El hombre yace, cadavérico, en su lecho hospitalario. Su cabellera hirsuta susurra alguna posibilidad de mejoría: atrás han quedado las imágenes del Presidente calvo e hinchado, especie de Lex Lutor petropopulista. Sin embargo, las fotografías, más que aclarar, oscurecen. El rictus de sus labios,...
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