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¡¿Huelga general?! ¡¡No chico!!

Luego que el jueves 20 de octubre se le haya dado cristiana sepultura al referendo revocatorio, algunos opinadores de oficio se han dado a la tarea de llamar a huelga general, para, dizque, derrocar al gobierno.

Lo siento, pero bájense de esa nube, con una huelga general no se tumba a este gobierno.

En Venezuela ya tenemos bastante experiencia en huelgas, y que en los últimos 17 años sus resultados han sido frustrantes, bien tenemos la experiencia de los paros petroleros del 2002, 2003, que lo único saldo fue el desgaste de la oposición.

No bastó esas experiencias, al parecer, para que ciertos charlatanes vengan con el cuento del fantasma de la huelga general, y muchos venezolanos, drogados con las ilusiones cortoplacistas se comen ese cuento, deseando que un milagro resuelva esta situación, que es verdaderamente desesperada.

Ningún gobierno se tumba con una huelga general. La huelga general podría ser un pretexto para que las Fuerzas Armadas tumben al Gobierno; hay que tenerlo muy claro: lo que tumba a un gobierno es la rebelión de las Fuerzas Armadas, pero si no se tiene el apoyo de los militares, la huelga general no da resultados, es agua de borrajas, como dirían los españoles.

Una cosa son las huelgas de los profesores, o de los médicos, pero una huelga general es otra cosas, lo que tumba a un gobierno, repito, es la rebelión de las Fuerzas Armadas; que las Fuerzas Armadas hagan presos a Maduro y a todos los dirigentes del Gobierno; eso y nada más.

Algunos argumentan que hay descontento en las Fuerzas Armadas, puede que sea así, en los soldados, los jodidos, pero soldado no comanda, comanda es general, y los generales no están nada jodidos, y es obvio que el alto mando militar está con el gobierno, lo han expresado explícitamente, y si no lo han hecho su silencio ante todo lo que ha sucedido es elocuente.

De modo que ese cuentico del derrocamiento de Maduro por medio de la huelga general es pura charlatanería, demagogia para mantener al pueblo ilusionado.

No soy líder político, no tengo la solución, pero de haber otra más coherente y viable, me uno a ella sin duda.

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