Es hora de castigar a las empresas irresponsables

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No future

Cuando ganas, pierdes. Finalmente, los precios de los productos empiezan a bajar en diferentes partes del mundo, en medio de la consternación y los gritos de alarma de parte de usureros y especuladores, dados a crear dinero de la nada, y responsables de la debacle de la economía mundial. Según Jesucristo Superstar, conocido por su nombre de familia, Obama, la solución a la crisis es comprar. Así, a secas, salgan a comprar, ha dicho el gran Moisés que nos llevará a la tierra prometida de la paz y la felicidad. Triste propuesta, esa de reparar la máquina capitalista a punto de adquisiciones innecesarias, inútiles y aburridas, como un forro decorador del teléfono portátil o la nevera con llave USB. Tengo una contrapropuesta que los liberales van a a-do-rar: Compremos responsablemente y mandemos a la quiebra a las empresas que violan derechos laborales, intoxican al ambiente y contribuyen a la pauperización del mundo.


Así funciona la cosa: Yo, ejecutivo estrella de salario en cinco ceros, con postgrado en management of the merde en la Universidad de blablabla pajaloca de Estados Unidos o Europa, trazo lo que serán las ganancias anuales de la empresa. Hay que aumentar las ganancias, siempre, porque sí. Entonces, propongo un plan estratégico, hago proyecciones y tablitas de colores con las cuales la junta directiva podrá salivar ante lo mucho más millonarios que seremos todos.

Errare humanum est, el plan se va al agua entre los lamentos de la junta directiva. Este año, en vez de hacer ganancias de 200%, solamente aumentaremos el margen de beneficios en 50%. Qué drama, qué rap de la abuela, de qué dirán mis panas cuando me vean, pobre y miserable, en el Country Club.

La empresa tiene que reponerse de este golpe financiero. ¿Cómo? Fácil. Despidamos a los imbéciles de la fábrica ensambladora, de sueldo mínimo y reemplazables, para cortar costos. ¿Alguien despide al artífice intelectual de tal estrategia financiera? Por supuesto que no. En países como Francia, Presidentes de empresa que han llevado su organización a la quiebra, han sido recompensados con retiros multimillonarios. Un chequecito y una pata de jamón para llevar a casa, gracias por destruir la compañía y dejar a miles de obreros en la calle.

Nada nuevo bajo el sol en este sistema basado en la estafa y el engaño para hacer dinero. ¿Quieren más pruebas? ¿Qué tal el hecho de que las empresas rescatadas por el Estado americano con dinero de los impuestos (los famosos 700 billones que todos recordamos como un rescate a la Austin Powers), compensen a sus geniales dirigentes con bonos millonarios? No sólo se roban tu plata, sino que te dan un cachetón antes de irse.

Entonces, llegamos a mi punto: Jesucristo-Bob-Marley-Obama, «exhorta» a los norteamericanos a salir a comprar para ayudar a la economía. Porque si quiebra la fábrica de perritos virtuales Tamaguchi, oh my God, qué catástrofe. O la empresa que vende ringtones de Papi Yankee. O los zapatos que titilan cuando caminas. Salgamos todos, a salvar a estos emblemas de la idiotez capitalista mundial.

I don’t think so. Ahora es el momento que todos estábamos esperando, el momento cuando se volteó la mesa. Las empresas nos necesitan, más que nunca y, igual que en las elecciones cuando finalmente los candidatos escuchan a la gente, ahora tenemos el poder entre las manos. Las nuestras. Arranquemos afiches publicitarios de las paredes, hagamos caso solamente a lo que nos dé la gana.

No soy quién para lanzar boicots ni ponerme a pelear con multinacionales. Cada quién tendrá que escoger qué decide comprar y apoyar y qué no. Yo tengo una pequeña idea en mi cabecita. Porque si no nos ponemos a pensar cómo llegamos aquí, si nos ponemos a lo Obama a proponer reparar la rueda del carro sin preguntarnos qué va mal con el motor, solamente habremos pospuesto lo que significará la destrucción del sistema dentro de pocos años.

