Michael Clayton.

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Michael Clayton, Poster.

Michael Clayton (George Clooney) no es policía, pero los abogados lo ven como tal, tampoco es abogado, pero los policías lo tratan como uno. Michael Clayton es un “arreglador” una especie de lobbysta cuyo trabajo consiste en hacer lo necesario para que los casos que se tratan en el bufete donde trabaja terminen de la mejor forma. Esta antitesis de Atticus Finch lleva una vida fatal, una distante relación con su hijo y un matrimonio fracasado sobre sus espaldas.

Su mejor amigo Arthur Edens (Tom Wilkinson) es un abogado que lleva seis años defendiendo los intereses de Unorth una poderosa multinacional de productos agro-químicos acusada de intoxicar a campesinos que usaron sus productos. Arthur sufre de un desorden maníaco-depresivo que lleva años tratándose y superando paulatinamente, pero una recaída con episodio de nudismo incluido, provocará que Unorth envíe a una representante Karen Crowder (Tilda Swinton) que exige que el abogado sea sacado del caso. Claro que, detrás de la “locura” de Arthur en realidad se esconde un razonamiento ético, la verdadera razón por la que Edens ha dejado el caso, es que se ha dado cuenta que está defendiendo los intereses de una perversa corporación que ha matado y sigue matando a campesinos.

A simple vista podría pensarse que se trata de otro aburrido thriller corporativo-judicial, pero no es así, el guión está excelentemente construido. Al rato de estarla viendo, notas que se trata de un elegante film de suspenso. Aunado a eso están sus interpretaciones, desde un correcto Sydney Pollack, vemos la composición desesperada y exasperante de Tilda Swinton, pasando por un inusualmente bueno George Clooney y cerrando con Tom Wilkinson, quien luce extraordinario en la piel del perturbado abogado Arthur Edens.

Lo que más me gustó de esta película es la premisa que defiende, “el mensaje”, por decirlo de algún modo: La verdadera justicia no se hace en los tribunales sino tras bastidores; a través de arreglos, intimidaciones a testigos, chantajes, extorsiones, realazos y múltiples sobornos; amén de la manipulación de la opinión pública. Los intereses corporativos pueden ir, sin remordimientos de ninguna clase, sobre la vida de las personas, es un mensaje demoledor. Lástima que todo se pierda con un Happy Ending donde los malos reciben su merecido, un final más pesimista habría sido mejor y más contundente.

9/10

John Manuel Silva.

2 Comentarios

  1. Lo que más me disgustó de esta película, que hizo que el guión se volviera un pastiche pavoso ridículo, es el final. Hasta cuándo el recurso del grabadorcito escondido. Ni mencionemos Clayton apareciendo como Batman detrás de una puerta. Solución piche.
    Saludos.
    P.D.: Te iba a escribir alabando una cosa que publicaste en Diciembre que me pareció muy buena, pero se me pasó la fecha y eso. Igual, imagino otros habrán comentado…

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