«Sospechosos habituales»

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No, no voy a escribir de cine. Este post no se trata de una tardía reseña o crítica sobre la película de Bryan SingerThe Usual Suspects” estrenada en 1995. Voy a relatar única y exclusivamente lo que los venezolanos vivimos cotidianamente en este país que ya cuenta los casi 14 años de “revolución bonita”.

En Venezuela nos hemos ido paulatinamente acostumbrando a dejar de ser ciudadanos para convertirnos en “sospechosos”, potenciales delincuentes, personas que tenemos que a diario demostrar ante el sistema de gobierno que somos inocentes, porque el lema en la Venezuela del Socialismo del Siglo XXI pareciera ser que todos somos culpables hasta que demostremos lo contrario, si es que podemos.

Así, el simple hecho de ir a comprar leche a un supermercado puede volverse en su contra. Si en lugar de comprar un paquete de leche usted pretende llevar 2, automáticamente, pasa a ser sospechoso de acaparamiento y especulación y al llegar a la caja, el sistema disparará una especie de alarma que le indicará al cajero que usted puede solo llevar un paquete. Nada de dos para después enriquecerse vendiendo el otro por el doble de su costo.

Lo de la leche es un ejemplo que cualquiera de nosotros puede haber sufrido en carne propia. Pero también está Cadivi yo diría que uno de los mayores generadores de sospechosos en el país.

Es tal la cantidad de normas y trabas que los venezolanos tenemos que sortear cuando vamos a viajar al exterior para tener derecho a 2 mil quinientos dólares para compra con tarjeta de crédito, 500 en efectivo y 400 para compras por internet que uno llega a dudar si en realidad no será que uno es un verdadero delincuente en estado de negación y es por eso que el Estado se ve obligado a ponerle un montón de conchitas de mango para ver en qué momento uno se resbala y comete el delito.

Las cantidades anteriores, como sabemos, son el monto máximo al que podemos aspirar y que Cadivi nos concederá como una “gracia” para viajes de un mes o más. Si el tiempo de estadía en el exterior es menor, igualmente lo serán las divisas otorgadas. Pero sea cual sea la cantidad que el régimen le “conceda”, siempre tendrá un lapso de unos 90 días para hacer una declaración jurada en la que explique que utilizó esas divisas para viajar y no para “enriquecerte” con ellas. Y el régimen siempre se reserva la posibilidad de llamarlo a comparecer ante la administración de las divisas para que demuestre, con todos los recibos y facturas en mano, que utilizó esas divisas de manera honesta, so pena de, si parece sospechoso, ser suspendido y bloqueado. O sea, olvídese de solicitar más divisas y espere a ver cuál será su castigo.

Pues bien. En este proceso de consolidación del socialismo y la revolución que nos iguala a todos (a unos más que a otros, en verdad) en la sospecha, el régimen se ideó un mecanismo para “controlar” el contrabando de gasolina en los estados fronterizos y es por lo cual, desde hace un año más o menos hemos empezado a hablar y escuchar del mal llamado “chip” de la gasolina cuya instalación se inició hace un tiempo en Táchira.

Bocazas hay en todos lados

Recuerdo que hace unos cuantos meses, cuando se oía acerca de las largas colas de carros que se estaban haciendo en San Cristóbal para la instalación del “Chip de la gasolina”, que en realidad se llama “Tag” y que no es más que un código de barras que instalan en el vidrio parabrisas frontal, muchos comentaban a través de las redes sociales que esos “gochos” si eran pendejos, que cómo iban cual mansos corderitos a hacer esa cola para que los  marcaran como reses, que por qué no se “arrechaban” y armaban un peo, que…

Mucho de eso lo leí en Twitter y lo escuché en la calle. Como sabemos, los maracuchos tienen fama de bocones, “farfullos”, habladores, bocazas, “vendo la jeta”. Por eso no era difícil encontrarse en la gasolineras o en las colas de los supermercados a los “valientes” que vociferaban que ellos incendiarían la ciudad antes que hacer esa cola para ser marcados.

Y así fue como, un buen día, me llegó por pin de blackberrry que en la parte de atrás del Cuartel Libertador estaban procediendo a la instalación del chip. El mensaje que me enviaron decía literalmente así:

“Ya están instalando el chip de la gasolina en los alrededores del Cuartel Libertador.  Hay poca gente porque aún no han pasado la información a los medios de comunicación. Parece que  lo están manejando con bajo perfil, con mensajes de boca en boca entre los chavistas, para que ellos vayan primero a instalarlo y que se eviten las largas colas que se formarán para obtener el código. A partir del lunes ya lo dirán por la prensa. Hay que llevar carné de circulación, la póliza de Responsabilidad Civil y la cédula de identidad. Corre a poner el tuyo”.

