Breve antología de poesía merideña

-Beatriz Alicia García
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(compiladora)


La actual poesía merideña presenta una diversidad de voces, tonalidades, e intenciones. Entre sus autores, sin embargo, existe una tendencia hacia el poema introspectivo, la exploración de sentimientos, estados anímicos. Siendo Mérida un espacio donde el paisaje configura una identidad, un temperamento, el paisaje no es un tópico importante entre sus poetas, por lo menos en los autores antologizados. Hay también una tendencia hacia el verso breve, aunque algunos autores transiten también el poema más extenso y más adjetivado. Resulta interesante la variedad temática. Esta variedad transita caminos que llegan incluso a contraponerse. Los versos de Héctor López y María Luisa Lázzaro, dan cuenta de la condensación de estados de alma, estados interiores; en Lázzaro muy ligados a lo femenino. Mientras Jasmil Mendoza León mira hacia problemáticas sociales, Alfa Bet se centra en los mundos abiertos por el actual señorío de la computadora; sus miradas se avocan a lo externo, toman lo externo como punto de partida. Mireya Krispin, si bien nos entrega reflexiones o aproximaciones a estados interiores, también explora en su poesía el erotismo, la escritura desde el cuerpo. Así mismo incluimos un autor que se ha destacado por su trabajo de poesía para niños y jóvenes, Antonio Castro Avellaneda. La presente muestra abarca un breve compendio de una poesía por descubrirse, más allá de las fronteras de Caracas, en este caso autores del estado Mérida. Quedan aún buenos poetas que no hemos podido incluir, por razones de espacio, o porque aún no los conocemos.


    Héctor López



      Hoy
      en esta tarde
      hemos oído al cielo
      profundo respirar




      &&&




      Sobre la tierra de mis muertos
      reposan huellas
      para que el amor
      no termine....

      (De: Bajo tu nombre)




      &&&




      En el corazón del misterio
      ser lo leve
      aguardando por el verbo

      Un algo que trepa las paredes
      de una ciudad desconocida
      que habitamos
      que es nuestra
      y en ella

      ver
      aún lejos
      una rosada aurora

      (De: Del sagrado prodigio)





                María Luisa Lázzaro


                  PODE LA MUJER

                  Podé la mujer en sentimientos
                  Le quité la lengua
                  los ojos
                  las manos
                  Sus dedos serpentinos
                  que querían hacer un gesto
                  fueron mutilados
                  Su boca siempre anhelante
                  abierta al aroma del viento
                  fue cerrada
                  Sus piernas atentas al llamado
                  de otra noche sublime
                  fueron cortadas

                  (De: Poemas de agua)








                  HUIDA

                  Cuando planifico mi huída,
                  despacio,
                  en puntillas,
                  sin que sea notada
                  más que en
                  "un silencio de aromas
                  que persiste";

                  suena el teléfono.

                  Mis pies regresan al punto de salida,
                  al jardín de geranios
                  amarillo lila.

                  Acomodo la cabeza
                  -dócil

                  entre el frondoso helecho;

                  me entrego amorosa
                  al ramaje cálido

                  y vuelvo a soñar.

                  Sueño la ternura cotidiana,
                  el tiempo sin límites,
                  y un espacio sagrado
                  con olor a bosque encendido,
                  donde tiemble a sus anchas
                  el amor.

                  Y ya no vuelvo a correr.

