Le invito un trago a mi sombra
y le digo: no entenderemos nada.
Entre ronda y ronda me pregunto a cuántos Kilómetros
estaremos de Ítaca,
luego recordamos que todo es una utopía.
En un minuto de silencio
decidimos seguir rompiendo paradigmas
y finalmente concluimos
que el elixir no está en una botella.

Keep Walking, nos decimos,
Aunque no entendemos nada.

   
     



Llevo en esta batalla desde el setenta y ocho
sin banderas rojas ni pechos sangrantes
apenas el mío salpicado por un cabeceo desnudo
un molino desmenuzando el aire
luces tras el vidrio empañado.
Cada mañana amanece de golpe
(siempre me sorprende despertar viva)
es el ritual de escupir una pluma de mis labios
comprender que he soñado ser un ave.
El reloj marca las diez
y aún no encuentro una lanza
que haga reventar las entrañas del asfalto
donde pisa el desahuciado
y mendiga un pedazo más de vida.
Todavía no encuentro el escudo ni el yelmo
que me defiendan de la soledad
el sudor, el vaho, las caras tristes del tren
siempre a tiempo en la última estación.
Voy armada apenas con mi torpeza
y el hambre de un perro rabioso
sin rezos a los santos ni placas de identificación.
Esta noche me acostaré a dormir
con los huesos rotos y los labios resecos
sin saber otra cosa que el día de mañana terminará igual
no sé por cuanto tiempo.

   
 
 
 



 
 
 

Tanto, tantísimo frío
Desde que no puedo verte,
Y tanto hielo derretido
Por el alcohol y nuestro amor destructivo
Que traspasa todas las barreras,
Que rompe todas las leyes...
Mientras tanto, en alguna parte del mundo
Un teléfono suena implorando perdón
Alguien pisa una rosa
Cientos de miles de personas
Se vuelven locas
Una pareja se disuelve, otra comienza
Y alguien escribe un poema
Mientras se fuma un cigarrillo.
Si la nieve se funde, tocaré fondo,
Prefiero resbalar, caer, y empezar de nuevo.
Tantos versos perdidos, tanta melancolía...
Me aclaro la voz
Y tiño de azul todas tus blancas palabras.
Las prioridades sólo hacen daño,
El frío solo corta.
Algún día todo merecerá la pena.

-javo

 



Gané mi Paz

        a Martha Kornblit
        que decidió irse tan joven aún

No sé por qué
la vida siempre tiene excusas
para joderme.
Me ha colocado
en los lugares y tiempos
más inapropiados para mí.
Me puso vendas negras
para nunca ver la malicia
cuando venía con sus garras
bien afiladas hacia mí.
No me ha dado tregua,
me ha dejado siempre sola
frente al dolor.

Pero yo soy terca
y río,
pero yo soy terca y lloro
cuando quiero,
pero soy terca y nunca
más querré morir.

No sé por qué ni como
pude dejar atrás tanta mierda
y transformarla en oro.

Por eso,
mi única causa soy yo,
mi único reto soy yo.

Por eso,
gane mi paz
y la resguardo a diario
duramente.

-Beatriz Alicia García
23 de enero de 2002

 
 







Están atacando por todos los flancos
Mis amigos y yo estamos jugando a las cartas
Tengo la mejor mano y nadie quiere apostar
A mi lado está un niño que no quiso crecer
No se separa de su tambor de hojalata
Yo amé tanto a su madre
Estoy empezando a perder la razón
Tengo el muro de fusilamiento en la cara
Y un AS bajo mi manga.





Tanta gente
haciendo sombra sin malabares, ruidosos y certeros
obligados en el mismo espacio
mujeres abrazadas en el subsuelo
la voz repetida en la multitud de nosotros
"no hay nadie que nos represente"
agachamos la cabeza a la poesía
absurda, apaleada, indemne
con la sangre en el suelo
aliviando los videos tardíos
miro de frente a la historia
sin pedazos de pan
sin excusas
no importan los tintes en la cara
amanece sin consecuencias
tropieza los sesos
frunce el ceño
guarda las peñonas
sin angustias.












Antipoema de amor
para los días oscuros

          "...los que persiguen al poeta, los que
          le roban el trabajo y la ternura, los que
          lo empujan a la angustia y los que lo
          entregan a la muerte, todos, sin
          excepción, conspiran contra Dios."

