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Grisly

Ella es bajita, un metro sesenta o algo así, anteojos de marco negro, pelo largo y liso, zapatitos chinos, condescendencia, risa nerviosa constante, se tapa la boca por conductismo, Huidobro, Cortázar, Francia, sus amigas la llaman como a una madre. La conocí en un bar donde nadie hablaba español, ella no lanzó una palabra en toda la noche y en algún punto pensé en darle mi mail (en ese punto en que uno decide no dar el teléfono por cursi), levantó una ceja y nos terminamos un pitcher. Me contó cosas, la hice reír (o pensé que era yo el que provocaba su binominal "jajaja" del otro lado del computador), muy pronto descubrí que estaba enamorada de enamorarse y fue mi mejor amigo, el mejor amigo de mi mejor amigo, un conocido, el vecino, el hijo del socio del amigo empresario de mi tío, un posible ex-compañero de un club que ahora precisamente no recuerdo, el Topo Gigio, Zaratustra y quién sabe; se enamoró y resistió vagamente el sufrimiento. Su manera de sobrevivir. Escribió poemas gráficos, intentó un trío 2M1H sin resultados, leyó a Emar, vio Amelie, sus padres ya divorciados le hicieron la vida imposible y creo que me enamoré de su hermana. Un día me dijo: "Se está muriendo". Le pregunté: "¿Quién se está muriendo?". Me dijo: "Todo. De a poquito. A pequeñas gotitas". En esos mismos días yo me inventaba una estupidez, cualquier estupidez, y la llamaba. Así nos íbamos afianzando del vacío, nuestra pobre relación. Alguna vez tuve la duda y se lo dije, y ella, de risa nerviosa, respondiendo que claro, sí, por supuesto, diciendo cero, afirmando sin sostener. El último día que la llamé y me contestó se quebraban platos. Ella dijo: "De a poquito. A pequeñas gotas".

Cuba Libre desproporcionada

El trago era algo así como 90% Cacique - la Coca Cola era prácticamente simbólica- En este estado, la letra de Chacarrón Macarrón es profunda, casi conmovedora. Se me cae el celular bajo la mesa; me agacho a buscarlo.
Cuando subo las cosas han cambiado un poco: mis amigos desaparecieron, la música se torna minimalista y me encuentro en un lounge bastante....literario?!?.

El Club de la Serpiente está sentado en la mesa de al lado, fumando opio y pidiendo al d.j. alguna de Benny Goodman. Mario Camacho se encuentra en el bar, acompañado de la infusión de yerbaluisa y menta , escribiendo probablemente una de sus tantas radionovelas. Florentino Ariza mata un despecho eterno con lo que le permiten sus ingresos: Ventarrón.

Al otro lado, Hilario Guanipa lanza un piropo sórdido a Ilona -upaaaa- Tan sórdido que empieza a llover. Un hermoso joven rubio, seguramente extranjero, pide un martini. Me sonríe a lo lejos -o yo creo que me sonríe, es lo mismo- "Hi" le grito, entre mareada y pícara -efectos de la Cuba Libre desproporcionada-. "My name is Dariela..Yours?" "Dorian", contesta el british guy mientras hace una mueca con la boca que me evoca... ¿cierto retrato?

No hay tiempo de reflexionar al respecto. Los efluvios de la pecho cuadrado ascienden, turbios, por mi esófago y al sonido de Chacarrón se adjunta una náusea corta. Mis amigos se ríen escandalosamente. El bar tender me mira con una cara de "tú vas a limpiar ESO, no?". Y encima el papito rubio desapareció...

Para el periodista Juan Barreto

Alcalde Mayor de Caracas

Por desconocer su direccion electronica me permito enviarle la presente comunicacion por esta via, con el fin de solicitarle aplique uno de los reglamentos vigentes contra los ruidos molestos en la ciudad. Nos cansamos de solicitar lo mismo al anterior Alcalde, sin resultados. Se lo agradecerian las sociedades medicas de otorrino, cardiologia, psiquiatria, entre otras. Porque es pavoroso el daño fisico y psicologico que esta sufriendo la poblacion de Caracas ante el abuso sistematico de toda forma de ruido: cornetazos de buses y camiones de uso en carreteras, escapes libres en automoviles, autobuses y motos, desenfreno en el uso de sirenas tanto en policiales como ambulancias- donde muchas veces se comprueba no hay emergencias de por medio-. Algunas de esas alarmas tienen diferentes tonalidades que revientan timpanos, en cualquier momento,hasta en altas horas de la noche. Como ejemplo, en un incendio de estacionamiento aqui en la Urbanizacion La Paz,con l6 autobuses quemados, las sirenas de bomberos, ambulancias y policiales provocaron una alarma tan grande, que daba la impresion de estar incendiada media Caracas, a las 3 de la mañana y sonaron mucho despues de dominado el incendio. Es decir, falta una reglamentacion para el uso comedido de todo ruido escandaloso asi sea de las autoridades. Señor Alcalde Barreto, la ciudad se lo agradecera si ud. aplica la ley sobre el particular.

Atentamente, un ciudadano de Caracas