Como yo conozco cómo es la cosa en Venezuela y con el tiempo he aprendido a diferenciar los mensajes verdaderos de los falsos de Messenger, y también sé que los venezolanos no parece que hayamos encontrado una forma efectiva de protestar contra este tipo de decisiones y medidas del gobierno que nos van quitando calidad de vida, con lo cual, a pesar de los bocazas, el “chip” terminará siendo una triste realidad también en el Zulia, sin enfurecerme más de la cuenta, agarré mis papeles y me fui al Cuartel Libertador.

En media hora estaba listo. Al nivel del espejo retrovisor hay una etiqueta con el código de barras que me indicará por medio del la lectura que harán los escáneres instalados en las estaciones de servicio, cuánto será mi cupo diario para poner gasolina.

Al día siguiente ya la noticia se había regado y quienes pensaban que era otro falso rumor transmitido en cadena, empezaron a engordar la línea de carros en los alrededores del Cuartel. Un amigo que fue ese día, tardó dos horas y media en obtener el código y, dos días después, conseguí un señor en el supermercado que me comentó que estuvo desde las 7 de la mañana hasta las 4 de la tarde, sin comer, en la cola para que le instalaran el bendito “chip”. Allá están llegando como corderitos a hacer su fila todos aquellos bocones que decían que no permitirían esa vaina. En un tiempo, todo campo automotor del Zulia contará con su etiqueta de racionamiento de combustible.

No todo acaba con tener el chip

Pero la cosa no termina allí. Si usted pensa que una vez pasada la incomodidad de la larga cola a pleno sol ya el mal trago ha terminado, le tengo malas noticias. Su calvario apenas empieza.

De acuerdo a la experiencia tachirense, una vez que el chip entra en funcionamiento, hay que acostumbrarse a que pasará mucho tiempo metido en una cola cada vez que quiera repostar el tanque de gasolina. Media hora, en el mejor de los casos, y hasta 3 horas para llenar el tanque.

El sistema funciona así:

Cuando el vehículo entra en la estación de servicio, un escáner ubicado en el techo le leerá el código de barras (Si no funciona, usted deberá introducir su número de cédula de identidad que, una vez más deja de ser un número de identificación ciudadana para convertirse en un mecanismo de control y racionamiento). En la pantalla le aparecerá el dato con la cantidad de litros de gasolina diaria que el sistema tiene a bien conceder como una “gracia” por la cual, de todas formas, tiene que pagar.

Mi sobrina Luzmary Santos, que ya está curtida en el Táchira con el funcionamiento del “chip”, me contaba que hace unos días llegó a poner gasolina y que al verificar en la máquina, la pantalla le decía que su cupo había sido bajado de 50 litros diarios a 20 litros, que si quería recuperar su cupo original, debía pasar por una “auditoría”. Sospechosa habitual.

Resulta que si a quienes manejan el sistema les parece “sospechoso” que usted reposte combustible todos los días o de manera frecuente, pues lo pueden castigar disminuyendo el cupo, llevándolo a cero litros incluso, y lo obligan a ir a la auditoría con los representantes del Instituto Nacional de Tránsito Terrestre, de PDVSA  y hasta del mismo CICPC  para que explique esa manera “sospechosa” de poner gasolina. Por supuesto, ese trámite de la auditoría implica una cola que puede durar cuatro o cinco horas.

-Lo mío se arregló porque después de las 3 horas de cola, en la auditoría me dijeron que no era por exceso de consumo sino porque habían anotado mal mi número de placa. Así que me reintegraron mi cupo de 50 litros –dice Luzmary-. Pero delante de mí estaba una señora que tiene un transporte escolar y que ha tenido que ir ya cuatro veces a auditoría porque es “sospechosa”. A algunos que no pasan la auditoría, les prohíben poner combustible por ocho días o por el tiempo que a los auditores les dé la gana.

El contrabando sigue igual

Pero los más triste del caso es que, como pasa con el racionamiento de los alimentos, con la fuga de divisas y el control cambiario y con los tantos otros controles que nos impone el régimen actual, las medidas no han servido para nada. Los buhoneros siguen vendiendo en las calles los productos alimenticios racionados al triple del precio estipulado por el gobierno mientras que en los supermercados no se consiguen y cuando los hay, tienes que mostrar tu cédula de identidad para poder comprar la cantidad que estipula el racionamiento como medida para evitar el acaparamiento y la especulación de los revendedores.

