panfletonegro

Cuando el paraíso tropical está a las puertas del abismo.

enfermedad-holandesa
El cuarto se llenó de agua. Ni el barril a 100$ va a detener la caída del monstruo que es el Estado en este momento. Se han hecho pésimos negocios. Mientras la PDVSA del Pueblo no pueda abastecer el mercado interno e incrementar la producción de crudo el país se vendrá a menos y no precisamente de una manera lenta

. Con la producción actual no se pueden mantener tantas cabezas de la Medusa: El fondo chino por un lado, el subsidio a Cuba y demás amigos, abastecimiento a USA y mercado interno (el cual se esta abasteciendo con gasolina importada, ojo). El número vehículos es el gran responsable de que la demanda interna esté desbordada. Mientras el precio interno se mantenga tan bajo y no obliguen a la gente a dejar de usar el vehículo particular la situación no va a cambiar.

No es que vendan la gasolina a precios de mercado pero si podría haber una discriminación de precios, una tarifa para los vehículos particulares y otra subsidiada para el transporte publico. Eso si, acompañado con una flota de transporte público que pueda atender a quienes abandonen sus carros.

Ahhh! Pero como nos gusta soñar con escenarios ideales.

Lastimosamente una vez más el gobierno no va hacer nada al respecto, se quedarán de brazos cruzados.

Crearan un ministerio de la Gasolina y problema resuelto.
Se manejo la situación burocráticamente y el ministr@ encargado ha dado una muestra de eficiencia revolucionaria (como Iris Varela en el Ministerio para Asuntos Penitenciarios) resolviendo el problema del trafico y la gasolina sellando unos cuantos papeles.

Que el monstruo se arregle por su cuenta, pero es insostenible.

Se viene el primer gran cuello de botella desde el 2008, donde el precio del barril mantuvo una sensación de bienestar pero que en 2013 se observaran síntomas severos de lo que Giordani ha dejado de hacer en materia económica.

El primer ajuste viene por el tipo de cambio. Es imposible mantener ni soáar con un dólar a 4.30 en estos momentos. El gobierno está necesitado de bolivares para cumplir con obligaciones, nuestras exportaciones (exportaciones creo que es un eufemismo, puesto que aquí no exportamos nada, aparte de petróleo) son incapaces de competir en los mercados. Al devaluar el fuerte el primer síntoma será la inflación.

El resto es efecto dominó. El salario real de los trabajadores en picada. Los bolivares ya no valen nada.

Mientras esperamos el desenlace político, las decisiones a tomar en materia económica no pueden esperar a que desconecten a Chávez.

Salir de la versión móvil