Un tranvía llamado Venezuela (La Epopeya)

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Vivian Leigh y Marlon Brando en "Un tranvía llamado Deseo", 1951
Vivian Leigh y Marlon Brando en "Un tranvía llamado Deseo", 1951

I

Bueno, llega Blanche Dubois a la casa de su hermana menor Stella a contarle que perdieron todo! Blanche es así burda de sifrina y llega con una maleta llena de joyas y pieles y tal. Stella está casada con un polaco peloenpecho, musculoso, bruto, ordanario, papasote. Entonces Blanche que es así delicadita y es una mujer mayor, casi una MILF, empieza con su cantaleta de que si antes todo era mejor y que si en su casa todo era de pinga, en las tierras  que tenían con su familia pero que todo eso se perdió, se murieron todos y se perdieron los reales, no quedó nada y lo único que ella tiene son sus joyas, sus vestidos caros y sus poco de recuerdos de vieja que a nadie le interesan. Al polaco le cae mal ella por ser así y ella le tiene como miedito mezclado con quesito. Stella está muy ocupada peleando y reconcialiándose rico con su macho como para pararle bolas a los cuentos y tragedias de la hermana mayor. Blanche no sale de una anecdota de cuando todo era mejor porque en esa casucha y en ese barrio marginal donde vive su hermana y su polaco todo le hiede. Blanche se aferra a sus cositas y sus recuerdos de una época pasada y enterrada que solo ella vivió y conoció. Entonces la Stella se empreña y Blanche entiende que no tiene ya lugar en el mundo, que es una mujer madura, sin marido, sin hijos, sin dinero, sin más familia que la putica de su hermana que no le para bolas y entonces a Blanche se le funde el cerebro, y la perra de Stella la encierra en un manicomio.

Si tú vives y has vivido toda tu vida en Venezuela y tú tienes más de 30 años, TU ERES BLANCHE DUBOISE !

II

El otro día me iba a montar en el carrito porpuesto destartalado que me lleva del pueblo miserable de Guatire hasta mi casa en la urbanización, y  el chofer dice: » vamos pa’ donde viven los ricos». Yo quise decirle que si fueramos ricos no tendríamos que montarnos en esta mierda de transporte, pero no lo hice porque sabía que efectivamente me tocaría irme a pie bajo la pepa de sol. Un par de veces las carcachas esas nos han dejado a medio camino. Cualquiera que mida más de 1,55 m tendrá problemas para sentarse en los asientos. Y hay que encomendarse a Dios porque hay curvas que las agarran en dos ruedas . Esos mismos choferes comenzaron una guerra con varias líneas privadas de transporte que llevan a la gente de Caracas directo a las urbanizaciones en Guatire, es decir ya no hay que bajarse en el pueblo para tomar el transporte interno. Esos choferes ganaron durante unas semanas, pero ya no.

III

El barrio en Venezuela y sobretodo en Caracas, es como África, es ese sitio de donde todos saben que venimos pero es feo, pobre y sucio aunque algunos lo traten y recuerden con indulgencia y cariñito. Hay que ayudar a África, a esos pobres niños que pasan hambre, a esa gente con enfermedades, sin casa y que se viven matándose entre sí. Cambie la palabra África por el nombre de cualquier barrio de Caracas. La mitad de Caracas, y creo que me quedo corta, nació y creció en un barrio, la mayoría ya no vive en el barrio y no volvería jamás y nunca de los nunca, por más nostalgia que tenga. El barrio ya no es lo que era antes, es que se han perdido los valores y esta juventud es muy violenta e ignorante, y antes uno podía ir-hacer-tener pero ya no, porque yo me acuerdo que cuando yo era chiquita yo podía… y ya no puedo. Ya nadie puede. Ya no se puede. Ahora no se puede nada. Mi barrio no es lo que era antes chico. Y uno se queda parado frente a la casa donde creció convertida en escuela-ancianato-tallermecanico-escombros sin saber a quien odia más por eso: a esa casa y sus recuerdos, a su familia, a los vecinos, al país entero o a sí mismo. Esa vaina se perdió, supéralo! La portuguesa chismosa de la esquina aún se acuerda de ti y agradece que la visites. Todo ha cambiado, te dice, y tú tomas foticos para enseñárselas a tus familiares y comenzar el ritual del «te acuerdas de?» Ojalá no me acordara, hay gente que no se acuerda o se hace la olvidadiza. La felicidad es la desmemoria. A mi no se me olvida mi perro perdido, los villancicos en casa de vecinos, el maestro de música en liquiqui y a caballo, las obras de teatro familiares, el carrito de helados entero que compró mi abuelo para una de mis fiestas de cumpleaños, ese ingeniero de al lado al que no debí prestarle atención. Los malditos recuerdos, la larga lista de anecdotas que parece que solo yo recuerdo. Es hora de sombrearlos todos con el cursor y mandarlos a la papelera y después vaciarla. Es mierda, los recuerdos son mierda si no puedes visitarlos y verlos en mejor estado. Al Síndrome de » antestodoeramejor » lo sustituye el Síndrome de » antestodoeraunamierdayahoraesmejor «. Tu vida y tus recuerdos a la papelera que Stella se preñó !

