Cada embestida tuya
me retumba en la garganta.
Primero picazón,
luego
úlcera.
Se me acumulan los gemidos y los gritos,
las vulgaridades estridentes y las respiraciones de animal en celo.
Me presionan la lengua, los dientes, los labios
(luego) tus labios, tus dientes, tu lengua
… y terminas tragándotelo todo,
con tu garganta vertedero
de...
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