A mi hija

0
816

Hija mía. Yo te engendre, te vi crecer, vi como dabas tus primeros pasos y te cuide en los momentos que decaíste, estuve ahí para ti, para ayudarte y alimentarte de lo que nos rodea, aun sabiendo que me hacías daño permití que te apoderaras de mi, que me manipularas y jugaras conmigo pero nunca supe cuando poner carácter. Ahora que ya creciste, has visitado lugares que yo solo en mi imaginación podría visitar. Y simplemente me olvidaste, me maltratas, me robas el aire y dañas todo lo que antes no supe admirar por simple egoísmo como buen padre que cuida de sus hijos. Fuiste creada por mí y por más que te quiera serás mi destrucción.

Me ahogare en ti, perderé todo lo que una vez se me fue dado gratis y no supe apreciar, busque la forma de complacerte, de hacerte importante y de que te tuvieran miedo, pero dos bombas atómicas no fueron suficiente para aliviar tus caprichos, tu solo querías más , mucho más que eso! Llegaste a la India y no te importo arrebatarle la vida a quienes te habían dado todo para hacerte sentir bien y a gusto con ellos. Luego Ucrania pago el precio por tu malcriadez, solo no pudiste controlarte y le diste al planeta una razón mas para odiarme.

Yo sentado, solo te alentaba a que continuaras con tus juegos, eras tan linda, tan bella, eras mi hija y no me importaba sacrificar nada por tenerte feliz. Invente todo tipo de juguetes para saciar tus deseos de crecer, de superarte, de ser mas que una simple niña, sin darme cuenta que lo que hacía era darte armas para destruirme, las cuales no dudaste en usar una vez llegaban a tus manos.

Fui ingenuo pensé que no me harías daño por ser tu padre, no te importo, solo tomaste de mi todo lo que pudiste y saliste dejando un lecho de destrucción y desolación a tu paso. Nadie pudo detenerte, muchos me advirtieron e hice caso omiso de sus palabras, no podía lastimarte o darte la espalda. Eras tan inestable que solo yo podía entenderte, fui terco, inmoral e incluso no dude en hacerme daño a mi mismo por ti. Pero tú siempre indiferente solo reías de mi inconsciencia y me pedias (porque sabias que no te negaría nada) que te dejara devorar todo a tu paso, para así poder volverte lo que ahora eres, un pequeño monstruo que sin compasión arrasa todo lo que hay a su paso.

No pude satisfacer tus ansias de destrucción y por más que lo intento no puedo aplacarte, ahora solo quieres arrasar conmigo llevarte todo sin darte cuenta que el precio de lo que te di ya lo estoy pagando. Contaminación hija, me debes tu vida y te llevas la mía.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here