Cadivi, todo el mundo sabe que es una ratonera igual o peor que el tristemente célebre Recadi de la cuarta. En Colombia y Panamá la gente sigue “raspando” las tarjetas. Hasta en Estados Unidos hay quienes se encargan, previo pago de comisiones, de aprobar cupos de Cadivi sin que la gente tenga que estar en Venezuela o viajar y los jerarcas del régimen que son los que tienen dinero y más fácil acceso a los dólares preferenciales se llenan los bolsillos comprando dólares oficiales a bajo precio para revender una parte a casi 10 bolívares por dólar y poner la otra parte a buen resguardo en cuentas en el exterior, por si algún día hay devaluación o tiene que salir  huyendo del país.

Con el contrabando de gasolina pasa exactamente igual. La experiencia tachirense demuestra que la extracción ilegal de combustible no ha disminuido. Según comentan en los corrillos, ese es un negocio tutelalado, como muchos otros negocios ilegales, por los militares. Los “pimpineros” (quienes sacan gasolina en pimpinas por los caminos verdes) tienen sus bolsillos llenos de “chips” comprados a 200 bolívares cada uno a quienes administran la instalación del código. Al menos 200 era lo que pagaban inicialmente, posiblemente haya aumentado con la “inflación”.

Y, como con el cupo de Cadivi que se generó todo un mercado paralelo de divisas en el cual hay compradores y vendedores de cupos, con el control de la gasolina el gobierno está propiciando el nacimiento de un nuevo negocio ilegal: la venta del cupo del “chip”.

Si a mí me otorga la “gracia” el sistema de permitirme un cupo de 50 litros diarios y lo que consumo son sólo 10 o 15 litros de acuerdo a mis desplazamientos, pues tendré un excedente diario de entre 35 y 40 litros diarios que podré vender a los contrabandistas. La verdadera solución para acabar con el contrabando de gasolina todo el mundo sabe que es subir el precio del combustible y ponerlo a precios internacionales, así se acabaría el negocio. Pero eso tiene un costo político y social que un gobierno cobarde y populista como el que tenemos no está dispuesto a pagar.

En fin. Que lo del chip es otra medida más fracasada que, además, tendrán que terminar poniéndolo en todo el país pues quienes no puedan comprar la gasolina para el contrabando en Táchira o Zulia, lo harán en Trujillo o Lara al final de cuentas el negocio es tan lucrativo que, cuando mucho, aumentará un poco el precio del combustible por los “inconvenientes” causados por el control.

El chip es completamente inútil para limitar la extracción ilegal de combustible a Colombia, para lo que sí es absolutamente efectivo es para hacerte sentir controlado, humillado, sospechoso y, por supuesto,  impotente pues, las protestas generadas en Táchira no impidieron la implantación de la medida. Por unos pocos que hacen los negocios ilegales terminamos pagando todos los ciudadanos decentes y trabajadores porque el régimen, en su ineficiencia, es incapaz de controlar y meter en cintura a esos pocos al margen de la ley. Pagamos justos (y juntos) por pecadores, mientras que los verdaderos pecadores se cagan de la risa.

 

15 Comentarios

  1. Coño, qué bolas tienes tú. Ahora Panfleto Negro es internacional y tú hablando de las vicisitudes de una ciudad fronteriza que, obviamente, es monte y culebra.

    Eso no le interesa a la gente en México…

    Aquí tienes que escribir sobre otros tópicos, más universales. Además está absolutamente prohibido mostrar algo de rebeldía y/o arrechera, ambas inclusive. Mira que te vetan, te ignoran, te acusan, te minimizan…

    Ironías y resentimientos aparte: ya en marzo opiné sobre el tema. El «chip» de marras es todo eso que tú dices y es todavía peor, porque se trata además de un sistema que permitiría regular los desplazamientos internos. Es decir, que para viajar en *tu* propio carro dentro de *tu* propio país vas a necesitar una autorización del gobierno. Casi como en Cuba con sus infames pasaportes internos. ¿Cómo te parece a vos?

    Acá te dejo el enlace:

    https://www.panfletonegro.com/v/2012/03/06/mas-restricciones-nuestros-derechos/

  2. Además, dentro de poco veremos el chip en toda Venezuela, ya que nada impide que alguien vaya hasta Lara o Trujillo a cargar sus pimpinas para contrabandear. Cuando lo pongan en Lara y Trujillo, hará falta ponerlo en Yaracuy y Portuguesa, luego en Barinas y así irán implantándolo como en una especie de efecto dominó.

