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De la Perestroika a la Pérez Torta del Chavismo o Por Qué no Votaré por Maduro

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Si usted es chavista correrá con las consecuencias. Cumplo con decirle la verdad. Votará por un modelo fallido. Hacer la lista de eventos desafortunados de catorce años de gestión, sería una tarea cuesta arriba. Tampoco estoy de humor para perder tiempo. Solo quiero recordarle los principales fracasos de la revolución bonita, responsabilidad del ahora candidato y antes canciller, Nicolás Maduro.
Comencemos por la economía, donde no hay mucho por exhibir como logro. Hugo Chávez Frías entrega un presupuesto hipotecado, confiscado por la demagogia misionera y secuestrado por el capital extranjero, a merced de los especuladores de la moneda. Legión dentro del proceso.
El líder prometió revertir el fiasco de la cuarta republica y redimir a los pobres o desheredados de la tierra. Hoy Venezuela es una fábrica de miseria, inflación y segregación social.
Nunca como ahora fue más grande la brecha entre los ricos de la boliburguesía y los menesterosos funcionarios de la militancia de base.
En menos de una década, el combo de Giordanni destruyó el aparato productivo, debilitó a la fuerza sindical, menoscabó los derechos laborales de los obreros, discriminó a las disidencias políticas de la burocracia, adoptó medidas neoliberales, decretó paquetes de sentencias de muerte tecnocrática y dilapidó la estructura de PDVSA, al desnaturalizarla y reducirla a la condición de caja chica de Miraflores, sin olvidar las tragedias del Palito y la refinería de Amuay. Obras maestras del Rey Midas bizarro de nuestro comunismo distópico.
Consecuencia directa de lo anterior es el incremento de la tasa anual de homicidios, del genocidio silencioso de un pueblo hambriento, del aumento de la inseguridad y de la instrumentalización del terror psicológico emanado del reino de la impunidad.
El sueño del hombre nuevo nunca tuvo lugar. Por el contrario, el ciudadano común es víctima de la erosión de valores y de la irreversible deshumanización de su entorno, bajo la influencia de ideas contradictorias.
El caraqueño es el conejillo de indias de un laboratorio conspirativo, cuyo resultado lo envuelve en un espiral de violencia, miedo, esquizofrenia, paranoia, neurosis y patología defensiva.
Por defecto, el estado incentiva una disparatada conducta alienada de éxito inmediato, de consumismo exacerbado, de egocentrismo, de soberbia y de desconexión con la realidad de los demás.
No hay dolor por el otro y se normaliza la confiscación de bienes ajenos como un acto de reivindicación, de heroísmo, de acceso al paraíso del materialismo histérico.
Para lograrlo, se cede al chantaje del envilecimiento personal y de la corrupción de las almas aquejadas por la crisis.
Los adolescentes matan por trámite, los adultos organizan redes de tráfico de influencias desde las cárceles y las instituciones son dominadas por conflictos de interés.
La crueldad también se aceleró como correlato del escenario de espanto y brinco. Es pan de cada día leer noticias sobre balaceras carentes de sentido y operaciones clandestinas de exterminio de gente inocente en la ciudad podrida.
¿Cuál es el futuro? No existe con Maduro porque se la pasa pensando en pajaritos preñados de buenas intenciones.
Su antecesor es culpable del derrumbe y la depresión de los pilares de la nación, incluyendo los medios de comunicación y las migajas repartidas por la rosca de la cultura.
El chavismo deja un saldo en rojo de películas malas, museos destartalados y degradados, complejos arquitectónicos innecesarios(el Panteón de Farruco), editoriales venidas a pique, listas negras, códigos de censura obsoletos y una absurda, maniquea y ridícula glorificación de las artes nacionalistas en su versión kistch, ingenua y obligada a servir de órgano de propaganda.
La única victoria es conseguir, a sangre y fuego, la claudicación de un gremio intelectual, sometido a fungir de complaciente repetidor de las mentiras bobas del progresismo rojo rojito.
Cualquier asomo de oposición o resistencia, debe ser condenado a la hoguera y doblegado en la palestra de la prensa amarillista y chicha patrocinada por el estado.
Verbigracia, los casos de Fabiola Colmenares y Norkys Batista en sintonía con la formación de un grupo de asalariados condescendientes del bufón de turno.
Como en la era Nazi, el chavismo aupó el renacimientodel arquetipo de “Mephisto”, el pragmático traidor comprado con el dinero sucio del jerarca en ejercicio.
Un mundo despótico, totalitario, unidimensional, militarizado y controlado por sofistas, nos propone la campañadel corazón y el bigote agresivo, como legado fascista para las generaciones de relevo.
Por tal motivo, no apoyaré la continuación de dicha farsa insostenible.
El 14 de abril respaldaré a una opción diferente a la del vacío y el hundimiento de la democracia.
Nos jugamos la vida.
No seas masoquista y olvídate de las soluciones mágicas del socialismo bolivariano. Una tapadera de un desastroso proyecto de capitalismo estalinista.
Cuando caiga por su propio peso, nos tocará implementarle su respectiva Perestroika.
Requerimos de un Gorbachov con urgencia.
Lo tengo claro.
Nuestra Unión Soviética sucumbirá como secuela de los equívocos y errores internos cometidos por los herederos de los bolcheviques.
En adelante, vencerá la transparencia y el uso consciente de los activos vernáculos.

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