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A veces me canso.
Siento que todo podría escribirlo
y me atormento.
Mi cabeza, cauce de río revuelto
se ensancha
y la luna, que me sonríe felina,
se me incrusta
y se revuelca entre mis aguas
hasta que amanece.
La luna y yo.
Entre nosotras,
hay una relación que raya en lo prohibido.
Ella me atormenta,
revuelve mis aguas
haciéndome delirar
y decir palabras
que quiero y no quiero decir.
Luego amanece,
evoco sueños
y siento que podría escribirlo todo
pero a veces me canso
y eso me atormenta.
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Los zapatos no van en el ropero
primero es así: tengo frío, la estufa está a mi lado
consumiéndose el oxígeno y mi corazón de carne
después es así: tengo los dos pies sobre la silla
apretando los talones y siento la sangre subiéndome en coágulos
es siempre así cuando digo que los tontos ponemos siempre
el amor en cualquier lado, lo dejamos en una persona cualquiera,
ya no somos nosotros cuando ponemos un amor en ninguna parte.
me da miedo construir poemas que empiezan cada vez con una letra distinta
porque parece que quisieran decir algo por separado
pero no lo hacen
dicen cosas que no tienen pies ni cabeza, yo ahora hablo de que ponemos
el amor y las comillas en cualquier parte y en ninguna, como cuando ponemos
los zapatos en el ropero: no van ahí, van acá.
quiero decir, como dije hace un momento, que estoy triste y no me curo,
porque siempre decir cualquier cosa es un momento oportuno para la tristeza.
tengo el despertador preparado para la mañana
y tengo un silencio como de estar hace siglos en la cuenca más honda del océano
quizás suene algo que es parecido a mi boca contra el vidrio,
dejando el redondel de vapor, y en el centro escriba la letra con la que empieza un nombre
que tiene el abecedario entero, que no es el mismo abecedario que lleva este poema
sino que es otro, construido para que ese nombre sea la primera letra que recuerde cuando diga que abecedario es una palabra larga y empieza con una letra que no es la misma con que empieza este abecedario que empieza con a.
más tarde es así: tengo un ojo mirándose a si mismo diciendo que octubre es un mes precioso para hacer el amor en el borde perlado del río que empieza a bajar turbio porque es deshielo.
mas temprano es así: soy un xilófago. quiero deshacerte y hacerte otra vez,
para que no seas tanto témpano conmigo. para que no seas
un poco de papel y un poco de frase, otro poco de papel y otro poco de frase.
es así: tengo dos manos y una que no quiere ser una mano, porque le teme a la caricia.
es otra vez de nuevo así: quiero que no tener que nombrarte en un poema sea la tristeza
porque la muerte tiene ese espacio del silencio ya ganado
y mis espacios de duelo tienen la saliva dibujada
y el silencio tiene dos palabras escritas
y la noche es un huerto de sanguinolentas estrellas
y los témpanos tienen tu rostro cuando es de día
y cae la escarcha en los cielos de buenos aires
cuando ni vos ni la gente saben que hablo de vos y de ninguna otra gente que acaso llevara tu contorno.
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Ella dijo "Huidoboro",
todos dijeron "Huidobro",
luego "Huidobro" de nuevo
y algunos rezagados repitieron
"Huidobro".
Cerciorándose de que todos la habían corregido,
dijo "Huidoboro"
y continuó.
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Infancia
Niña,
que de niña he perdido la inocencia y el vivir rápido
maquillando mis labios de rojo desde los doce...
Niña,
que ya no soy
que busca en su esencia la candidez de la risa limpia y de los ojos malcriados
Niña,
que te fuiste con las drogas y la tierra
con los sueños embarrados de alcohol...
Niña,
que no apareces y te mueres en el camisón roído por las manos del desamor
por los hombres que te comen;
¡Extraño girar en la rueda y columpiarme mirando el cielo!
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Cenizas
Hoy, igual que ayer,
me invade la monotonía;
me niego a pensar que no haya nada más,
vivir por vivir no es vida;
hace falta algo,
hay que derrumbar los muros
alejarnos y dejar atrás
las fronteras de este mundo;
tambaleante,
en este cuerpo en ruinas,
inmerso en esta rutina
que desfigura mi alma;
ayer escuchaba U2
ayer estabas conmigo
hoy nos separa el abismo,
el vacío de los años;
me he declarado inocente
aún sabiéndome culpable
he vuelto la vista atrás
intento volver al pasado,
desnudo mis sentimientos
me acerco a la realidad,
intento, pero no puedo,
huir de la soledad;
quisiera saber mi destino,
quisiera guardar un momento
plasmar la felicidad
borrar mi dolor,
sé que es tarde para aprender,
las leyes que rigen la vida,
sé que no podré cambiar
las normas que impuso Dios,
sé que no soy el más indicado
para levantar las ruinas,
sólo soy un alma errante
nacida de las cenizas.
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Drama
Ausente mientras toco la tierra y siento que vuelo.
Ausente de la soledad aunque siempre sola.
Me encuentro a mi misma sin haberme buscado y me pierdo como entre olas.
Olas de recuerdos y almas dulces,
Olas de desvelo y sueños tibios...
Deseo melodías interminables y sonrío mientras deliro.
Deliro al sentir vacío,
Deliro más no muero
Ya no muero de ese frío, agobiante,
Me deja de importar el mundo en que vivo.
Vivo acariciando rosas
Vivo tan sólo aferrada a un suspiro.
Grito sin ser escuchada y luego de mi misma me río.
Río y lloro cual ausente,
Y es que ausente estoy de la tierra,
Cambio la noche por el día,
Lejos de la soledad y por siempre sola.
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Sin reflejo alboreal
Idiotas de barro
temblan en mi nombre
soportando las oscuras mentes
del averno.
Así soy
un demonio sin alas
vociferando blasfemias
de tus olvidos.
Me baño en tus flujos
para ver si me bautizan
cual niño desamparado
en un mar de cruces.
Se juntan mis neuronas
para electrificar
tus malos entendidos
sólo así
podré alcanzar
los limites de tu conciencia.
Una vez más
aquí estoy
llorando por poder besarte
en estos amaneceres de eternos sabios
en este horizonte inacabable.
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