Este sitio se vería mucho mejor con un browser que soporte estándares web, pero es asequible para cualquier dispositivo con navegador de Internet.





Y... ¿Hacia dónde me dirijo?

1, 2, 3 y 4, inhalo y exhalo. Escucho mis pasos acompasados en la grava de la caminería donde troto. Mientras inicio el circuito de esta tarde, busco concentrar la atención en mi respiración, asunto difícil cuando tengo la cabeza llena de mil voces. La idea de volver a trotar después de meses de vagancia, trae consigo la oportunidad propicia de reconectarme. En el interim, permito al Parque Los Caobos, abrazarme suavemente. Indefectiblemente se acerca la naturaleza a mí con un sigilo perpetuo y sin cuestionar. Por eso termino conociendo nuevos lugares dentro de la loca y convulsionada cuidad donde puedo disfrutar del canto de las aves y el extraño rumor silencioso y aquietado de los arboles que recubren la zona.

1, 2, 3, 4 respiro profundo, permitiéndole a mis voces exponerse. Reflexiono sobre la confesión de este mes. Sigo con mi ritmo, mientras permito el surgir de este ser que escribe y expone sus ideas mientras troto. Hasta ahora todo es fácil; por conocerla tan bien, sé que dentro de poco, todo se complica.

Escoger la dirección del ejercicio es fácil cuando las caminerías están marcadas, como aquí. Me corresponde, nada mas, elegir la ruta y la distancia durante este ejercicio. Hay dificultad cuando en el universo paralelo la vía no es tan clara.

Si ya pregunté dónde me encuentro, lo lógico es consultar hacia dónde me dirijo. Aburrido, pero congruente.

Escucho a mi escritora favorita empezar una idea e inmediatamente se la discuto. Comienza la pelea. Me disgusta cuando “ella” asume posiciones encumbradas y señala a otros. Si le permito continuar con la imagen, iríamos para allá y no lo quiero. El debate empieza cuando cree su deber comentar lo del propósito de vida y a mí parecer, es un absurdo. Primero, es íntimo y segundo, caeríamos en la trampa ególatra de pretender decirle a los otros como deben vivir, pensar o sentir. Enseguida me rebate, comentando, que esto es un Confesionario y por eso estamos acá. Guardo silencio sin dejarme convencer. Insiste que con decir lo del propósito de vida que se acata y nos permite un avanzar fácil, cumplimos con ambas; es decir, ella se confiesa y yo no siento que asumo posiciones de señalamiento... Vamos bien... ¡hasta ahora!

Sigo subiendo, es decir, trotando... en definitiva, la vida es un continuo ascender evolutivo. Y yo persisto en el intento. Tener un propósito de vida (¡¡¡y ella sigue!!!) pensar y sentirme un ser total y pleno, permite ver la vida desde otros parámetros. Lo por hacer es importante desde mi complitud y no por un vacío interno. Es una diferencia abismal.

Admito mi incapacidad para crear estrategias y metas. De nombres rimbombantes y con plazos fijos de entrega, son de verdad un dolor de cabeza. Lo he procurado y comprobé manejo una exagerada ineficiencia al respecto. Tengo amigos, que van llenos de esquemas y alegres luchando contra el mundo hasta conseguirlos. Dejé de intentarlo. Sin embargo, he asumido un estilo propio (como en todo) creando una especie de planos guías para el viaje eterno de mi alma. Fiel creyente de los consejos de los libros, hice dos largas listas. Una dice “cosos por comprar” e incluye el apartamento frente a la playa y otra “cosas por hacer” que contiene el viaje a Australia y aprender a rodar bicicleta (¡qué pena!, ¡Lo dijiste!!!, Eso no lo sabe nadie)... hasta ahora.

Por otro lado, toco áreas que se me dificultan,  la de pareja y laboral (¡aquella pajiza del empleo placer!) Y algo respecto a la abundancia. Todo el asunto tiene que ver con una visión interna de mis deseos y el cómo lo voy ha hacer. Es amplio como para agregar ideas por el camino o cambiar de rumbo si fuera el caso. La intención es observar, sanar y trascender.

1, 2, 3, 4 inhalo y exhalo. En el área pareja busco desenredar entuertos y realizarme. Una de las Yades, la más sentimental, ha llorado mucho en el lado oscuro del amor. Cursi, pero cierto. Hemos tocado el caleidoscopio de relaciones incómodas y poco equilibradas. Ella suspira por un “buen amor” (¡¡¡¡alguien que defina los términos de esta loca!!!!)...  Un amor correspondido, sin máscaras, profundo y dulcemente cariñoso (¡¡¡¡puf, que ridícula!!!) Reviso el miedo al compromiso, la calidad de lo que atraigo y un estado de claridad interna.

1, 2, 3, 4 tomo fuerzas, troto más rápido... ¡qué extraño, un señor de pie a lo lejos  detenido como un árbol!... doblo a la derecha para continuar con el circuito. Con relación al área laboral, mi tendencia es a continuar escribiendo, consolidando las posiciones ganadas a principio de año, practicar para una escritura mas clara y parecida a mi tono interno y estudiar. He convertido la intención en una disciplina, permitiendo a la loca que lleva el mando, mostrarse a plenitud como es su exigencia (¡¡epa!! ¡¡¡Que es eso de loca!!!, ¡¡Respeta!!)... encojo mis hombros...

1, 2  bajo el ritmo o respiro más rápido. Escojo lo primero. Me gusta sentir que puedo trotar largas distancias, aun cuando la intensidad no sea mucha. Soy como los caballos pura sangre, que tienen resistencia para correr largos trechos y rematan con elegancia. Con relación a la abundancia ya puedo verla en casi todo. Entiendo que voy contra corriente, pero a veces, es mi estilo. Hay plenitud en mi vida y lo que no, va creciendo a  su paso, ritmo y tiempo. Yo apurada no estoy.

Soy (¿somos?) multidimensional. Varias caras viven conmigo día y noche. Las disfruto, aprovecho su condición poderosa y aprendo permitiéndoles su espacio. No estoy tan loca como parezco y persigo mis internas pretensiones exenta de bulla y parafernalia. Sin dañar a otros o dando codazos voy por él todo en mi vida.

Cuando hablo de lo total, me refiero a tener lo  que deseo, en los diferentes ordenes de vida, pareja, amigos, área laboral, recreaciones, familia, dinero y demás. No hablo de conquistar el mundo ni de una insatisfacción personal respecto al rumbo que ha tomado mi historia. He notado, por mis estudios del ser humano, que las personas más insatisfechas con su vida son las que consideran imposible la conquista del “todo”. Creo que esta idea es válida y no una fábula inventada por algún mentiroso. Vivo en algunas áreas la sensación de haber alcanzado los máximos escalones. En otras aún no. Sigo apostando. Sin saber si lo voy a lograr tengo la intención de continuar avanzando hacia el todo. Quizás al final de mis días luego de jugar con mis nietos y salir a trotar por el parque, pueda sentarme ante la computadora, para escribir él epilogo de esta confesión. Lo compartiré con ustedes. Es una promesa. En una tarde como esta, sabremos si fue una mentira ilusoria o no, subir en pos de esta idea.


Una vez terminado el circuito, respiro con profundidad y camino para recuperar aliento. Mis voces internas cedieron ante el silencio de la conexión con todo y te pregunto... ¿sabes hacia donde te diriges? ¿Tienes metas, planes, planos, mapas? ¿Y la dirección y rumbo interiores, las conoces? ¿Tu vida tiene sentido?... ya sabes como dar tu opinión...