[an error occurred while processing this directive]



   

Top-5 películas para ver durante un despecho

Top-5: s. Lista arbitraria, extremadamente personal, hecha por un colaborador de Panfleto Negro.



A mi me funcionó hace años Gods and monsters, porque empecé a ver a una novia que me acababa de hacer una mierdada como una persona con un handicap social y eso me devolvió entereza y pude darme cuenta de que no había nada que hacer, mandarla a la mierda y mantener la decencia.

Por otro lado, si la intención es dejar de pensar y reir ante la adversidad, cualquier vaina de los hermanos Zucker es infalible: Top secret, Airplane, Naked gun, la que sea. Porky's me hizo reir hasta los calambres (con la escena esa de la identificación fálica de los culpables) una vez que una carajita en el liceo me dijo que no porque tenía un novio que vivía en el norte.

También una alta tasa de muertos por minuto puede rescatarnos del más profundo de los abismos. Rambo III, además de la plomazón, nos transmite la curiosidad de ver a los afganos como los buenos de la vaina y en la escena de los cuatrocientos caballos que salvan a Stallone y a Crenna de la trinchera frente a los soviéticos, podemos entretenernos en buscar cual de ellos es Bin Laden.

Una joya que le debo a mis amigos del otrora apartamento de lo posible es L'homme qui amait les femmes de Truffaut. Hay millones de ellas, la mayoría son hermosas y si vives de la manera correcta se reunirán, todas de negro y lentes de sol, intentando no verse entre ellas, pero viéndose entre ellas, en tu funeral.

Pero la mejor de todas las películas que uno pudiera ver durante un despecho es The last boy scout. Sólo por ver de nuevo a la esposa de Bruce Willis gritándole "¡¡¡me sentía sola!!!" cuando él la pilla montandole cachos y apludir cuando él le responde "comprate un perro!". Verlo desmantelar toda una mafia de apuestas es un prodigio a la hora de entender de lo que es capaz un hombre despechado.



En su ciclo “cine de despecho”, Telecorazón presenta cinco “abismos pasión” con más “corazón que odio”, para aquellos bobos de la yuca que se la pasan comiendo papel de Jazmín, frente a las Cositas Ricas de Leonardo Padrón, o delante de Mi Gorda Bella, Mi Flaca Linda, Miss Norkys Batista , mis Juanas…¡ y con mis mamis no te metas!

1.- Titanic. Un bloque de hielo seco,full grande y burda de frío,se interpondrá en el destino de un buscavidas colado en tercera clase y una gorda bella instalada en primera. Ambos destruirán el tempano social a punta de golpes bajos, pero sólo uno de ellos sobrevivirá para contarlo .Averigue quién llorará a quien, el próximo domingo después de Favoritos de Monitor Hípico con Leopoldo Castillo y antes de Constructores de un País con el Doctor Alí Kan.

2.- Todo Sobre Mi Madre. ¿Cómo superar la muerte de un hijo? ¿Cómo sobreponerse a una pérdida tan grande, a una tragedia de tal magnitud,tud,tud,tud…? Almodovar y Cecilia Roth tienen la respuesta. ¡Descúbrala antes que atropellen a su hijo,jo,jo,jo…!

3.- Lo que el viento se llevó. La película más importante de la historia, más vista, más buena, con más Oscar, llega a Telecorazón a todo pecho, a todo tren y a todo color para batir todos los récords de sintonía entre las fans enamoradas de Servando y Florentino. No deje que se la canten.

4.- Atracción Fatal. Mire cuán lejos puede llegar una mujer por amor al arte del adulterio, en una película tan desgarradora , atrevida y escandalosa como la vida alegre de una señora de las cuatro décadas.Más que una ficción, es una verdad sobre los peligros del encornudamiento. Después de verla, usted lo pensará dos veces antes de traicionar a su pareja.

5.- Infidelidad. Violencia, muerte, sangre, asesinato,más sangre,peligro y decepción son el corolario de la infidelidad. Cuidese de fantasear con ella. Su cuerpo y su mente se lo agredecerán.






En principio, no vería nada. O no: me contentaría con ver volar los gordos, pesados mosquitos que sobrevienen a la soledad y al desamparo. Es casi seguro que, una vez encendido el televisor, dejaría que la irrealidad de la pantalla reflejase la fatuidad de cualquier ciclo dominical. Un elefante que saluda con su trompa. Un abuelito que camina con una camisa hawaiana y, por la ventana, una nube que se desplaza sobre el cielo de una Caracas esquiva y silenciosa. Mi película sería el recorrido de la habitación a la cocina. De la cocina a la habitación. Un vaso de agua a medio terminar. Un libro abierto en una página falaz.

En fin, no vería películas. Pensaría en algo parecido a estas películas, sin ningún orden, sin ninguna prioridad, apenas con un poco de desolación. Bostazando, como quien tiene gripe --o aparenta tenerla:

1. El Lado Oscuro del Corazón (1992), de Eliseo Subiela.

2. Der Himmel Uber Berlin (1987), de Wim Wenders, traducida por "Alas del Deseo", "El cielo sobre Berlín" o "Sobre el cielo de Berlín".

3. Y la Nave va (1983), de Federico Fellini.

4. La venganza de los Nerds (1984) --No la II, ni la III, ni el retorno: sólo la primera.

5. Annie Hall (1977), de Woody Allen.


Para llorar mi tristeza amargamente y con la intensidad que lo amerita, vería Los puentes de Madison, que me recordaría que los amores suelen ser ideales y que no siempre llegan cuando uno los espera. Sin embargo, creo que en el fondo, también la vería buscando la esperanza de que, si bien esta no es la persona que buscaba, pues de repente llega uno mejor.

