Tan sólo ayer el polvo yacía, sumiso, bajo mis pies. De vez en cuando se atrevía a invadirme como una polvareda, pero volvía a rendirse, ante la firmeza de mi paso. Con el tiempo aprendimos a conocernos. Yo podía entonces adelantarme a sus desmanes,...
No me acuerdo el nombre
tenía ocho años
ella salía del mar yo no sabía de sirenas
le pregunté si quería jugar
mi eterna y agotada pregunta
ella me veía camisetilla a rayas verde, gordo cabello largo,
chores azules y abuelos que reian a lo lejos:
"miralo que lindo como busca a la muchachita"
bajé...
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