                  (Del libro inédito: De flores y aromas)






    Mireya Krispin


      LOS ASTROS AGOTAN LA LUZ

      Se rompen lazos que anudaron vínculos
      se desatan sogas oriundas de plantas ancestrales
      La marea afloja las amarras
      y el barco boga sin rumbo

      Los astros agotan su luz
      El hombre no rige su sendero
      así no atina el infinito

      Se va lo que ansías
      se establecen otras formas
      Una vez más se ha vaciado el cuenco








      DONDE ESTOY

      Los espectros velan aminorándose
      amo y odio el silencio de las colinas
      Giro hasta que sea menester
      Tengo miedo de la tormenta que embosca mis sentidos
      y proyecta una sombra en el verbo

      (De: Las fieras no se rinden)




      &&&




      Algo no me permite ahondar
      el foso de tus pupilas
      que sé contemplar
      en éxtasis amoroso

      Amo el borde de tus pestañas
      ceñidas a mis sienes
      Quiero tus labios
      en rondas de muslos apretados
      Corrientes se desplazan
      en la sombra enmarañada de mi vientre

      (De: Almendra Voluptuosa)






                Jasmil Mendoza León


                  Dedo asomándose a la orilla del
                  desamparo. Cuánto campeonato sobre
                  la pobre vida. ¿Es eso la locura?¿Ese
                  recostar la humanidad en la puerta del
                  sobresalto?

                  Cuánta desnudez viste la miseria.

                  (De: Rastro perdido tallo roto)




                  &&&




                  En cuál sendero perdí mi hilo. En cuál
                  recodo del camino dejé un último
                  pedazo de pan. Cuál demonio negoció
                  mi lucidez y me perdió.

                  A estas horas por qué desanda la
                  existencia.

                  (De: Vuelta al desalojo)




                  &&&




                  Su amor me exilió de las calles, del
                  morado y del rojo de los apamates en
                  Mayo, de la lluvia que humedece el
                  terrón alimentario -Hubo una estancia
                  hermosa oliendo a sándalo, y lo sensual
                  devino en mirra, musk, almizcle; en una
                  impersonal manera de mirarse-

                  (De: Carta)





    Alfa Bet


      VIRTUAL

      Está cuando lo ves
      pero también antes de llegar
      es tu cristal virtual
      arabescos brillantes sobre lecho satinado
      transparencia como la mía
      sospecho un secreto en el brindis del bar

      Te quiero
      me quieres

      Más allá del olvido
      ¿qué hay?
      ¿lo ves?
      es virtual
      no ha llegado aún
      pero ya está








      DESBORDANTE

      Círculo recortado     
                 de un cielo bebible
                               puerta china
                                    entre ronda de nubes
                                                         te abres
                                                                 desbordante
                                            aparición de montaña
                                    aura rosa
                           onda amarilla
                 celeste brillo
      dorado arpegio


            la montaña
                                                    eres tú

                                                                       el vacío
                                                                               soy yo


      (De: Pétalos cibernéticos)







                Antonio Castro Avellaneda



                  EL AMOR

                  I
                  Una ventana
                  por donde entras,
                  por donde sales
                  hacia la vida.
                  Una ventana.

                  Una palabra
                  que todos dicen,
                  dicen que saben
                  y que defienden.
                  Una palabra.

                  Un arco iris.
                  Agua encantada.
                  Todas las flores.
                  Ciertos temores.
                  Un arco iris.

                  Lo que te arrulla,
                  lo que te alza.
                  La fuerza buena
                  donde descansas.
                  Y una palabra.




                  II
                  Un pájaro preso
                  en el corazón.
                  Dos campanas mirándose:
                  dos campanas con sol.

                  Un camino que parte.
                  Un camino que llega.
                  Dos luceros que cantan.
                  Dos luceros que sueñan.

                  Una luna en la boca.
                  En los ojos dos lunas.
                  En las manos, las manos:
                  una estrella entre ellas
                  y otra estrella en la voz.

                  Si me miras te miro
                  con el mismo color.




                  III
                  La mañana pone
                  una canción
                  entre mis manos
                  llenas de sol:

                  Yo te la doy.

                  La tarde es buena
                  para pasear
                  entre las nubes
                  o junto al mar:

                  Conmigo irás.

                  La noche sabe
                  cuánto me gusta
                  jugar sin miedo,
                  nada me asusta:

                  Cuando tú estás.

                  (De: Pájaro del corazón)






   

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