Inicio Descontento UNICON GUINEA – El coraje de unos pocos, bien merece la verdad

UNICON GUINEA – El coraje de unos pocos, bien merece la verdad

UNICON GUINEA – El coraje de unos pocos, bien merece la verdad

Laura Kasamayor es una ciudadana española que estuvo colaborando con la MULTINACIONAL ESPAÑOLA UNICON DEVELOPMENT, empresa que construye entre otras cosas, la Universidad Internacional de OYALA. Queremos reproducir las denuncias que unos empleados de dicha multinacional en OYALA publicaron en este medio de comunicación, contando las malas condiciones que están sufriendo y que el Gobierno de Obiang no hace nada para resolver.

Pueden leer el articulo en este link (EN OYALA MUEREN EMPLEADOS DE HAMBRE Y DIARREA). El Director General de dicha multinacional en Guinea Ecuatorial respondió a los empleados:

“Estimados señores. Soy Jesús Bayarri, Director General de UNICON Guinea, empresa a la que represento con orgullo y que lamentablemente es objeto de su artículo llamado “EN OYALA MUEREN EMPLEADOS DE HAMBRE Y DIARREA”. Hasta el día de hoy desconocía de la existencia de diariorombe.es, a pesar de que soy asiduo lector de toda la información que se publica sobre Guinea Ecuatorial, país en el que resido desde hace algo más de cuatro años y medio. Desconocía por tanto que su línea editorial consistiera en convertir comentarios descabellados y sin contraste alguno en noticia de su página web. No voy a entrar en el detalle del contenido de su artículo, simplemente les invito a que nos visiten en Oyala cuando ustedes quieran y sean testigos de primera persona de nuestras instalaciones, nuestro equipo humano, las condiciones de vida que esta empresa ofrece a sus empleados y si quieren, hasta les invitamos a comer. Esa visita es la que deberían haber realizado antes de publicar un artículo como este. Por cierto, en Oyala nos dedicamos a construir una Universidad para la formación de los jóvenes de este país”.

Laura quien llegó a Guinea Ecuatorial en 2011 y regresó a España en junio de 2013, ha contactado con Diario Rombe para responder a Jesús Bayarri y contar al pueblo de Guinea Ecuatorial así como a los españoles que desconocen lo que la multinacional está haciendo en OYALA. Hemos ofrecido a Laura Kasamayor una columna para que comparta con nuestros lectores sus experiencias.

 

Saludos a todos,

Quiero agradecer la oportunidad de contrastar la información mostrando mi apoyo y solidaridad a todos los trabajadores de Unicon Guinea, que han sufrido durante años la prepotencia y falta de ética por parte de la dirección de la empresa.

Decir que me entristece la noticia aunque no me sorprende, pues me consta que los dirigentes de Unicon, son conscientes de la realidad y no sólo la toleran sino que la propician. Sus valores están muy lejos de dar prioridad a las personas, la educación y el bienestar común, y su ineficaz gestión genera un desequilibrio que afecta gravemente a buen número de trabajadores, en beneficio de una minoría. Lamentable es que tengamos que estar aquí hablando de la falta de humanidad por parte de quienes deberían ser un ejemplo a seguir.

Mi nombre es Laura Kasamayor. Un proyecto artístico para la Universidad de Oyala me llevó a Guinea en tres ocasiones, país que cautivó mi corazón lo suficiente como para cambiar mi vida y destinarla a iniciar proyectos de ayuda al desarrollo para el pueblo guineano.

La generosidad de quienes me rodean, familiares, vecinos, amigos y empresas españolas, ha aportado a mi causa durante dos años, cuentos, ropas, zapatillas, películas, juguetes, material escolar, libros de texto, e infinidad de útiles que Unicon ayudó a transportar desde España hasta los poblados y escuelas de Guinea que tuve ocasión de visitar y conocer.

