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¿Y como lo quiere? ¿Con todo?

-Yadelcy Hamber Machado
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    Actualmente me encuentro desempleada. Ello implica no tener horario de trabajo, ni sueldo fijo, grados elevados de libertad para escribir y también la posibilidad de escoger empleos parecidos a mí y menos restringidos que las oscuras celdas ególatras de las posiciones titulares de las profesiones.

    La situación me ha obligado a elegir trabajos inverosímiles como hacer propagandas para televisión, promociones, vender o ser operaria en algún carro para la preparación de perros calientes.

    Respecto a esas experiencias se refiere este escrito.

    Me correspondió estar en el puesto de un familiar. Un club exclusivo fue mi escenario y no una esquina caliente de cualquier capital del mundo a las doce de la noche. La diferencia para mí es abismal.

    Aprendí y disfrute mucho. Pude conocer a una nutrida cantidad de personas, asunto de verdad interesante para mí, y desde una posición muy cómoda. Confirme las internas tendencias hacia el servicio que manifiesto acá y allá (no el cachifeo, que es otra cosa) y por ultimo me di cuenta que puedo hacer “casi” cualquier cosa y si lo disfruto, todo sale muy bien y obtengo muchas ganancias (las ventas aumentaron durante mi estancia en el lugar. Este fue un trabajo maravilloso que la vida me regaló.

    El quehacer implicaba elaborar los perros calientes en la forma deseada por el cliente y lo más limpio y diligente posible. Ello requería coordinación y método algo que me gusta experimentar de vez en cuando, sin mucha obsesión.

    Así fue. La pregunta, titulo de esta confesión, era el sello inaugural de mi trabajo unida a una sonrisa de bienvenida sincera.

    Comprendí, a todo él mundo no le gusta el hot dog como a mí…con todo y bastante. Algunos lo disfrutan con papitas y sin cebolla… otros sin repollo y los niños tienen preferencia por perros pura salsa… también en este aspecto los gustos son variados, muchos saborean todas las salsas y otros no. La mostaza no es muy ansiada y a ciertos sujetos les gusta la tártara a rabiar. Hay de todo, logre comprenderlo.

    Y acá vamos con el meollo de esta reflexión… pude comprender que nuestros gustos varían en gran medida y dependiendo de cada persona. Todo individuo es un universo en sí mismo y en ese infinito ocurre cualquiera cosa y siempre. Los deleites son tan variados como las posibilidades que podamos crear y creer. Tan valido para mí como lo es todo, estaba atenta de darle gusto al cliente en cuestión, sirviéndole su perro caliente tal y como lo deseaba; sucedió, a veces, que por el apuro u olvido (¡el asunto requería de mi exagerada atención!) cometía el error de ponerle mostaza a quien no le apetecía, apenada corregía el error, pero muchísimas veces me lo dejaban pasar, así de amable fue todo el asunto… no sufrí ni un si ni un no, desacompasado, en el mes que ejercí esa labor tan divertida.

    Me doy cuenta de lo importante de saber como queremos las cosas. El puesto de venta de perros calientes pudiera ser una estación en la vida visto desde un universo paralelo… ¿Qué pensaría si se presentara un (una) joven vendiéndote algo que tu quieres comprar y además procurando dártelo de la forma más precisa posible?. ¿Qué harías?. ¿Estas seguro (a) de saber como pretendes lo que quieres en la vida? Y si esta chica o chico fuera a darte lo que quieres en los órdenes laborales, pareja o amistad. ¿Podríamos decirle con prontitud y exactitud cómo lo quiero? Seriamos tan concretos para decirle que lo queremos con todo?.

    Y si la vida fuera un carrito de perros calientes que nos lleva de acá para allá dando lo que pedimos siempre y cuando lo solicitemos de forma correcta y concisa. Me encanta esa posibilidad y el poder para expresar: lo deseado en mi vida lo quiero con todo y abundantemente. Darle la cara a esa tremenda oportunidad sin cobardía y con todo mi ser. Puede que el universo tiemble, así como algún otro cobarde silente que conozco.

    Requiere coraje decirle a la vida… ACÁ ESTOY, para lo que venga; dispuesta a responderte, a ti vida, con todo mi ser, siendo lo más presente y coherente que pueda en este instante del tiempo… allí los más miedosos se echan para atrás o sencillamente siguen sentados en su posición de aprensiva comodidad.

    Me hechiza creer que cuando pido a la energía creadora ella me va a dar “ello” como lo quiera y en él termino de la distancia. Me seduce tener presente que me lo merezco porque he creado un espacio interno y externo para que ello suceda, dándome la oportunidad a mí y a los otros de que se manifieste de la mejor manera y no tengo que disculparme ante nadie por conseguirlo o intentarlo siempre y cada vez mejor.






    Te pregunto, para concluir… si la vida quiere darte un perro caliente “paralelo”… ¿Cómo lo querrías y en que áreas te gustaría que se manifestara esa posibilidad? ¿Si te preguntaran, sabrías como quieres todo lo que deseas? ¿Hay dudas aun en ti? ¿Donde? Si sabes las respuestas y quieres compartirlas conmigo te invito hacerlas... [email protected].





   

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