El punto fue que dijimos adiós con un beso y de verdad ahora, después del adiós, es que se pone esto interesante ¿Cómo será el próximo saludo? ¿Cuándo será el próximo viaje?
Apenas puedo esperar.
Nueva York, tú, yo y los sillones marrones de los cafés gourmet. La ciudad se abrirá ante nosotros, será como el comienzo del mundo, ojalá.
Me llevaste a caminar por el campus y todos los baños estaban cerrados yo me estaba muriendo pero no quería decirte y con esa concentración me estaba perdiendo tu belleza o mas bien, la imposibilidad de esos ojos angelicales escarchados.
Quería echarme en la grama a contemplar los patos en la laguna detrás de tu apartamento es bello vivir caminando tomados por la cintura por noches de veinte grados centígrados.
Todavía no se que siento además de una entrañable amistad, atracción, cariño y miedo a la distancia. Todavía no se nada acerca de tu vida, la mía y el destino de nuestra amistad sin comillas.
Sólo se que me gustas, tú, tu olor, los pequeños vellos de tu cara, tu acento, tu compañía o la forma en que me haces sentir cuando estamos juntos.
¿Cómo se logra eso en cuatro días?
Quizás no son cuatro días, sino cuatro años y nos conocemos y quizás estamos explorando como es eso de ponerle cuerpo, cara y voz a nuestras letras.
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d   VOZ DE TIEMPO

Me gusta oir al tiempo junto a mi cada mañana, con su voz de hoja seca me distrae al caminar. Por las tardes, sentado en una vieja silla de madera, finge no verme para estar en silencio; pero su silencio también llega a mis oidos. Por las noches, insomne me despierta para hablar, y yo muevo la mano en señal de que lo escucho con los ojos cerrados; él, construye relatos fabulosos, que para mi son inconclusos, pues cada mañana, descubro, que ya estaba dormida cuando con susurros me contaba el final.

 

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