                  -Darío de Dies



Tu silencio me ignora, me censura,
me desplaza, me despolitiza:
pez muerto del alma,
voluntad muerta, deseo muerto.
El silencio es miedo a la locura
del que grita en el poema.
El silencio es la huida,
una forma d'esconderse en los "emilios",
una forma d'esconderse en el sofá,
en los baños,
en los ovnis de Dios,
o en los orines de las madres.

Sufro. ¿Sabes, acaso, que sufro?

El silencio es una casa vacía, oculta, muerta,
(un día vacío, añejo, un sueño vacío).
El silencio es un gargajo
--mariposa aplastada, muchacha aplastada,
poeta molido: alma molida--
contra el espejo de los asesinos.
El silencio es la calle sucia del alma
que nadie camina hasta la muerte.
El silencio es el adiós
de alguien que no ha partido todavía.
El silencio es la paranoia
del que no posee palabras
para venderlas en los mercados de la muerte.
El silencio es un ruido de ratas.

El silencio es un plagio.

Es la mierda en la mirada de los niños.
El silencio es una enfermedad de la salud
(o una salud de la enfermedad que no lo sabe).
El silencio es la paranoia de los poetas
que charlan idiotamente
en la nave de los locos.
El silencio es el espejoloco
(la madre loca, el sueño loco, el ego loco,
el que sufre ajeno,
prestado, oculto).

Estoy sufriendo en una esquina y
paso y no me reconozco.

Todo lo que digo es falso,
y todo lo que digo es cierto.
Porque la locura
no puede ser superior a la poesía.
La política no puede ser
superior a la poesía,
ni la razón, ni el misticismo, ni la muerte
pueden ser superior a la poesía.
(Y Dios no puede ser
superior a sí mismo en el poeta.
Dios no puede ser superior a la nada de su boca.
porque Dios no puede ser no-ser
de su carne en el madero.)

La poesía,
como un loco que aúlla
en mi camisa de fuerza,
se hospeda como una geisha en el poeta.
El silencio es fetichista:
un zapato de mujer en la coqueta;
un guante de mujer en el sarcófago,
una media de mujer junto a las copas.

El silencio es la sustancia del miedo. El
silencio de un poetastro ignorando a un gran poeta,
un philósopho ignorando a otro sophista.
El silencio es vómito acumulado,
muerte acumulada,
Dios acumulado
inútilmente en la despensa.

El silencio es un muerto
que no ha sido enterrado todavía en los cubiertos.
El silencio es un entierro,
una ejecución que se ha pospuesto
inútilmente.
Es una fiesta suspendida por lluvia.
El silencio es una desgarradura del cuerpo,
aunque algo desgarre suave por el alma.

Sufro. Creo qu'estoy sufriendo
en el silencio de ustedes.
Porque el silencio es el electroshock de los buenos
(de los famosos, de los héroes).
Por eso grito tiempo
y grito espacio:
¡carajo!
y doy con mi falo roto,
con mi falo hoz
sobre los buenos modales de ustedes
(y me asqueo en la madre loca
del Viernes Santo,
del Sábado de Gloria, del
Domingo de Nada).

Desprecio a los idiotas,
a los cretinos que creen en la intertextualidad
de los que plagian los textos.
Y odio a los que plagian, los desprecio, los escupo
(porque poseo sus nombres propios
en las gavetas del alma),
odio a los apolíticos,
desprecio a los cobardes,
a los estreñidos del amor,
a los pobres d'espíritu
de las páginas blancas mallarmeanas,
a los antiCristos del amor y del odio,
a los nihilistas de la nada,
a los trepadores, a los canallas
y a los buscaoficios y
a toda esa basura llamada
postmoderna.

El silencio es la muerte de las rosas.
(la envidia o la ternura).
El silencio es
una mercancía barata,
mediocre, apolillada.
El silencio hiede a tapón olvidado
en la vulva de una loca
(a caracoles amontonados en una caja,
a suicidio en un apartamento neoyorquino).

Sufro, creo que estoy sufriendo
los huesos de Dios en mi propia carne,
el desempleo de Dios en mi propio desempleo,
el part-time de Dios
en la muerte de Yván y
en la rodilla rota de Apolo.


El habla es la mierda de los hombres:
oscura sombra de muerte en las paredes.
Lo que prometen es todo mierda:
oscuro sueño de Dios
ahorcado en las paredes.

Esto no justifica tu silencio,
porque l'escritura es un sueño de verano,
l'escritura son Las señoritas de Avigñon
(o esa leve soledad del ser entre las piernas).
El silencio es el rostro del que liga
la muerte del poeta entre los versos.

