panfletonegro

THE ECONOMIST SOBRE LA DEVALUACIÓN EN VENEZUELA

la eficiencia de la "revolución" en una imagen
la eficiencia de la «revolución» en una imagen

El artículo es lo suficientemente claro como para obligarme a traducirlo. Aquí se los paso. Deja entrever muchas cosas. La más general, que la soberbia se paga cara: pensar que somos ricos y poderosos porque tenemos petróleo (cuando es lo único que tenemos y, de paso, nos controla), decir que tenemos el mejor país del mundo a partir de elementos intrascendentes (cuando nuestras prácticas nos dejan a nosotros mismos contra el piso), querer cambiar sistema-mundo a fuerza de barriles de petróleo forzando primero una imagen autoritaria de lo que es ser venezolano (lo que es, en definitiva, la negación mas terca de cómo este empeño delirante llamado «revolución» es la principal causa de que Venezuela esté en guerra consigo misma)…

Otra de las cosas es mucho más pragmática: Chávez se muere y lo hace en el momento en el que la realidad empieza a pasar factura. Como puede leerse más adelante, que PDVSA no cumpliese su cuota al FONDEN significa que ya se retiraron $ 2,9 mil millones de la inversión social. Amigo chavista, espera unos meses, quizás un par de añitos y verás lo que siempre te dijimos: viviste una fantasía, un sueño del que en algún momento había que despertar.

Pueden acceder a la versión original en inglés ACÁ.

***
NO DISPONIBLE
El costo de posponer una devaluación inevitable

Son ya dos meses desde que los Venezolanos vieron o escucharon a su presidente, Hugo Chávez, quien permanece en cuidados intensivos en un hospital de alta seguridad de La Habana, batallando con lo que parece ser un cáncer terminal. Pero hay una ausencia más importante en la mente de la gente. Aceite de cocinar, harina de trigo, café y la tan importante harina de maíz precocido están entre los artículos de primera necesidad desaparecidos en gran medida de los estantes. Tanto el Banco Central, el cual monitorea los niveles de abastecimiento, como los economistas privados estiman que la escasez es la más grande desde 2008.

La escasez temporal suele ocurrir al principio del año gracias a la mayor demanda, la reducción en la producción y los retrasos en la distribución durante la temporada navideña. Pero este año la escasez es un síntoma de una alteración mayor, la cual incluye un mercado negro que comercia el dólar a más de cuatro veces su valor oficial, junto a una inflación crónica (20.1% en 2012 y con miras a incrementarse este año).

Los economistas esperaban una gran devaluación en los primeros meses de este año. Eso lograría que los ingresos procedentes de las exportaciones de petróleo fuesen más lejos en la moneda local, disminuyendo un déficit fiscal que el año pasado alcanzó el 8,5% del PIB, luego de un aumento del gasto en términos reales del 26%, en los 12 meses anteriores a las elecciones presidenciales de octubre, ganadas por Chávez. Pero no hay señales de ello, probablemente porque la agonía del presidente significa que una nueva elección está a la vuelta de la esquina.

El problema de fondo es la escasez de efectivo en el monopolio estatal de petróleo, Petróleos de Venezuela (PDVSA), el cual provee el 94% de los ingresos extranjeros del país. Bajo el plan anunciado en 2005, Venezuela debería haber producido 5,8 millones de barriles diarios para el 2012. Incluso según los cálculos del Gobierno, el bombeo del mineral escasamente supera los 3 millones; fuentes privadas indican el número fue de alrededor de 2.8 millones. El consumo interno ha aumentado considerablemente, en parte porque la gasolina se provee casi gratis a los venezolanos, y también porque las centrales eléctricas se han cambiado al combustible líquido ya que PDVSA no es capaz de abastecerlas con gas. Alrededor de 270.000 barriles diarios de petróleo van a China, para pagar los préstamos al gobierno, y cerca de 400.000 barriles diarios van con un descuento grande para Cuba y otros aliados. Los inconvenientes de refinería y producción han incluso obligado a la empresa a importar crudo y sus derivados.

PDVSA también está obligada por el gobierno a desviar miles de millones de dólares en fondos no auditados que el presidente maneja a su discreción. El más grande, conocido como FONDEN, absorbió $ 15,5 mil millones el año pasado, lo que obligó a PDVSA a pagar parte de sus impuestos en forma de pagarés. Las reservas internacionales del Banco Central se han agotado también, llegando a $30 mil millones (frente a los $42 mil millones de 2008). La mayor parte de lo que hay se encuentra en oro u otros activos no líquidos; las reservas líquidas alcanzan a un par de meses del valor de las importaciones mensuales, unicamente. Los importadores dicen que les toma hasta seis meses obtener divisas a la tasa oficial.

La propaganda oficialista proclama que la revolución socialista de Chávez ha promovido la soberanía y el «desarrollo endógeno». Pero Venezuela es más dependiente que nunca de las importaciones. La producción nacional ha sido víctima de una moneda sobrevaluada y de la hostilidad del gobierno hacia el sector privado. Una ola de expropiaciones y confiscaciones ha dejado en manos del gobierno millones de hectáreas de tierras de cultivo y un segmento de la industria alimentaria. La expansión de la oferta monetaria, junto con las políticas redistributivas, ha elevado la demanda de alimentos y otros productos básicos, alcanzada en gran parte debido a las importaciones.

Las autoridades culpan a «acaparadores» y «especuladores» del sector privado por la inflación y la escasez. Estas autoridades han allanado, por ejemplo, los almacenes de Pepsi-Cola, apoderándose de 8.520 toneladas de azúcar, que según la compañía se habían importado con permiso del gobierno. Al igual que con otros alimentos básicos, el Estado controla los precios y las licencias de importación de azúcar, tanto como su distribución (que sólo puede llevarse a cabo con los permisos del gobierno). El Estado también es propietario de la mayor parte de la industria azucarera. En el caso de la harina de maíz precocido, el gobierno es dueño de la mitad de la capacidad de producción, pero sólo suministra una quinta parte del mercado, según cifras de Datanálisis, una compañía de investigación de mercado.

Algunas de las medidas provisionales se han adoptado para facilitar el flujo de dólares. El gobierno ha comenzado a recortar el gasto silenciosamente, y se raspó la contribución anual de PDVSA al FONDEN por $ 2,9 mil millones. El gobierno ahora busca nuevos préstamos, especialmente de China. Pero Fedecámaras, la principal federación de empleadores, dice que tomará tres o cuatro meses reducir la escasez de alimentos. Eso sugiere que los pronósticos de las elecciones de marzo están lejos de la realidad. Eventualmente, dice Jorge Botti, presidente de Fedecámaras, el gobierno tendrá que «moverse hacia el centro y entender cómo funciona el sector privado». Pero no hay señales de eso todavía.

Salir de la versión móvil