Es el momento de restablecer la relación producción-consumo que la globalización había dejado atrás con su crecimiento depredador. Si entendemos los costos reales de las cosas, si entendemos de dónde vienen, tal vez consumamos de manera un poco más consciente y veamos derrumbarse las odiosas corporaciones que sólo reparten su veneno y ponzoña de avaricia donde quiera que van.

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Barman, guía turístico, sirviente y amo de casa, traductor, profesor de lenguas, niñero, encuestador en la calle, extra de películas, vigilante nocturno, obrero de mudanzas, editor de películas, músico de Metro; eso hasta ahora. Aparte de sus incursiones en el mundo laboral, escribió y publicó novelas (https://www.panfletonegro.com/v/2010/11/22/yo-mate-a-simon-bolivar/), colaboró con periódicos y revistas electrónicas y participó en debates y mesas redondas. Hoy en día, colabora con oscuros y desconocidos artistas de todo tipo y añora realizar su sueño, ser dueño de un circo. Por las noches lleva a cabo audiciones para el puesto de “tragadora de espadas” con mujeres de todo tipo. Jamás ha practicado patinaje artístico.

8 Comentarios

  1. De acuerdo en todo, aunque la que nos ha tocado en suerte es una humanidad proclive al despilfarro y a la depredación con tal de satisfacer caprichos frívolos y criminales.

    Se necesita bastante más que razones para forzarla a cambiar.

    Saludos

  2. Ojo Obama no digo que salgan de compras, eso lo dijo el que escribe el artículo del NYT. De hecho Obama criticó cuando Bush dijo Go Shopping el 11 de Septiembre. Y siempre ha criticado a los políticos que invitan a ir de compras para arreglar la economía.

  3. Gracias a los dos por comentar, al menos vemos que estamos más o menos de acuerdo en que (1) comprar, a secas, no es la solución y (2) es un buen momento para reflexionar y pensar qué sistema queremos.
    Por otro lado, la disminución del poder adquisitivo de la gente deberá producir una especie de depuración natural de la publicidad, un darwinismo consumista donde la gente deje de gastar dinero en mariqueras. Yo por mi parte, estoy un poco aliviado que este pseudo progreso, donde desarrollo equivale a convertirse en un gordo inútil y «comodidad» al no hacer ejercicio y desplazarse en camionetas, haya llegado a su asíntota.
    Nada será igual, y será interesante ver qué se nos ocurre para nuestro mundo…

  4. Tremendo artículo, Krisis, no lo había leído. Está en perfecta sintonía con los nuevos aires de la dialéctica, desde Zizek hasta Bauman. Seguimos en contacto.

  5. (va sin acentos)
    Sip, buen articulo. Llamemoslo boycott o como nos de la gana, lo importante es racionalizar nuestra manera de consumir, no solo para optimizar nuestra relacion a la naturaleza y mejorar nuestra calidad de vida, si no tambien para decirle «jodanse» a la cuerda de malandros que dirigen las mega empresas trasnacionales y que se burlan dia a dia de nosotros los pendejos, nosotros los que les permitimos vivir en su mundo de lujo, despilfarro y contaminacion.
    Hay formas de hacer resistencia, solo hay que ponerlas en practica…

  6. Lastima que la discusion sobre este articulo se haya acabado tan rapido, pues se trata de un tema super importante. Pero la gente prefiere seguir debatiendo sobre los vicios y virtudes del oficialismo o de la oposicion, una retorica cerrada que muestra nuestro ombliguismo venezolano…

  7. Existen muchas y variadas soluciones, aunque como bien comentas la opción de Obama es algo dudosa y no muy efectiva. La solución, la panacea no existe… sino más bien un conjunto de acciones coordinadas que si pueden llevar a buen puerto.

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