A medida que el llanto se agota y comienza a aflorar la rabia me provocaría ver un episodio de Ally McBeal, (cualquiera de ellos), porque en todos se refleja lo incomprensibles que son las relaciones de pareja y también para burlarme un poquito de mi misma.

Ya cuando la cosa de la arrechera se intensifica, pues nada mejor que ver dos películas que ilustran el absurdo de las relaciones pareja y refuerzan la idea de que mejor es estar solo que… Estas serían: Annie Hall, de Woody Allen, y American Beauty.

Por último, cuando ya se me haya pasado todo el furor que implica el olvido, pues vería Y tu mamá también, para recordarme que existen muchas otras maneras de experimentar en la vida, que están vetadas, por lo menos para mi, cuando uno tiene una pareja, y que resultarían ciertamente interesante comenzar a probarlas desde ese momento.





1.- No sé si será una película para ver durante un despecho; creo recordar que la vi durante un despecho. Tenía todos los elementos ideales para abrir los ojos a un mundo que no se había detenido, y que ofrecía potencialmente todo. Ambientada en el siglo XVII o XVIII, un ataque de vouyerismo y erotismo para un iniciación sexual, además de una protagonista que recuerdo con rostro de ángel y cuerpo de demonio: Fanny Hill, memorias de una mujer de placer, fue su nombre en la cartelera nacional.

2.- "Pobre Ana, se fue tan sola, dejándome a mí tan rico", está frase, dicha casi al final de la historia, es motivo más que suficiente para que una cinta merezca ser mencionada en esta lista. Se trata, por supuesto, de El lado oscuro del corazón, de Eliseo Subiela.

3.- El despecho es un luto, y el luto es como un despecho. Es una quemadura que al principio parece intolerable pero que, cada mañana que despiertas, descubres que arde menos. Por tanto, toda película donde uno de los dos muere simboliza al despecho, lo hace soportable como consuelo en el dolor ajeno. La lista es casi infinita: las hay clásicas (como Love Story, que ha perdido su capacidad de conmover), las que a los protagonistas les cuesta entender que ya se han separado físicamente (como Ghost, aunque mejor lograda es Always), con el delicioso toque del cine independiente (como Héroes anónimos), y con actuaciones soberbias (Shadowland, verbigracia).

4.- El despecho también es desesperanza, por tanto si uno está muy down no está demás sumergirse en películas que te hagan sentir que, en la peor de las circunstancias, siempre podremos alcanzar el sosiego: Out of Rosenheim, y The Shawshank Redemption, por nombrar solo un par que me vienen a la memoria, son perfectas para quitarse un poco esa derrota de encima.

5.- Y por último, si lo que se quiere es darle rienda suelta a los apetitos de destrucción, pues no hay nada que hacer, hay que ver destrucción, pero de la bien hecha, preferiblemente: A Clockwork Orange y Natural born killers serían dos opciones nada desdeñables.

Bonus track: Aunque en los estadios más intensos del asunto, esa etapa en que ella se pone más bella, casi cualquier pretexto para distraerte dos horas sin pensar en tu infierno, es definitivamente bienvenido.



Comenzar por el final, eso es un despecho. Veré los cinco cortos nunca terminados de Poetas en Tránsito, que valen por uno, incluyendo el de su muerte y sólo me quedará el naranja manchado en la angina, luego, despertaré en una lata de Cerveza y estarán rodando todas las películas de Jorge Negrete, tequila, caballos, hombres “arrechos” y bueno una que otra de cantinflas, que valdrán medio film, del otro lado de esa sala responderá un sujeto impalpable espumado de tristeza como yo, con la humorística Naranja mecánica, la otra mitad de México. Alguien disparará el suspenso de Cinema Paradiso con la única excusa de llegar a un film de Amor: la película del cerdo y el hombre ingles -no recuerdo el nombre- y vida, poesía, dolor y muerte serán resumidas por: el lado oscuro del corazón, al corazón es usual que lo jodamos en tiempos de vendimias del alma, y así, en otro despecho más, quedará registrada una muerte que alcanzó para cinco películas.




5. High Fidelity - Stephen Frears – La película que probablemente originó esta sección, es una buena muestra del catálogo situacional por el que pasamos esos despechados a los que nos gusta hacer listas.

4. Bialy - Krzysztof Kieslowski – Sin entrar en detalles que me relacionan con Karol Karol y podrían resultar dolorosos, Blanco es, entre otras cosas, la mejor versión que he visto de una venganza por despecho, sobre todo porque el final es tan real, cruel y ambiguo como la vida.

3. Casablanca – Michael Curtiz – Bogart, como siempre, nos recuerda que aunque no podamos quedarnos con la muchacha,
a) los besos no están descartados,
b) podemos alcanzar el límite, poner a prueba las leyes del universo, y
c) nunca hay que perder la clase.

2. The Godfather, part II – Francis Ford Coppola – Por supuesto que podría verla completa, pero durante un despecho sólo pondría una y otra vez "I know it was you, Fredo. You broke my heart. You broke my heart." y la versión italiana que le hace Vito Corleone a Don Ciccio del popular “guárdame eso ahí”

1. Apocalypse Now – Francis Ford Coppola – Desde la entrada, “Saigon, shit, I'm still only in Saigon. Every time I think I'm gonna wake up back in the jungle.”, que es por sí misma una oda al despecho, pasando por Kilgore y el olor a victoria del NAPALM, hasta la disertación sobre el terror moral del coronel Kurtz; Apocalipsis Ahora me hace olvidar por tres horas, perdido en el horror de la guerra, que los hombres podemos hacer historias impresionantes sin tener una sola mujer de protagonista.


Próximo: "Top-5 canciones escuchadas en una fiesta de los ochentas"



   




[an error occurred while processing this directive]