panfletonegro

Soy parte del staff de Pérez Pirela

gracias, panfletos ;)

El miércoles 2 de mayo, fue un punto de inflexión en mi vida. Ya les digo, me cayó una manzana en la cabeza. Yo andaba, últimamente, muy aburrida, la obviedad me tenía la vida jodida. Ya la gente no tiene imaginación, la mediocridad, como una película, había cubierto todo este patio trasero que es este hermoso país que nos gastamos. Qué explicito y vulgar era nuestro acontecer hasta que apareció Pérez Pirela con el crucigrama y su mensaje resaltado en verde fosforescente.

Ahí tienen ustedes a la mata de la inspiración venezolana, el héroe de la hora menguada, el que toca la fibra patria en múltiples niveles para convertirnos en verdaderos justicieros. Concentrarse en esa parte específica del periódico, para descifrar los mensajes de nuestros enemigos, y constatar que su maldad no-tiene-limites, no es, ciertamente, una idea original, pero Pérez Pirela nos demuestra, con este gesto, que todavía queda un poco de elegancia en el mundo.

Después de un alucinado desvelo, me encontraba yo en las afueras de Venezolana de Televisión a las siete de la mañana, y nunca, nunca, me había sentido tan venezolana como cuando estuve parada en frente de esas placas de metal que protegen, cual muralla, el último bastión de lucidez que queda en este país. Explicarle al vigilante qué hacía ahí, con mi resumen curricular debajo del brazo, fue una tarea orgásmica que me ayudó a concretar mi nueva misión en la vida (hay que vivir, viviendo, pensé, mientras miraba una nube en forma de casa): Quiero ser parte del staff de Pérez Pirela, señor, le ruego me deje pasar.

Una vez logré mi salvo conducto, pagando el horrible precio de dejar MI CEDULA en la garita (cruel e inexplicable práctica implementada por las instituciones del estado), me dirigí a recursos humanos. Amablemente me explicaron, que el hombre nuevo no está constituido por diplomas, cesta de tres con el CV. En cambio, me preguntaron mis votos desde que tuve edad para votar, luego de promediarlos, concluyeron que estaba libre de pecado original ya que cumplí los 18 años en julio de 1998, y que por lo tanto, era rescatable.

HCM, sueldazo, cesta tickets, ajá, todo eso será pagados con sus impuestos, pero eso no es lo importante, lo importante es que ahora paso a ser parte del servicio de inteligencia de mi patria. ¿Saben? Me calza perfecto, es como entrar a la masonería. El sábado tendría mi primer encuentro con Pérez Pirela (qué angustia, qué nervios, qué desesperación), quien nos dictaría un curso intensivo para-leer-realmente-el-periódico.

No puedo, dada mi nueva condición, revelarles las técnicas y sabiduría depositada en mi en esas dos maravillosas horas, pero sí puedo decir que la vaina es bien metafísica. Este domingo, después de mucho tiempo, volví a comprar el periódico, y cuando lo vi, realmente, lo vi, entendí que nada volvería a ser igual.

Quiso la fortuna que en mi primer día de trabajo, descubriera cosas vitales para nuestro país.

Prueba 1

El plural no sólo hace que éste sea un agravio inaceptable, ¡esto es una mentada de madre nacional! ¡Hasta Pastor Maldonado está metido en este paquete! Nuestros enemigos son implacables. Aunque si hubiese sido en singular, la situación sería más delicada, porque sería una ofensa a nuestro comandante presidente. Seguro.

Pero el descubrimiento más importante (que me aseguró un bono y llenar mi pecho de orgullo patrio) lo conseguí en el sitio menos esperado (el diablo está en los detalles).
Fíjense bien

Un golpe de estado.

Esto es tan evidente, que no puede ser producto de la mera torpeza. Alguien quería que nosotros supiésemos que un grupo de traidores iba a atentar contra nuestra sólida democracia.

La piñata es el nombre que le dieron a Venezuela.

La conversación entre las “mamás” manifiesta que había dos fracciones de las fuerzas armadas en pugna y que no se decidían en dar el golpe.

El héroe es el único que tenemos, nuestro presidente.

“¡Soltaron los caramelos!” Iba ser la señal de que el golpe había triunfado.

Las dos madres cargando, cada una, sendas bolsas de caramelos demuestra cómo estos traidores pensaban repartirse a Venezuela.

El SEBIN va en camino a la residencia del MeolloCriollo. Le deseo bastante agua y corrientazos, aun después de haber confesado quién es su jefe.

Por favor, no confundan mi nueva profesión con evasión, disociación, paranoia, necesidad de crear distracciones, o simple comemierdismo. No, nada más alejado de la verdad. Se trata de estar conscientemente alerta de las amenazas reales, realistas. Es asumir la defensa de la patria como vocación de vida. Se trata de ser verdaderamente venezolano, en serio, de verdad, verdad. No leas periódico, lee los mensajes con tu mirada limpia, de rayos laser. Antes de comenzar tu sagrada misión, ponte la espada del augurio entre los ojos y pídele que te ayude a ver más allá de lo evidente, después te vuelves Munrra y te das coñazos con los crucigramas, el sudoku, las ofertas de Farmatodo.

Ya ven, sí resulta, es verdad. Como hice yo, tú también podrás salvar a la patria un domingo cualquiera…

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