On Vampyres and other Symptoms: Los Fantasmas de José Ramón Larraz

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Documental dirigido por Celia Novis sobre el mítico realizador catalán, José Ramón Larraz, considerado uno de los pioneros del “eurotrash”, del cine de explotación británico y de la nueva camada del pánico hispánico, cuyos herederos son legión en la posmodernidad.

Por ello conviene descubrir a uno de los verdaderos padres del género en España, a través de la estimable película de no ficción,”On Vampyres and other Symptoms”,adscrita a una interesante corriente de revisitación audiovisual de origen ibérico, donde también destacan las figuras de jóvenes autores como Isaki Lacuesta, Oliver Laxe, Elena Trapé, el colectivo “Los Hijos” y el venezolano Andrés Duque, quienes reivindican el lenguaje experimental dentro del campo de las mutaciones contemporáneas, entre discursos aparentemente disímiles, desde una mirada consciente y deconstructiva influida por los aires de la escuela de Barcelona, el arte y ensayo francés, las enseñanzas de Marker y las reconocidas deudas con los maestros españoles, de Víctor Erice a José Luis Guerín, pasando por Basilio Martín Patino.

El resultado de semejantes cruces, híbridos y afinidades electivas, es el renacimiento del género en la madre patria, bajo la senda de las culturas híbridas y mestizas. No en balde, otro colega criollo, Francisco Toro, se encarga de hacer el trabajo del montaje de sonido para ”On Vampyres and other Symptoms”, al realzar el carácter gótico, misterioso y expresionista de la obra del director homenajeado, a través de la combinación de atmósferas inquietantes con ecos de las partituras originales de las piezas del creador. El acabado de “ homo sampler” proyecta y potencia la calidad semiótica de la imagen, centrada en la presencia fantasmal del propio Larraz, una fuerza de la naturaleza, un alma romántica y libertaria, condenada a sufrir los embates del tiempo, bajo un cuerpo evidentemente deteriorado y en vías de decadencia.

De hecho, el mismo protagonista reflexiona en torno al tema de la decrepitud de la ancianidad, mientras deambula como un espectro por los pasillos de un tren, de un hotel, de diversos no lugares.

El personaje evoca la contextura de un monstruo romántico del ámbito fantástico, a la altura de un “Nosferatu”, de un “Frankestein” armado de memoria, dignidad, talento, sentido del humor negro y calor humano. En off confiesa su pesar por carecer del atractivo para gustar al sexo opuesto y poder seguir escribiendo las páginas de su relato amoroso.

El film es entonces no sólo una increíble meditación del ocaso de un ídolo, sino una poética declaración de principios a favor de la tercera edad, no exenta de dramatismo y crudeza. Es decir, no se trata de una apología al estilo de la corrección política de “Up” o “Benjamin Button”.

A la inversa, ”On Vampyres and other Symptoms” le permite a José Ramón Larraz vengarse de la censura de ayer y de hoy,al cincelar su última fantasía surrealista y erótica en la pantalla, al lado de sus musas, de sus fetiches, de sus sueños, de sus preocupaciones en un mundo empeñado en marginarlo,en “invisibilizarlo”.

Si antes fue “outsider” por la irreverencia de sus obras, ahora lo es por incorporar a uno de los principales miedos y terrores de nuestra era, el de la vejez.

Así, el largometraje sabe rememorar y actualizar la tesis de “Relámpago sobre el Agua” y “One Day in the Life of Andrei Arsenevich”, sobre el crepúsculo de Tarkovsky, según la perspectiva de Marker. Con ellos, ”On Vampyres and other Symptoms” ofrece una lectura melancólica del gran fantasma de la industria, el de la muerte del cine.

Por fortuna, para Celia Novis, hay esperanza de futuro y resurrección en cuanto no olvidemos el valor de hitos como José Ramón Larraz. Idea implícita y explícita en el documental de Andrés Duque dedicado a Iván Zulueta. Respuesta y cura contra el alzheimer promovido por el esnobismo glorificado por la cartelera, por el mercado de consumo.

Pero además, ”On Vampyres and other Symptoms” establece distintos niveles de apreciación tanto de forma como de fondo. Por encima, narra el viaje de José Ramón Larraz hacia el Festival de cine Fantástico de Sitges para recibir un reconocimiento por el conjunto de su filmografía. Por cierto, el documental ”On Vampyres and other Symptoms” será proyectado en la próxima edición de Sitges, con lo cual el círculo se cerrará a la perfección.

De igual modo, la odisea buscará un paralelismo con la obra de José Ramón Larraz, al editarla con tomas y secuencias extraídas de sus mejores películas.El «found footage» logra sumergirnos en el epicentro de un ejercicio de nostalgia con material encontrado.

Incluso se plasmará en lenguaje de comic, un guión inédito de José Ramón Larraz, ilustrado a la usanza de sus tebeos de antaño.

En efecto, aparte de realizador, se desempeñó como caricaturista y dibujante, hasta cuando se hartó de las tijeras de la represión franquista y emprendió su exilio a Gran Bretaña, su segunda patria y cuna de sus delirios iconoclastas. Por algo, representó a Reino Unido en Festival de Cannes con su joya de la corona,”Symptoms”. A menudo se le compara con Roman Polansky.

Quizás su fama de heterodoxo y provocador incombustible se lo deba a “Vampiras”, consagrada a poner en escena un conflicto de tintes sangrientos y lésbicos, incorporado por una pareja de actrices de culto,Anulka y Marianne Morris.

En una irónica vuelta del destino, ellas harán el “voice over” de ”On Vampyres and other Symptoms” y le entregarán un premio en Sitges a José Ramón Larraz.

Para concluir, un par de pinceladas clausurarán la función por encima de nuestras expectativas. Primero, un demoledor testimonio José Ramón Larraz acerca de su experiencia en Cannes, fustigado por su verbo encendido, como un centro del exhibicionismo y la banalidad.

Segundo, el epílogo en un cementerio con José Ramón Larraz portando una cámara Súper Ocho, a la caza de planos robados. Por ende, el cine lo salva y lo redime de los escombros de la necrópolis occidental. Es el triunfo y la victoria de la filosofía zombie, de cara a las lápidas y las viudas de la moral.

Una ecuación maravillosa próxima al sutil grito de resistencia de Tim Burton en “Ed Wood”.

Como él, Celia Novis encontró a su Bela Lugosi y lo revivió para nosotros.

Se llama José Ramón Larraz y es un coloso.

Equivalente de los genios clásicos y vanguardistas de la Hammer.

La semilla de la cosecha de Alex de la Iglesia, Alejandro Amenabar, Jaume Balagueró, Paco Plaza, Juan Carlos Fresnadillo y compañía.

Fija en mi lista del 2011(por su parentesco con «Guest»).

Apuesto y abogo por su nominación al Goya.

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