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El camino por recorrer

 

Yo soy la hija de un chavista de corazón pero formada bajo los parámetros más rígidos de la oposición, con pensamientos reales y realistas de la situación que vive mi adorada Venezuela. Primero es necesario aclarar que eso de «chavista de corazón» por parte de mi progenitor es el típico doble discurso de la mayoría donde vivir bien, en dolares, comprarse el auto del año y beberse todo el whisky mayor de edad del planeta son la prioridad pero que defienden a capa y espada el «PROCESO REVOLUCIONARIO DEL COMANDANTE» solo porque le paga la pensión a mi abuela y con el tema del «Expropiese» le darán un apartamento.

A lo mejor esto para muchos es insultante y denigrante pero mi papá es un mediocre, que se llena la boca con los lemas chavistas que no se aplican en su casa por ninguna parte, porque como dije antes vive el doble discurso; donde mi hermano no pisará jamás la universidad bolivariana, donde hacer una cola en Mercal o pisar un Barrio Adentro para mi madrastra es caer bajo, pues ellos tienen como ir a las cadenas de supermercados y a las clínicas costosas de Caracas. Justo acá es donde digo que el único chavista es Chávez y que los demás solo son unos jalamecate.

Si nos vamos a la realidad de la vida el venezolano de por si es egoísta, todos luchan por obtener una tajada de algo y por eso es que a la hora del té siempre terminamos jodidos sin embargo, lo del día de ayer fue una cachetada tanto para mi papá como para todos aquellos que «creen» en el proceso y solo andan pendiente de llenarse los bolsillos a costillas de todos los que realmente no poseen nada. Para demostrarle a esos que opinan de nuestra patria con tanta facilidad que aún queda gente con garra que decidió vencer el miedo y salir a ejercer el derecho constitucional que nos ganamos hace años con sangre y esfuerzo.

Estoy clara y soy sincera conmigo misma al decir que lo de ayer fue el principio del comienzo y no digo como otros que Octubre es nuestro, pues para que eso suceda aún queda un largo y estrecho camino por recorrer. La unidad debe subirse los pantalones y apretarse el cinturón y no solo presentar un plan de gobierno real y sin utopías de que una vez asumido el mando todos los problemas van a desaparecer, porque los venezolanos nos somos idiotas y en su gran mayoría estamos claros que el retroceso de estos últimos 13 años no se va a recuperar de la noche a la mañana. Convencer a todos aquellos a los que este país les vale madre que existe una luz al final del tunel, no llenándolos de promesas baratas y politiquería de quinta sino enseñándoles a querer la patria que los vio nacer para que el 7 de Octubre decidan con conciencia y no se dejen comprar con los Bs. 200 que paga el PSUV por seguir apoyando el «proceso revolucionario socialista» donde la igualdad y el socialismo es lo que menos existe.

Las cifras fueron contundentes y reales pero recuerden que no termina aquí y que todos debemos poner de nuestra parte no solo con el voto sino dejando el egoísmo a un lado. De todas maneras cierro con algo que espero que leas Papá lo siento mucho pero tu chavismo disfrazado esta «A NADA DEL PRECIPICIO»

 

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