    Cuando comiencen a marcarnos como a reses ¿reaccionaremos? ¿o tampoco?

  3. Yo personalmente aún conservo la esperanza de que no todo esté perdido, total, según leí en la prensa, los establecimientos donde se instala el chip casi nadie los utiliza, y se ha logrado al menos armar cierto pleito por el asunto, además de que al menos Pablo Pérez ha actuado con valentía ante la situación.

    Posiblemente no nos dejemos marcar como reses como los tachirenses… ahora mismo Pérez anda reclamando el referendo consultivo al respecto, y no nos olvidemos del guiso que hizo con los chips el hijo de Arias Cárdenas, con lo que terminó de tumbar sus (remotas) esperanzas de ganar la Gobernación del Zulia.

    Esto le va a costar muchos votos a Chávez en el Zulia…

    PD. Lo más cómico, mi estimado Golcar, son las razones por las cuales la gente se alborota cada vez que se sube el precio de la gasolina. «Es que nosotros somos un país productor de petróleo». No importa que contrabandeen gasolina, ni que tengamos que importar gasolina procesada desde USA a partir del crudo que les vendemos, eso no importa, lo importante es que la gasolina debe ser gratis (bueno, cuasi gratis) porque nosotros somos un «país productor de petróleo».

  4. Bueno, acabo de oír a Châvez decir en Maracaibo: «Yo soy el responsable de esa medida». Eso debe servir para despejar cualquier duda de quièn es el que nos quiere controlar a travès de un chip, inùtil para lo que ellos argumentan que lo implementan pero muy útil para someter a la ciudadanía a la voluntad del régimen.
    El negocio del contrabando es tan lucrativo que para que ese chip medio sirva para contrarrestarlo tendría que ser instalado hasta en Bolívar. Mientras el litro de gasolina cueste 0,02 centavos de dólar en Venezuela y en Colombia tenga precios internacionales de 3 dólares o mâs el galón (más de 8 mil pesos), siempre va a ser productivo sacar el combustible por la vIa que sea y desde el lugar que sea. De hecho, ya en la ciudad de El VigIa en Mérida el chip funciona.
    Pero lo más importante de la declaración de Chàvez hoy, es que significa que la información lanzada a la calle para aplacar a los zulianos de que estaba suspendido el chip es falsa. Quienes creyeron el cuento de que lo suspendieron porque a la gente no le gustó la medida, se volvieron a pelar. A Chávez no le importa si sus decisiones le gustan al pueblo o no, ni lo que el pueblo opine. La evidencia es la cantidad de leyes a las que dijimos no en referendum y que vIa habilitante nos han metido. En Táchira se lanzaron a la calle a protestar contra el chip y a Chávez le importó un comino.
    No tengo duda que nos calaremos el chip como nos calamos todos los abusos. Como no tengo duda tampoco de que algún día tiene que caer la gota que rebase el vaso y algo tendrà que pasar.

  5. En un Estado, también fronterizo, pero de un lejano país llamado México, existe un «marcador de reses» llamado Tarjeta Buson con su respectiva cinta magnética llenita de datos personales del propietario. ¿Qué para qué sirve? ¿ah? nomás para poder hacer uso del transporte urbano. Sin ella eres nadie, con ella, ellos (el gobierno, la secretaria, el intendente de la oficina, el alcalde, el chofer del alcalde, el puchador de drogas, etc.) saben a dónde vas, de dónde vienes, a qué sexshop vas a comprar tus dildos y condones de sabor arándano, cuál es tu esquina favorita (para coger el camión), etc. y aún así acusamos al presidente Felipe Calderón de Neoliberal, y a su partido político que lo representa, de enemigo de Cuba. Lógica borrosa es que le llaman.
    Pero aquí lo interesante de mi comentario es ¿y a quién de panfletonegro le parecería interesante esa tarjetita sospechosísima? a mí no, por ejemplo, por eso no escribo un artículo de 2000 palabras para decirles que en mi estado Sonora, México, existe una pinche tarjetita, que si me lo propongo, bien puedo relacionar su implementación con las medidas de control impuestas por Stalin.

    Frank, ok, a ti también te leo, envaina la espada.

  6. «¿y a quién de panfletonegro le parecería interesante esa tarjetita sospechosísima?»

    A mí. No sólo por la tarjeta ni por los sonoreños, sino porque es una tendencia mundial y es bueno saberlo, estar al tanto, aunque no cambie nada.

    «Frank, ok, a ti también te leo, envaina la espada.»

    No lo decía por vos, noble señora.

