DE YOUTUBE A NARANJAS NEURÓTICAS: EL PROCESO CREATIVO PASO A PASO

I. DEVANEOS

Quienes asumen que la creatividad viene de afuera, usualmente como una musa que nos asalta sin tón ni son, se pierden del acceso continuo a esa fuente inagotable que yace dentro de cada uno de nosotros. Es una cuestión básica acerca de cómo el lenguaje nos libera o nos limita. Podemos ver el vaso medio lleno o medio vacío. A efectos de la realidad humana, ambas descripciones son reales pero, y este pero es lo que hace la gran diferencia, las consecuencias de cada una de estas descripciones son completamente distintas.

Si miras el vaso medio vacío, si enfatizas lo que falta, automáticamente te colocas en situación de desventaja (y te vuelves una persona negativa y fastidiosa, de esas que nadie quiere tener cerca; una nube negra). Por el otro lado, si apuestas por la imagen del vaso medio lleno, tu perspectiva cambia radicalmente. Serás de los que, por ejemplo, no se detienen porque no hay presupuesto, sino de aquellos que se preguntan, más bien, «qué podemos hacer sin depender de un presupuesto». Este sin duda, es el secreto de los emprendedores exitosos, de esos Midas que son capaces de hacer dinero de la nada.

En todo caso, esto del dinero es solo por seguir uno de los cliché más extendidos del mundo contemporáneo (esa fantasía errada de que todos queremos ser ricos). Aplica tu vaso medio lleno y verás a lo que me refiero; atrévete a pasar del «no soy feliz porque no tengo dinero» a «¿cómo puedo ser feliz siendo independiente del dinero?». Curiosamente, verás cómo te llega la abundancia, justo como un efecto secundario de la felicidad.

Y es que la abundancia viene del mundo interior, del contacto con esos recursos internos que permiten que la vida sea más fácil. Una vez que entras en contacto con esa parte de ti, te transformas en la dirección que vengo esbozando en estas líneas. En términos de tu desarrollo creativo, deja de pensar «por qué no soy creativo», «¿dónde estará mi musa?». Al hacer esto te estás colocando la trampa tú mismo. «No soy creativo porque no me dieron oportunidad de estudiar arte», «porque mis padres eran rígidos y represivos»… y la más absurda de todas las explicaciones «porque estoy bloqueado» (¡explícame tú a dónde te lleva esta tautología!).

En fin, es muy fácil encontrar explicaciones que te justifiquen, aunque no por eso vayas a resolver el problema. ¡Pregúntale a los japoneses si ellos piensan reconstruir el país averiguando por qué surgen los tsunamis! Así que mejor hazte preguntas útiles: «¿cómo limito mi creatividad?», «¿Qué barreras me distancian de mi potencial interno y cómo las he cultivado hasta ahora?», «¿Cómo me he impedido entrar en contacto con esa fuente interna inagotable que tengo?». La lógica es obvia, sí sabes cómo te saboteas, queda de tu parte dejar de hacerlo. Así es la vida, puedes pensar que eres una paloma inocente y desdichada, en cuyo caso tendrás una vida patética como la de Justine, la protagonista de la novela homónima de Sade.

Ahora bien, si decides pasar el interruptor, agarrar al toro por los cuernos y explorar tu mundo interno, verás cómo te has impedido el crecimiento, a la vez que aprenderás a cambiar tu manera de pensar. Esta es la clave de la mayoría de las psicoterapias (el psicoanálisis, las psicologías humanísticas y las terapia cognitivas y cognitivo-conductuales). Claro, sin los tecnicismos de quienes las (re)presentan y usan.

A propósito de teorías psicológicas, hay un hecho crucial en esto de la creatividad. Esta capacidad depende de nuestro permiso para jugar, para divertirnos, e incluso para equivocarnos. Su base neurológica está en el lado cerebro del derecho (sí, este escrito está lleno de frases clichés, así que espero puedas ir más allá de esto).