Sufro y no sé
por qué no me suicido todavía.

Por eso hablo de pie,
ancianamente,
como un Maestro zen delante de los hombres
que odia la derecha,
que desprecia a los centristas,
que se avergüenza de la izquierda.
Hablo, así, para que me oigan los hombres:
¡estoy enamorado de Dios!
¡Estoy enamorado del ser!
¡Estoy apasionado por la muerte!

El silencio es la basura de los filósofos.
El silencio n'otorga poder.
Ni otorga paz, ni dicha, ni prestigio.
El silencio es una cueva saqueada.

¿Qué es el silencio?--di,
aúlla la multitud en la sala de los nichos.

No hables,
no grites,
no patalees,
porque tu excreta
no me deja oír el silencio de las rosas.
El silencio es triste como los niños
que galopan por el cielo.
El silencio es la idolatría
de Nabucodonosor
comiendo espejos de yerbas en las reses,
comiendo excretas de reses en las yerbas.

El silencio es tu deuda conmigo,
pero no te cobro Gog
ni el día de tu muerte,
ni la muerte de tu copa,
ni el caballo de Troya rucio
que anduvo a paso fino por mi alma.

Pero la palabra, mierda o no, desidolatra.
El silencio tanatográfico es lila.
El silencio fosa
y el silencio filo de la fosa, llama
sombra de navaja, llama al pensamiento
en los nichos de las heces
y nadie responde, nadie acude.
El silencio no es parte del lenguaje,
es su enemigo, su caída, su enema.
El silencio es el ruido
en donde el viento canta entre las ramas.
El silencio es el ruido de la lluvia y
es el ruido de la luna negra.

El silencio australopitea,
y electrochoca a las sombras blancas,
Zaratustra aúllando monjes,
marroquía las luna negras,
nervaloquia de locos nuevos,
pecesloquias de anzuelos lilas,
mundoloquia barriendo playas,
madrelocas barriendo fetos,
muerteloquia barriendo arenas,
(pobre de ti, poeta,
que no pudiste alcanzar
la caída de Altasolo)
diosesloquio barriendo copas,
esquinaslocas cegando ahorcados,
pezoneslilas soñando mares,
arañasloquia barriendo moscas,
arenaslocas barriendo soles,
lunaslocas barriendo eclipses
aristholoquia de rosas blancas
soñando-pluvias,
soñando lluvias
soñando lilas de tardes blancas
como esas niñas frenéticas
que s'enamoran de falos verdes
y s'enamoran de lunas negras.

El silencio no huele a fin de fiesta,
porque son los hijos lilas
de los lobos que te observan
los que te han llenado de baba la tristeza.

No hay salvación.
Creo que sufro.
No hay salvación.

El silencio te ofrece
otro silencio más agudo
que no podrás oír
en el lago que yace sobre'l trueno.

El silencio es lo delicado
del que sueña en el infierno. Es el
exilio del que regresa a la casa
sabiendo que no hay a dónde ir.
Es la nave del que se ahogó
(monte sobre lluvia)
en el lago de su alma.
Es la flauta de la nymphamusa
que jamás oirás en la belleza
de tu crimen.
El silencio es el poeta picado, herido,
roto de morir,
desierta noche.

El silencio soy yo que t'escribo
como si me hubieran disparado a la cabeza.

-Yván Silén
24 d'enero de 2002
Nueva York





            A Oli, apoyando la decisión


A mi me cuesta, no le he dado a eso todavía
renunciar después de que echarle tanto.
Ahí veremos cuando la quiebre bien quebrá.

Siguen creyendo en política,
yo en cambio lo sabía, siempre lo supe
fui ando por mi por mas nadie
y los reventé porque es†aba listo.

Todavía la gente tiene que perder
cuando vaciemos el tanque lleguemos a cero
nos batiremos en las estrellas con los colosos.

¿Que ya no te ves aquí?
Me parece bien que te vayas.
Yo en cambio me alimento del desencuentro,
he sido el de afuera, un bicho negado toda la vida
dentro llevo algo de esos tipos ojos puyúos
gritando borrachos cargando botín.
Los amigos que tengo son de carambola
de me aguanto la lengua pa no quedarme solo.

Pero fino, me iré a estrellar a donde vayas.

Ya hice lo mío no vuelvo a extremos
a menos que se atraviesen los rulos negros.
Resido hasta que me maten a alguien,
porque ando resteao y malandro.