Reseña de la Expo de Mariana Rondón inaugurada en Los Galpones de los Chorros

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Veinte puntos a la curaduría:limpia, acorde con el espacio y de fácil acceso.Únicamente extrañamos mayor información adentro y afuera sobre el particular.
En cuanto a la muestra, tenemos sentimientos encontrados.Por un lado,es un riesgo abrirla con una sola obra.El espacio amenaza con quedarle grande y uno sospecha la necesidad haberla enmarcado en una colectiva,para contextutalizarla mejor.
Así acabamos por minimizar el entorno y reducirlo a la condición de la microsala de una Galería o de un Museo.
Fuimos con expectativas y regresamos a la casa con ganas de ver más.He allí el dilema.
Por el otro, la pieza en sí resulta evocadora,mágica y mística pero al mismo tiempo,clónica,entrópica y a la retaguardia del género dentro y fuera de Venezuela.Me explico.
Por poner un caso extranjero, la obra de Mariana es un juego de niños al lado de cualquier investigación de Jean Tinguely con materiales de desecho.Sus reciclajes autodestructivos siguen demasiado frescos y nos demuestran las limitaciones del proyecto de Mariana.
En cuanto al patio criollo, el duro en la materia se llama Alfredo Ramírez, cuyos aportes científicos,tecnológicos y físicos también opacan el impacto de la pieza de la realizadora de «Postales de Leningrado».
Aun así, nos gustó porque,precisamente, reafirma su interés por la experimentación audiovisual y su sensibilidad estética, inspirada en las vanguardias de antes y ahora.
De hecho, la máquina de Mariana no sólo es un brillante homenaje al cine, sino una reconstrucción de su memoria primitiva y romántica, cuando surgió como consecuencia de los aportes del Renacimiento y de la Revolución Industrial.
Por ello,es un engranaje posmoderno total,donde percibimos ecos de Leonardo,del Bosco,de los impresionistas,de la fotografía naiff del siglo XIX,de los hermanos Lumiere y de las distopías de la ciencia ficción,desde los Robots expresionistas de Lang y Chomón hasta las inolvidables fantasmagorías acuáticas de Bill Viola y Magdalena Fernández,cultores del «videoarte».
Por ende,se las recomiendo,a pesar de sus contradicciones.
Interesados en derechos a replica o en discutir, los aguardamos en el foro de comentarios.
PD:por último, intuimos la búsqueda de salir del estancamiento de la polarización y de ir al encuentro de imágenes abstractas,alejadas de la realidad figurativa de nuestra agenda bipolar.
Quizás sea un desahogo o una válvula de escape,para no caer en los terrenos de costumbre. De ahí la buena recepción de parte de tirios y troyanos. ¿Arte de consenso en tiempos de conflicto?¿Una tendencia contemporánea?Tengan ustedes la palabra final.

5 Comentarios

  1. Caramba, no sabia eso, y me gustaria verla, ¿no podrias ser mas especifico y decir en donde es con exactitud? ¿aparece en los periodicos? ultimamente estoy desconectado de todo

  2. Hola… les sugiero que incorporen un botón para compartir en Twitter… no lo veo… por lo demás, me parece que la frase: Fuimos con expectativas y regresamos a la casa con ganas de ver más» resume bastante bien la expriencia.

  3. Gracias a los dos por comentar.
    La expo se exhibe en la sala principal de Periférico en los Galpones de los Chorros, subiendo por la principal de los Dos Caminos, a mano derecha en la calle antes de llegar al semáforo con sentido hacia la cota mil. Por ahí es la cosa.
    Suerte y saludos!!!

  4. Qué buena onda hacia la artista,lástima que no pueda ver la exposición.¿no era Postales de Leningrado como se llamaba la película? La comparación con Tinguely es un poquito exagerada pero muy halagadora para Mariana Rondón. No se le puede desear sino que continúe desarrollando ese talento.

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