Tomando en cuenta este hecho, para ser explotar al máximo tu creatividad te sugiero:

1. Cultivar el pensamiento en paralelo (antes que el serial). El mejor modo de alcanzar un resultado creativo es divagar, pasar de un elemento a otro muy dispar. Si estás estancado, deja de hacer lo que estás haciendo y haz algo completamente distinto, como salir a caminar. Puede que no encuentres la solución inmediatamente, pero de seguro aparecera cuando menos la esperas. ¡Además, quién dijo que la creatividad es instantánea! Ese es otro de los mitos. La creatividad puede expresarse continuamente, pero no siempre del mismo modo. Verás que los creativos de verdad, a veces pintan, a veces escriben y otras se embarcan en proyectos experimentales, como el mío en este momento, el de preparar una torta de chocolate y tocineta (¡mmm… tocineta!).

2. Darte el tiempo para llegar a la esencia de tu creatividad (antes que pensar en un resultado final inmediato). «La creatividad es un destello, un acto mágico de inspiración cuando, por fin, la musa aparece». ¡PA-JA! Ese es otro de los mitos. Si estás esperando a la musa para escribir esa gran novela, pintar ese gran cuadro, o resolver el anuncio que tienes que entregar en dos horas, te informo que morirás como un perdedor. Averigua cuánto tardó García Márquez desde que concibió la idea original de Cien Años de Soledad hasta que pudo resolver los retos técnicos de poner en palabras las  imágenes que rondaban su mente.  He aquí otro cliché útil: la producción creativa es 10% inspiración y 90% transpiración. Para esto debes tolerar tus propias limitaciones, tanto como que el proceso creativo es un viaje sin mapas estandarizados.

3. Acéptate como eres y empieza a transformarte. Así como los primeros cuentos de Borges apestan, las primeras producciones artísticas de cualquiera dejan mucho que desear (que te lo digo yo, que me lleno de pena ajena al ver mis primeros dibujos). Es inevitable, tus primeras frases serán lugares comunes (y tus segundas también si sigues el ejemplo de Paulo Coehlo); tus primeros trazos inseguros e inexpresivos, tus primeras pinceladas demasiado artesanales… Considéralo una iniciación. Es precisamente por dar esos pasos que alcanzarás la maestría. Si quieres ser escritor escribe, si quieres ser pintor pinta, si quieres ser creativo libera tu mente y ponte a crear. Diez mil horas de práctica es la meta, al menos de acuerdo a Malcolm Gladwell en su libro Outliers.

4. Coloca cada cosa en su lugar. A mi consulta llegan con frecuencia artistas bloqueados. El problema es siempre el mismo: dejan que la parte crítica tome las riendas del proceso desde el inicio, y no al final como corresponde. Por la razón que sea (y es esto lo que resolvemos en terapia) inhiben todas las estrategias anteriores y comienzan a juzgar y desvalorizar el trazo, la idea, antes de tener una obra real sobre la cual trabajar. Al principio hay que escupir, vomitar lo que salga de la mente, luego vendrá el proceso de ordenar, clasificar y, por supuesto, descartar. Se corta mucha tela cuando de un producto creativo se trata.

Por cierto, ¿sabes lo que es una tormenta de ideas, el famoso brainstorming? Es una estrategia para sacar eso que luego tomará una forma que se pueda presentar como  resultado creativo. Es una buena técnica para enviarle a esa parte interna la señal de que todo estará bien si sale a flote. En todo caso, en la tormenta de ideas se pone en acción esto de lo que te hablo:

1. Fase uno del proceso creativo: sacar pa’ fuera lo que sea que salga.
2. Fase dos del proceso creativo: analizar, cortar, pegar, evaluar, comparar hasta darle una forma específica que comunique nuestra intención inicial.

Esta segunda parte, aunque no lo parezca, también requiere de nuestra flexibilidad. Cuando inicias una obra no sabes a dónde te llevará; es casi como si ella tuviese vida propia. Humberto Eco lo expone de manera magistral: la producción creativa implica objetivación o, en sus palabras, la obra terminada resulta independiente de quien la hace.

