Ni Helga ni yo éramos muy religiosos que se diga, pero sí proveíamos de familias con un fuerte apego a las tradiciones; por lo tanto decidimos casarnos por el rito católico, que era el que profesaban nuestros ancestros. Buscamos una capillita en las afueras...
Al máximo. A la Octava Potencia. Eso es lo que logramos y eso es lo que tenemos. Maldición con la maldita política! Maldita política corporativa. José Ignacio Cabrujas llamó a este asunto que debía ser un país Campamento Minero, y se quedo cortiquitico. Es peor, es un Company Town.
El penúltimo teatro independiente de la...
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