Durante tres semanas en junio de 2013 estuve instalada en el campamento de Oyala, no como artista si no como cooperante independiente, externa a la empresa. El objetivo era conocer mejor las necesidades de la población y elaborar un informe con propuestas concretas y efectivas para iniciar proyectos de desarrollo.

El gobierno de Guinea con buen criterio, decidió obligar a las empresas, a destinar un porcentaje del presupuesto a Obra Social. Unicon Guinea que hasta el momento había cooperado en este tipo de pequeñas acciones, en adelante tendría que destinar importantes recursos para financiar las actividades que considerase oportunas la Fundación Unicon, creada para este fin.

Por lo tanto la posibilidad de que se generase un equipo de trabajo externo, para gestionar este importante presupuesto desde España, incomodaba y debía evitarse.

Como ya es práctica habitual en su quehacer diario Jesús Bayarri y sus personas de confianza no dudaron en inventar toda serie de mentiras y calumnias alterando la realidad y manchando mi imagen con el propósito de desestabilizarme y generar desconfianza, difundiendo falsedades a superiores y amigos tanto en Guinea como en España, que llegaron a creer que era una espía conflictiva que desestabilizaba los intereses de la empresa, cuando la realidad era que hasta entonces mi noble labor les aportaba muy buena imagen sin hacer prácticamente nada, y todo el mundo estaba esperanzado con esta nueva iniciativa por parte de la empresa de crear una Fundación.

Durante mi tiempo allí, fui víctima de acoso laboral, como tantos otros en el campamento, y descubrí que la Obra Social debía empezar con escuchar y ayudar a muchos trabajadores de Unicon Guinea a los que vi sufrir y llorar en circunstancias extremas, y a los que vulneran sus derechos, concluyendo esto en una dinámica diaria de la empresa que es un modelo de gestión obsoleto e ineficaz basado en la desigualdad, el abuso y la cultura del miedo.

Una empresa incapaz de garantizar una calidad de vida digna para todos sus trabajadores, difícilmente destinará un mínimo presupuesto a mejorar los recursos, protección y desarrollo de las familias locales que viven el impacto económico, socio-cultural, y medioambiental en el que actualmente viven.

Y así es como de un modo cobarde, el silencio que esconde la tolerancia a lo inadmisible, bloqueó la noble causa en la que creo, y que es tan necesaria abordar con urgencia. Prometí llevar al orfanato de Añisok mobiliario escolar para tres aulas, y un depósito de agua. Canastas de baloncesto y calzado a un colegio de Niefang, donado por empresas españolas para iniciar el curso 2013-2014; solo sé que nunca llegaron a su destino.

Lo que sí sé, es que esta experiencia ha cambiado mi vida, y ha llenado mi corazón de amor y valor suficiente como para denunciar hoy en nombre de aquellos que no pueden hacerlo por miedo y necesidad, una realidad escondida con mentiras por avaricia desmedida y sed de poder.

Decirle a Jesús y a quienes le protegen por interés, que la verdad siempre se acaba sabiendo, es cuestión de tiempo. Nuestros actos nos definen cada día.

Deberías saber que tanto una empresa como una Universidad se construye con valores y respeto hacia los demás; el hormigón y el cemento se ponen después. La educación sólo se adquiere desde la humildad y con mucho esfuerzo, no se compra con dinero, ni puede utilizarse como concepto para vender lo que no se es. Es un valor que como la humanidad, el respeto y la buena conciencia, deben ser prioridad por una sana y pacífica convivencia.

Suficiente sufrimiento hay en el mundo ya como para generar gratuitamente más y extenderlo. Quién conoce, ama y respeta África de verdad, lucha por ella y la protege.

Mis felicitaciones y apoyo a quienes tuvieron coraje y valor para denunciarlo, sabiendo que serían despedidos, por dignidad y respeto a sí mismos y por solidaridad hacia sus compañeros, porque es valiente intentar mejorar tu empresa para sentirte orgulloso y no su víctima.

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