—¿Y Reinaldo?—le preguntó uno de los ladrones a la mujer una vez que hubieron llegado a un lugar seguro, como, evidentemente, habían planeado.
—Le disparé—dijo sin retoques la mujer, dejando sorprendidos y callados a sus compañeros—; ¿qué fue?, su único papel era secuestrar...
Utilizamos cookies para asegurar que damos la mejor experiencia al usuario en nuestro sitio web. Si continúa utilizando este sitio asumiremos que está de acuerdo.Estoy de acuerdo