Caminata quiescente.

0
907

A veces olvido el movimiento.

Es entonces cuando siento
mi inercia al detenerme.

Observo a Desde y Hacia en caminata quiescente
y a su idilio antípoda y sublime que me enternece
porque no hallan sentido
el uno sin el otro.

Observo a Desde desde el centro;
mi madre inalcanzable en cuyos ojos
tengo mis raíces y de cuya sangre
se hizo mi carne.

Al otro extremo encuentro a Hacia
donde guste de buscarle,
donde el eco de mi habla
sea la voz que me llama.

Y es así únicamente
como he aprendido a ubicarme,
pues no se existe únicamente
en un instante.
Sino en dos.
Un paso atrás.
Otro adelante.
Un pie bajo tierra.
Otro amenzante.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here