IV

Tu colorcito oscurito café con leche es una vaina seria. Es el salvoconducto de los neoracistas que no son racistas porque tienen «amigos» que son -inserte la etnia y/o nacionalidad de su preferencia-. Wao , en serio tú creciste en un barrio y además tienes ese color? De pana déjame montar una asociación de izquierdistas que le den trabajo a ‘gente como tú ‘ para parecer aún más cool. Es que me encanta ese tumabao que tú tienes porque en mi país la gente es tan aburrida, sabes? La Etnicidad, llegó la hora de demostrarte que yo si sé bailar salsa, mi legado. Wilfrido Vargas y Josie Esteba y la Patrulla 15 te mostrarán que en este cuerpo si que hay Caribe. Que genial! Imagina todas las propagandas de la Polar y del Banco de Venezuela que puedes hacer con tanto trópico a flor de piel. Te aseguro que te harás millonario con mi etnicidad mientras le muestras a todos que eres super progre, porque tú sabes que las caderas no mienten papi! Pregúntale a alemán catirrucio que aprendió el arte del raspacanilla, además del español, en apenas 2 años. Supongo que algún día lo encontrarás Muerto en Choroní.

V

Papi no quiere y a mami no le interesa mucho. Papi dice que no es asi, que eso es malo, mami dice que qué importa. Papi quiere que aprenda, que estudie. Mami tiene que trabajar. Papi dice que esa gente es mala. Mami ya cocinó y te sirvió la comida. Papi no cree en eso. Mami tiene que enterar a su papi. Papi dice que seguro hay otra manera mejor de hacerlo. Mami ya lo hizo. Papi no entiende. Mami no escucha. Papi no sabe. Mami no escucha. Papi no puede. Mami ya resolvió. Papi no escucha. Te dije que Mami ya resolvió.

VI

En el colegio tenía una amiga china que era bellísima y tenía un cuerpazo así como si fuera venezolana. Jamás supe su nombre, solo sé que su apellido era Chang. Mi mejor amiga en el colegio era Carolina, que se parecía a mi físicamente pero con los ojos verdes y más pobre. Chang hacía de extra en telenovelas de RCTV. Carolina no tenía teléfono en su casa. Un día, años después, me encontré a Chang en el metro y me dijo que Carolina se había muerto en un accidente en una camionetica que se cayó de un puente en Petare/ En el colegio había un chico italiano que entró en el último año y nos alborotó las hormonas a todas. Yaco era sexy y mal hablado. Un día me dijo en la Colonia Tovar que yo era rompegrupo porque no le quice dar dinero para comprar caña. Un día Yaco me pidió disculpas por burlarse de mi. Un día, años después, me encontré a Yaco co trabajando en una zapatería, estaba flaco, feo y viejo y yo era más alta que él/ En el colegio había una chica chilena en séptimo grado que la agarró conmigo en un ataque de furia durante un ejercicio de Gimnasia. Raspé la materia por ese episodio, nadie quizo hablar del tema nisiquiera los profesores, todo se volvió una especie de conspiración silenciosa de parte de ella. Un día en una de esas sesiones de lloriqueos y confesiones de fin de año, la chica contó su verdad, que su familia había huido de la dictadura de Pinochet, que a su papá lo habían matado y que su abuela por eso se había vuelto loca y preguntaba todos los día cuando llegaría su hijo del trabajo. Pidió perdón a todos los que hubiera hecho daño durante el año escolar. Nunca más hablamos. Un día antes de graduarnos, se fue a su país.

VII

Y entonces me puse a leer a Connie Mendez esperando que me diera luz para entender a ese hombre! Pffff …

VIII

En la recta de Lagoven cerca de mi casa en Guatire , pusieron tachuelas para que se les espicharan los cauchos a las gandolas que salían de allí llenas de gasolina a surtir a las bombas de Caracas durante el paro. Y mi papa encontró Cool-Aid porque nadie estaba vendiendo Coca Cola.

IX

Blanche trata a todo el mundo muy bien porque ella es sumamente educada, no como el marginal de su cuñado. Uno de los amigotes del polaco es un tipo de decente en verdad. No bebe, no fuma y respeta a las mujeres. Le trae flores a Blanche y ella agradece mucho todos esos gestos de caballero. Pero nada de eso es suficiente porque Blanche está sumida en el caos existencial del hombre nuevo. El calor es insoportable y el polaco está cada día más bestia. Blanche va a sucumbir irremediablemente ante la indiferencia de su hermana, el odio de su cuñado y la ignorancia de los vecinos. La época de gloria y esplendor se acabó y toca vender refrescos en la calle pa ‘ la calol. Los pretendietes se pusieron viejos y se volvieron pobres. Las alhajas y las pieles las venderán. Y Blanche seguirá contándote sus anécdotas aunque a ti no te interese y la dejes sola. Porque hoy eres Stella. Y mañana serás Blanche.

5 Comentarios

  1. Andreina, de lo mejor que te he leído. Estupendo post. Brutal regreso ;)

    Y lo mejor fue que vi un Tranvía llamado deseo (es un título que me ha fascinado toda la vida, y yo soy muy come título), pero casi no veo pelis viejas, por eso lo disfruté tanto el artículo.

  2. Gracias Adri. También lo pude haber titulado «Yo solita me entiendo», pero no iba a tener tanto gancho! ;P

  3. Buenisimo chama, tremenda descripcion…. me identifico con tu experiencia desde el lado masculino y cambias Guatire por Los Teques
    Saludos

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