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7 de Octubre: No hubo Trampa, Tampoco Hipocresía


Soy un alma ingenua como Bob Esponja y me gusta aprender. Durante la última semana, comprendí varias lecciones en Venezuela. Hoy las quiero compartir con ustedes, mis amigos de panfleto, en forma de top five.
Primero, si te ganan con la partida robada, el resultado nunca será fraude, sino «victoria perfecta».
En criollo, el juego puede ir empatado técnicamente hasta el último minuto. Pero al final es admitido buscarse refuerzos, con los dineros públicos, para marcarte los goles de la derrota en el tiempo de descuento, bajo la complicidad tácita del árbitro, quien literalmente se hace la vista gorda.
Te lo gráfico de manera explícita. Imagínate un encuentro de la vinotinto con Argentina. En el minuto noventa, vamos dos a dos. En el desenlace, la FIFA permite el ingreso de once piernas frescas del equipo rival. En cinco minutos barren el piso con nosotros. Así nos arrinconaron el domingo. ¿Es fair play? Mejor no te quejes, porque el CNE es un sistema infalible, eficiente, mágico y transparente. Yo lo audito, tu lo auditas, nosotros los auditamos. Tenemos los comprobantes en la mano y llegamos a la misma conclusión de la señora Oblitas. Me encanta el consenso de mi ciudad bonita.
Segundo, los días recientes me enseñaron otra valiosa contribución. En la pequeña Venecia, triunfa el dolo, el tráfico de influencias, el ventajismo, la demagogia, la compra de conciencias, el populismo mediático, la repartidera de dádivas y la máscara del poder. La gente defiende su derecho a vivir de las rentas del estado. Me toca quedarme callado al respecto y reconocerlo como un don del pueblo soberano.
Tercero, un voto noble de un joven de 18 años capaz de hacer una cola por 7 horas en la mañana, equivale a un sufragio de un cubano recién nacionalizado a las ocho y media de la noche, a punto del cierre de las mesas y de la transferencia de la data. También te lo agradecemos, Tibisay Lucena.
Cuarto, hay un margen de error cuando oprimes los botones de la oposición en las máquinas. Si te descuidas, caes en la casilla de los nulos o de un candidato fantasma. En la época de mi abuela, era distinto. No obstante, tampoco se me permite abogar por el voto manual, so pena de ser excomulgado de la patria con el mejor sistema electoral del mundo.
Quinto, es la hora de agachar la cabeza y llevar el guayabo con resignación. Descubrí la manipulación y el extravío de los chicos de Altamira, al quemar cauchos y basura en la vía. Mario Silva me lo explicó en su cadena de desvelo. Es feo y malo protestar, si eres del este. El señor del Parche, Walter Martínez, me lo reconfirma con ejemplos extranjeros. Si los indignados de Grecia salen a la calle, pues ellos sí son chéveres y buenos. Los izquierdistas cuentan con la patente para tirar piedras, incendiar autobuses en la Central y quemar el patrimonio. Los muchachos de Chacao carecen del permiso y de la legitimidad, porque los compraron y andan confundidos.
Yo les recomiendo sintonizar el canal ocho. Pérez Pirela nos indicará el camino a tomar en presente y futuro.
Abramos nuestro corazón. Maduremos. Evolucionemos. Pisemos la tierra. Asumamos las condiciones de existencia en el siglo XXI.
Un período para llamar a las cosas por su nombre inverso.
Recuérdalo.
No es trampa. Es la ley del viejo oeste.
Darwinismo social con olor a operación cayapa.
Dios guarde a las minorías.

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