De manera que mientras más sale, más independiente de su creador se torna. Leonardo Da Vinci pintó a la Mona Lisa y estoy seguro que, antes que sentirse orgulloso y envanecido, se sintió intrigado al verla en los dias siguientes, tanto como cualquiera que ahora la vea desde afuera. La Mona Lisa es un misterio, incluso para su creador. Esto por una razon simple: el creador es también un medio de expresión, un canal; el verdadero autor se encuentra dentro de nosotros, en esa área que condensa lo social y lo más íntimo llamada subconsciente (sí, subconsciente, usando el lenguaje de la hipnosis, no la idea del inconsciente de acuerdo al psicoanálisis).

En este sentido yo pensaba, simplemente, ejemplificar el proceso creativo con un caso concreto. Pero ya ven, la cosa se volvió extensa. Si quieren ahondar mas en el tema les recomiendo el libro El Camino del Artista de Julia Cameron.

II. ENTRE ANALOGÍAS TE VEAS

Al principio quería mostrar la creatividad en acción. Para eso iba a empezar con la manera en la cual Dalí elabora las asociaciones Rinoceronte-Girasol-Coliflor y, guardando las distancias, como la misma estructura se repite en mi mas reciente imagen (lo que significa que puede repetirse en cualquier mortal). Les dejo una cita sobre Dalí, y paso a contarles cómo terminé dibujando a mis naranjitas psicoanalizables. Les recomiendo ir a la fuente original, su libro titulado El Diario de un Genio.

Dalí pintó una copia (ver imagen de arriba) y

A partir de la realización de esta copia entendió el misterio de La encajera. Descubrió por un lado que esta pintura es, morfológicamente hablando, un cuerno de rinoceronte, y que por tanto es una espiral logarítmica perfecta, y por otro lado se dio cuenta de que tiene un aspecto corpuscular (formado por partículas elementales) fruto de las minúsculas pinceladas usadas por Vermeer.

 

Llegó a estas conclusiones a partir de una serie de relaciones:

En primer lugar estableció una relación entre el perfil del cuerno de rinoceronte con el entrelazado de espirales logarítmicas que forman el girasol; así, el perfil del cuerno, que se encuentra en el girasol, es el ejemplo más perfecto de espiral logarítmica. De esta manera, si el perfil del cuerno de rinoceronte está presente en el girasol, y Dalí es capaz de ver en las curvas logarítmicas de esta flor la silueta de La Encajera se deduce que ésta es un cuerno de rinoceronte.

Les recomiendo que no le busquen la lógica; sólo deleitense y dejen que su mente funcione de manera similar. Acá va, de manera más esquemática, como lo hice yo.

1. Vi un video que me mandaron

2. Me mente comenzó a divagar en torno a la noción de narcisismo, imagenes de psicoanalistas horrorizados por este Narciso redimido, mi amigo Avi diciéndome que soy un «shit disturber» (y mis ganas de seguir perturbando mentes una imagen por vez), mi afición por el culture jamming y la cultura pop, mis amigos solteros que se lamentan por no tener a su media naranja… ¡Ah, la media naranja! esa manera en la que el lenguaje se convierte en un arma mortal; la razón por la cual Shakira aulla en casi todas sus canciones «sin ti». Yo no lo había notado, lo supe por este amigo británico que me preguntó qué significaban esas palabras que escuchaba en las canciones de su cantante latina favorita. En fin…

3. Tomé un bolígrafo e hice los primeros bosquejos

4. Pase del bosquejo a la primera versión seria del asunto

5. La digitalicé y la puli

6. Finalmente le di un uso comercial al que ahora todos pueden tener acceso.

La imagen es una condensación del mismo mensaje que veo en el video, pasado por ese filtro creativo interno que todos tenemos. El mío, como el de cualquiera es muy particular. Encuentra el tuyo y descubrirás lo que te hace único e irrepetible, eso que en términos artísticos se llama El Estilo. Una vez encontrado, sólo necesitas mantenerte en contacto con esa, tu esencia. Lo demás a partir de allí será, y esta es mi última frase cliché por el momento, coser y cantar.