolución y de los revolucionarios, sólo al final de la campaña se vio a uno que otro candidato oficialista plantear tímidas soluciones a los problemas, porque, en gran medida, aceptar que estos problemas existen sería “traicionar” la ilusión de perfección y de eficiencia que ha pregonado el gobierno de Maduro, en ese sentido, su esfuerzo fue el de trasladar la responsabilidad de la crisis económica a los empresarios privados, especialmente al que sería, según el gobierno, el hombre más poderoso del país, Lorenzo Mendoza.

La segunda postura se basó prácticamente en la ilusión del cambio, así, como los dadaístas, el cambio por el cambio, sin mayores profundidades, el centro nodal de su campaña fue buscar una unidad entre los venezolanos que padecen la crisis económica, no hay mayores propuestas más allá de “hay que cambiar esto”… el discurso giró en que “El cambio” es la solución a los problemas, vota el 6D y el 7D tendrás los anaqueles repletos, sólo al final de la campaña se les vio rectificar al respecto y decirle a los electores que la solución no será inmediata, su estrategia, el voto castigo, acompañada por un marketing electoral bastante bueno, tanto así que el jingle de la oposición es copiado por el sector oficial, caso inédito en las campañas electorales de los últimos años.

3. La jornada electoral, aunque temprano para decirlo, ha transcurrido con total normalidad, las colas son más notorias en los centros donde el voto es mayoritariamente opositor, eso en un breve recorrido que realicé luego de votar, en mi mesa la herradura no funcionó como estaba previsto, impericia de los miembros de mesa.

Ahora ante dos panoramas antagónicos ¿Qué pasará?

Revisemos el primero de ellos, la oposición gana la mayoría en la Asamblea.
¿Qué hará el gobierno? ¿Qué hará la oposición?

Son muchos los que manejan la hipótesis del saboteo por parte del gobierno, pero, ¿Qué necesidad real tienen de eso, cuando manejan el poder ejecutivo y el resto de los poderes públicos se confiesan chavistas y revolucionarios?
Evidentemente ante este panorama la actual mayoría en la AN aplicará medidas que le resten poder e influencia a la nueva AN, hablo de instrumentos legales que limiten a la Asamblea, el poder popular tomará realmente fuerza.

¿Qué hará la oposición? En primer lugar debe administrar el triunfo, aunque la base opositora no lo quiera, no pueden ir a una cacería de brujas, pues la oposición debe estar consciente que su triunfo no se basa en un apoyo 100% a sus candidatos, mucho muy malos en realidad, por ejemplo Richard Blanco en el Circuito 5 de Ccs… allí es donde el trabajo político y de fiscalización de la AN debe activarse en realidad, buscar desmontar la confianza que la gente tiene en el gobierno a través de pruebas, ejercer el contrapeso a las políticas realmente malas, porque por otro lado, el gobierno usará la presencia de la oposición en un poder público tan importante como la razón del mal funcionamiento del estado, ahora sí, la oposición podrá ser responsable del mal funcionamiento del país, ahora si gobernaran.

Allí la oposición estará obligada a ser prudente, inteligente y activa, el gobierno obligará a la oposición a combatir en un terreno que domina, el terreno del poder popular, los consejos comunales, la comuna, el barrio…. Si la oposición no entra en ese juego su éxito en la AN no servirá de nada.

El otro panorama, el gobierno gana la AN, desde el punto de vista del gobierno, no pasará nada nuevo, continuaran con sus mismas políticas económicas, con algunos cambios en política cambiaria, y, seguramente algunas expropiaciones más. El Status quo del chavismo se mantendrá casi inalterable ahora con una oposición anímicamente deprimida pues el cambio no se cristalizó.

Aquí la oposición tiene dos caminos, el primero, el violento, aprovechar el despecho de la gente para crear caos, como dijo Capriles, “dejar salir la arrechera”, lo que le dará una excusa perfecta al gobierno para aplastar judicialmente a los resquicios de la oposición que aún quede, el otro camino será en la protesta activa en la calle, regresaríamos a las marchas y contra marchas…. Lo cual terminaría socavando la base opositora, sólo que a un plazo más largo.

Aquí es donde aparece una tercera vía, que, a decir verdad, se debió aplicar hace tiempo, el poder popular, los consejos comunales controlados por la oposición ¿difícil? Claro que sí!! Pero no es imposible, la contraloría popular es la principal arma para luchar contra la ineficiencia del gobierno, trasladar el poder de legislar al pueblo directamente, a través de los referendos y las consultas populares, una herramienta que nos da la Constitución pero que en todos estos años no ha sido usada realmente.
En todo caso…es una opinión…. Alea jacta est!

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