  7. Maldita sea, Chorizo, no había pensado en eso. O bueno, sí, en algún momento lo pensé, pero ya estamos tan acostumbrados que vemos ese siniestro cartoncito como algo normal.

    Golcar:» El negocio del contrabando es tan lucrativo que para que ese chip medio sirva para contrarrestarlo tendría que ser instalado hasta en Bolívar. »

    Los contrabandistas son los mismos GN y eso lo sabe todo el mundo. La solución es liberar el precio de la gasolina, pero eso le molesta a todo el mundo y en especial a mucho supuesto opositor.

    Veo dos objetivos verdaderos:

    1) Amargarte la vida, que sientas el poder del Estado y tu dependencia frente a él. ¿Por qué lo hacen? Por la misma razón por la cual el perro se lame las bolas: porque puede.

    2) Controlar tus movimientos dentro del territorio nacional, e incluso imposibilitar un viaje rápido e imprevisto (como por ejemplo, sería el caso si alguien tuviera que huír de algo rápidamente, aunque no sé de qué pudiera querer huir alguien en esta moderna Arcadia).

  8. el contrabando de gasolina tiene tiempo, por qué el gobierno instala la mierda de chip ahorita a 2 meses de las elecciones?, eso le resta votos, le convendría ponerlo después del 7o (si gana).

  9. @Golcar: pero igualmente, por lo que indica la situación actual, parece que Chávez no correrá el riesgo de llegar al 7-O con la losa del chip en el Zulia (y las nuevas regiones donde lo están colocando).. Parece, claro está…

    Pero de que estoy seguro que si Chávez gana el 7-O la desmoralización va a ser tan grande que poco va a importar si nos marcan o no como a reses. La emigración masiva será tal que la del 2004 se quedará corta: la gente se irá como pueda («agarramos los corotos y cruzamos la frontera par coño»), y pronto empezaremos a emular a los balseros cubanos y sus heroicos esfuerzos por escapar de la «isla de la felicidad».

  10. Pablo, si correrá el riesgo y, de hecho, ya tiene todo su aparato comunicacional montado a tratar de justificar el porqué es imprescindible la implementación de la medida. Los programas de los canales oficialistas se han despachado ha placer al respecto y han llegado a decir que al gobernador del Zulia y a otros de oposición no les conviene el chipo porque, según los gobierneros, el contrabando de combustible hacia Colombia es un negocio controlado por opositores a Chávez. La medida sigue su curso, tan es así que ya son 3 o cuatro los puntos de instalación y a la «barraca», instalación militar también, ya se están presentando los carros del transporte público para que le instalen el chip. Evidentemente, los votos que le quedan a Chávez en el Zulia, son sus votos duros, por lo que no le importa que la medida sea impopular. Sus votantes seguirán allí, votando por él, aunque los marquen con hierro candente. La medida del chip no le quitará votos.

  11. Supongo que, de alguna manera pseudo-experimentalista y anacrónica, lo del chip tendría sentido si jamás en el mundo nadie nunca hubiese tratado de combatir las distorsiones económicas creadas por la planificación central, las carencias y los desabastecimientos, con racionamiento.
    Por supuesto que en el contexto venezolano es imposible tener una discusión seria, estríctamente teórica, sobre el origen, las causas, consecuencias y soluciones, del contrabando de gasolina.
    Todas, absolutamente todas las evidencias históricas, recientes o no, apuntan a un total fracaso de una medida como esta.
    Lo desesperante no es saberlo, es ver gente que se supone estudió y sabe leer, apoyando esta barbaridad incivilizada que coharta (más) la libertad de los ciudadanos venezolanos. Igual pasó con la «Ley de videojuegos», una fantasía insostenible teóricamente, o las perlas como, «para combatir la inflación, sólo falta no comprar nada» y demás maravillas.
    Es una forma de gobierno en la cual hay cada vez menos debate racional, cada vez más gritadera cáustica.
    Triste.

  12. @Golcar: sí, leí sus declaraciones el otro día en la prensa (y dice también que pondrá la segunda piedra del segundo puente sobre el Lago XD), aunque de nuevo, no he visto que nadie esté poniendo el chipo (excelente término :D) por ningún lado. Vamos a ver si se atreven a reiniciar la medida… no contemos los pollos antes de nacer xD.

    Y de todas formas, si le quedaba a Chávez en el Zulia un voto moderado, ya lo terminó de perder. Y no creo que esto repercuta positivamente en el resto del país ya temeroso de ser marcado como ganado… hay que ver el lado positivo de estas cosas.

    @vinz: chico, ¡es que nosotros somos un país productor de gasolina! XDDDDDDDDDD.

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